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En la Rural del Prado, con negocios a cargo de Cánepa y Valdez, los 37 lotes hicieron promedio de US$ 6.879, con máximo de US$ 21.600 por una vaquillona Angus.

Pablo D. Mestre.
No hubo debate… Es que todos estuvieron de acuerdo que la genética se valoriza y se paga en consecuencia. Pero, lo más importante, se reconoce…
Como es tradicional con todos los detalles cubiertos, hasta el más mínimo, en la noche del viernes se vivió una fiesta, como no podía ser de otra manera, en la cuna de la genética nacional: la Rural del Prado.
Allí, por cuarto año consecutivo, Frigorífico Modelo y La Rubeta pusieron a consideración del mercado lo mejor de su producción de vientres de los Angus que les distingue y se les reconoce. Y, por segundo año, también lo hizo la no menos ganadora Sociedad Ganadera San Salvador, con sus Angus y Polled Hereford.
Entonces, con todos los ingredientes expuestos, la velada no podía fallar.
Y no falló.
Con negocios a cargo de escritorios Ruben F. Cánepa y Valdez y Cía., se dispersaron los 37 productos ofertados a un valor promedio de US$ 6.878,92.
¿Es mucho? ¿Es poco?
¿Quién lo sabe?
Es genética que va a significar más y mejor ganadería. ¿Eso tiene precio?
Los destaques.
Los mayores destaques, obviamente, fueron por la genética superior Angus, esa que las cabañas si bien cumplen con ofrecer al mercado, lo hacen compartiendo sólo el 50%
Así, el precio supremo fue US$ 21.600 en que cotizó una vaquillona Angus PI, (la 3498, Courage en la 2505 (BC Classic), servida por Bien Hecho), que fuera la Mejor Hembra Rústica del reciente Secretariado Mundial en Punta del Este. La adquirió Eduardo Angulo, de San José, en US$ 10.800 el 50%.
Otro destaque fue para una ternera Angus de Sociedad Ganadera San Salvador que cotizó en US$ 20.400, (10.200 el 50%), la RP 710 (Serrucho en madre Crédito), adquirida por Carlos Pagés Pineda.
También destacada fue la venta de una vaquillona, en US$ 19.200 (9.600 el 50%), la 3558 (Bien Hecho en la Modelo 1877 (Ext), comprada por Carlos Pagés Pineda.
Y también excelente fueron los US$ 16.320 (8.160 el 50%), en que Eduardo Angulo de San José adquirió una vaquillona colorada preñada, la Modelo Rubeta 3408 (Fundador en la Rubeta 6478 (Quebrantador) y con servicio de Titán.
En Polled Hereford sobresalió la comercialización de una ternera en US$ 8.400, la 5004 (Endure en madre Ancares Kamikaze), adquirida por la cabaña argentina “La Mara”, (asesorada genéticamente por Carlos Ojea), que la dejará en Uruguay hasta Expo Prado y luego la llevará para competir en la Expo Palermo 2020.
Los negocios.
El detalle de los negocios, expresado en dólares, fue: 3 vaquillonas Angus (vendidas el 50%): 21.600, 16.320 y 19.040; 3 terneras Angus (vendidas el 50%): 24.000, 20.400 y 22.800; 18 vaquillonas preñadas Angus: 7.800, 2.400 y 4.520; 5 vaquillonas Angus: 2.640, 2.400 y 2.544; 2 terneras Angus: 2.400 c/u; 2 receptoras preñadas Angus: 5.400, 4.200 y 4.800.
En Polled Hereford: 2 terneras: 8.400, 3.720 y 6.060 y 2 receptoras preñadas: 4.800, 3.600 y 4.200.
La conformidad.
Tras la subasta, el Ing. Agr. Rodrigo Fernández Abella aseguró que esta cuarta edición “confirma que el remate está totalmente consolidado”. Puntualizó que, a diferencia del año pasado, “36 lotes quedaron en Uruguay y sólo uno se fue a Argentina”, analizando que “hoy por el tipo de cambio a los criadores argentinos se les complica y si bien pujaron, no pudieron comprar”.
Un hecho que resaltó fue la presencia de clientes nuevos que se acercan al negocio. “Todos los años nos gusta innovar, hubo mucha demanda por los lotes del 50%, y si hubiéramos puesto más, hasta hubiera mejorado el promedio”. Este sistema, dijo, “atrae a clientes nuevos entrando en el negocio”. Pero además destacó “que hay 2 o 3 clientes que nos han comprado en los 4 remates de Vientres Supremos, lo que ratifica la confianza”.
Por otra parte, el Ing. Fernández Abella destacó el nivel mejoró respecto al año pasado, “un gran desafío para nosotros”. Y al respecto dijo que “esto es venta de genética, no pasa por el excelente momento de la ganadería, ni del novillo gordo, ni de la reposición”.
La vara alta.
Los hermanos Carlos y Martín Fernández aseguraron que igual que los años anteriores “creemos haber alcanzado los objetivos y desafíos que nos vamos poniendo año tras año”. Agregaron que “estamos convencidos que tanto la Alianza Genética, que se sigue afianzando, y los criadores y clientes, que nos van poniendo la vara más alta, nos obligan a exigirnos cada día más”. Y sentenciaron: “lo que obviamente nos encanta”.
Según los principales de La Rubeta, las propuestas genéticas “eran realmente muy atractivas y esto se vio reflejado en las intensas pujas de los vientres más selectos”. Mencionaron que hijas de Forjadora y la 313, “quizás las mejores vacas de Rubeta y Modelo, fueron las grandes apuestas que les propusimos a los clientes que respondieron en gran forma”.
Otro tema que destacaron los cabañeros argentinos fue el hecho de haber colocado toda la oferta, “algo no menor en estos remates de genética”, lo cual “nos fortalece y nos da mucha energía para seguir por este camino”.
Para los Fernández, los nuevos compradores que refrescan año a año en este remate “hacen que podamos seguir poblando diferentes establecimientos de nuestra genética”, ni más ni menos que “el gran objetivo de la Alianza Modelo/Rubeta”. Pero además, los clientes consecuentes que compran, o pujan todos los años “nos enorgullecen verdaderamente”.
Al respecto los directores de La Rubeta aseguraron que “tratamos, como todos los años, de marcar una tendencia en los tres tercios del remate apuntando a criadores consagrados, a criadores que buscan alguna pieza especial y sobre todo a los nuevos criadores que buscan iniciarse y ser parte de nuestra genética apoyada en familias consolidadas con varias generaciones sólidas y eficientes”.
Por eso dijeron de su agradecimiento y respeto “a todos los que hacen posible este evento, empezando por los cabañeros que son los que hacen el trabajo duro en el campo, a las firmas consignatarias que lo toman como algo propio, a los sponsors que nos apoyan todos los años”.

El homenaje.
Previo a las ventas, Pablo Camilo Valdez, en nombre de la firma centenaria, tuvo unas palabras de gratitud y agradecimiento hacia Luis Fernández Echeverría, “con quien nos peleamos, nos amigamos, pero es un gusto trabajar con su familia”, aseguró”.
Luego le hizo entrega de un presente en cuya placa decía lo siguiente: “Trabajo, pasión y compromiso en la gestión agropecuaria. Tus abuelos y tus padres estarán orgullosos de ti. Y tu mejor obra desde el amor, forjar una familia que continúa sosteniendo los mejores valores. “La familia de Valdez y Cía. a Luis Fernández Echeverría en reconocimiento a su trayectoria y liderazgo”. Montevideo 14 de junio de 2019”.
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