La reunión entre la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia (Coprodec) y el Instituto Nacional de Carnes (INAC) brindó “tranquilidad” y fue una “oportunidad” para aportar información que respalde la posición de INAC en contra de la compra de acciones de Marfrig-Minerva. Según el INAC, el negocio afectaría las inversiones y distorsionaría el mercado de carne en Uruguay, una visión que es compartida con el grupo de agro del Partido Nacional. El resultado de la resolución de la comisión todavía es incierto, dado que el proceso de análisis podría llevar al menos 90 días, pudiendo condicionar el negocio o autorizarlo totalmente.
En diálogo con Valor Agregado de radio Carve, Conrado Ferber, presidente del INAC, consideró que ninguna de las tres plantas de Marfrig debería ser adquirida por el grupo Minerva y manifestó que la posición del instituto es negativa frente a está fusión.
“No queremos hacer público cuáles son nuestros temores, nuestras objeciones, pero tenemos claramente un respaldo técnico que para nosotros es suficiente. Obviamente también hay razones técnicas para permitir la fusión. Hay una cantidad de pros y contras”, expresó.
No obstante, INAC entiende que los contras “son mucho mayores a los pros” y, además de todo, “no aporta a un mercado que en nuestro país es bastante claro y equilibrado, no es perfecto, pero entendemos que esto sería absolutamente distorsionante”.
“Entendemos que es un riesgo en el principal negocio del país (...) Además del riesgo para quien vende su hacienda, tenemos riesgos desde el punto de vista social y otros temas que hay que poner arriba de la mesa para ser analizados”, explicó.
De todas formas, Ferber aclaró que, tras el encuentro de INAC en la Coprodec, observó “un equipo de gente que realmente está interesada en hacer un buen trabajo y que es consciente de la responsabilidad histórica que tienen”.
Por otra parte, explicó que si bien Uruguay es un país abierto a las inversiones, “todo tiene un límite”.
“No vale todo. En este caso estaríamos dando un paso que va más allá de los intereses nacionales y por eso nos oponemos. Reitero, para nosotros se trata de dos empresas de primer nivel, no precisamos calificarlas, pero estaría generándose una desproporción en la participación de una de ellas que va a afectar a otros inversores, porque todas las pequeñas industrias también son inversores; que sean inversores nacionales no significa que no haya que cuidarlos de la misma manera que cuidamos a los internacionales”, afirmó.
Por ello, aseguró: “No vale todo en Uruguay, creo que es un buen mensaje”.
Por otra parte, informó que, a nivel político, el equipo de agro del Partido Nacional, con Álvaro Delgado a la cabeza, está alineado a está posición.
“Él lo dijo hace poco, no sólo como dirigente político, sino también como productor rural: está sumamente preocupado con esta situación, porque observa los mismos problemas que ven el 95% de los productores rurales. Creo que hay pocos temas en los cuales hay una unanimidad tan grande como en este. Nadie entiende necesario ni pertinente una fusión de este estilo y una concentración”, expresó.
Lo que plantea el negocio es la venta de acciones de tres plantas de Marfrig -San José, Colonia y La Caballada- a Minerva. En su momento, en la feria Anuga en Alemania, los representantes de la empresa expresaron que era todo o nada. Desde INAC se entiende que ya se hizo una concesión cuando se le dio la posibilidad de adquirir el BPU, llegando a una participación del mercado “que para nosotros ya era límite”. De hecho, estuvieron en desacuerdo con esa adjudicación.
“Personalmente entiendo que tenemos que pensar en que ninguna de las tres plantas debiera ser autorizada a ser adquirida por el grupo. No depende de nosotros y por suerte vivimos en un estado de derecho que da las garantías a todas las partes”, cerró.