Ismael Turban, director de la consultora Sumar Agronegocios, participó este domingo en Hablemos de Agro, de Canal 10, e hizo referencia a que si bien el impacto del verano fue muy grande, las empresas agropecuarias estaban ordenadas porque venían de buenos años. “Hay un impacto grande que se va a tener que recuperar, pero no fue como el de los inicios del 2000. Hemos vivido de estas y ahora lo agarra al sector en otra situación”, expresó.
Por sobre todas las cosas, Turban señaló que “los seguros agrícolas son un deber”: “Más que ocasionalmente, la agricultura uruguaya debería tomar seguros de riesgo constantemente”.
De todas formas, reconoció que a las aseguradoras “les es muy difícil”, porque son las mismas de Brasil y de Argentina, y vienen de tres años de “pegarse un palo detrás del otro”. “Es natural que no quieran asegurar o poner premios muy altos. Vamos a tener que usar la inventiva de buscar un fondo de garantía de año buenos para los años malos para darle a la agricultura una sostenibilidad en el tiempo y no vivir estos ciclos tan abruptos, que son normales u hay que seguir existiendo”, indicó.
El costo de implantar una hectárea de soja hoy en Uruguay es de US$ 550 sin renta, por lo que comparó que Argentina “tiene una ventaja grande en costos”, aunque reconoció que tienen otros problemas, como las retenciones. Brasil, por su parte, tiene costos más altos porque fertiliza más. “Siempre hay un valor piso de los granos que permite al Conosur producir y por diferentes razones se van equilibrando unos a otros”, explicó el experto.
De cara al verano, expresó que el panorama “es bueno y auspicioso” y que, dada la situación de la ganadería, el productor se volcó un poco más para la agricultura. A su vez, comentó que se prevé un año Niño, por lo cual el pronóstico es bueno.
“Hay que ver que el otoño nos deje cosechar tranquilamente. Pero en general, se da una coyuntura de mercado en la que el productor tiene que estar atento. Hay oportunidad de fijar valores interesantes de granos. Estamos dentro de una situación de cerrar una buena ecuación de verano”, sostuvo.
Por otra parte, Turban dijo que “hay que tener una visión más sistémica de las cosas” y que si bien la ganadería es importante en Uruguay, “tenemos que jugar al equilibrio” y diversificar para disminuir los riesgos.
Con este marco, dijo que US$ 460 por tonelada para la soja “es un número interesante” y aconsejó que el productor “debería ir tomando posición en diferentes porcentajes”. “Cuando está la oportunidad de hacer el gol, hay que hacerlo”, afirmó.
De está forma, indicó que con US$ 460 de venta y un costo de US$ 550 sin renta, el punto de equilibrio, el rendimiento esperable, es de 1600 kilos por hectárea.
En maíz, opinó que la situación productiva “es muy buena”, dado que “es quien más capitaliza los años húmedos”. No obstante, aclaró que el mercado internacional hoy está un poco deprimido. “Esperaría un poco porque el impacto de Brasil va a ser grande”, determinó.
Por otra parte, comentó que Uruguay “fue siempre muy sorguero”, aunque lamentó que se ha invertido poco en genética por lo que ha quedado rezagado.
Finalmente, sobre inversiones extranjeras, Turban sostuvo que la seguridad jurídica, y la estabilidad hacen que el país siempre sea atractivo para argentinos, brasileros y europeos. “Van seguir viniendo inversiones, quizás no tengan un nivel de retorno brillante, pero nos dan estabilidad. Uruguay ha sido un país de fronteras abiertas, y pienso que seguirá siendo así”, cerró.