Los precios del ganado para faena están protagonizando un ajuste a la baja, ante la estrategia de muchos productores de acelerar las ventas por las expectativas de clima seco; además, varias plantas han optado por priorizar la faena de los ganados de corral, postergando el ganado de pasturas, lo que también incide en el mercado.
Tampoco ayuda el conflicto en la industria frigorífica, complicando la concreción de los embarques. Los mejores novillos tienen dificultades para sostenerse en 4,15 US$/kg, mientras las vacas se pagan entre 3,90 y 4,00 US$/kg.
En el panorama de las exportaciones cárnicas, los precios llegan a nuevos récord, aunque con volúmenes más reducidos en los que predominan los negocios más valiosos (de allí el mejor promedio).
La situación del coronavirus en Europa es la mayor preocupación hoy en el sector, pues podría configurar una nueva caída en la demanda, ante la decisión de varios países de volver a limitar la movilidad. Mientras China -el principal mercado- plantea cierta corrección a la baja en la medida que ya se han cumplido las compras previas al nuevo año lunar.
De todas maneras la cadena cárnica se sigue mostrando dinámica y fuerte. Los precios del ganado gordo -aún con las bajas actuales- están 30-35% por encima de sus niveles de un año atrás (cuadro). El precio del novillo tipo en octubre fue récord y prácticamente toda su valorización se trasladó al productor (gráfica).
Lácteos.
En el sector lácteo preocupa el aumento en los costos (granos incluidos), aunque los precios internacionales se siguen afirmando. La leche en polvo en Nueva Zelanda está casi en 400 US$/ton (gráfica).
El mercado internacional de granos cerró la semana firme, en especial en el caso del trigo. La demanda sigue fuerte y la oferta enfrenta limitaciones. La baja en el precio del petróleo (el barril Brent quedó debajo de 80 dólares) puede limitar subas adicionales en los granos, aunque es una buena noticia para una economía mundial afectada por problemas logísticos e inflación.
El presidente de EEUU, Joe Biden, ha planteado estrategias conjuntas con otros países para contraponerse a la OPEP en su posición de limitar la oferta de crudo, y ha dicho que estudia echar manos a las reservas estratégicas para aumentar la oferta.
