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Walter Carlos Romay Elorza: “Es razonable que la gente apueste al negocio ganadero”

El director de “La Elisa”, establecimiento agrícola ganadero que selecciona genética de la raza Hereford desde hace 133 años, siendo por tanto “la cabaña más antigua del país”, considera que el agro es un motor de este país “y lo va a ser seguramente en la salida”. Destacó: “que el gobierno tenga esa visión y que la exprese sin ningún temor, es realmente alentador para todos los productores, para toda la gente que trabaja y vive del agro, que es mucho más de lo que la gente piensa”. Romay además sostuvo que “sería razonable que se vendan los toros en la zafra, no sé a qué valores, pero la gente va a invertir”.

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Pablo D. Mestre

-Como empresario de varios rubros, ¿Cómo ve este momento del mundo y del país?

-Con anterioridad al desembarco de esta pandemia, me preocupaba la velocidad con la que se producen los cambios, que tienen su base en avances y desarrollo de las tecnologías. Hay previsiones que dentro de poco desaparecerán aproximadamente el 50% de los oficios, actividades o profesiones de hoy. Esto, per se, provocará un impacto en todas las actividades. El desembarco del Covid-19 ha exagerado el impacto económico, ha acelerado algunos procesos y otros están por verse. Como todo riesgo, conlleva una oportunidad y esto hace que tengamos que cambiar el chip de la cabeza muy rápidamente. En todas las actividades, todos tendemos a ser eficientes, a bajar costos y en eso vamos a tener todos, en el rol que nos toque cumplir a cada uno, enfrentarnos a un cambio muy grande. Y la agropecuaria no escapa a eso.

—¿Cómo ve que se movieron las tres perillas en lo interno?

—El gobierno está haciendo un gran esfuerzo, está haciendo las cosas lo mejor posible, algunas salen muy bien, otras más o menos y algunas puntualmente, no tanto y no por el gobierno, sino que son fruto de lo que dijo el presidente que se bajó la guardia y no podemos hacerlo. Todavía falta mucho en esta pelea y hay que ayudar y apoyar. Es una oportunidad muy importante para Uruguay de posicionamiento de un pequeño país para captar buena imagen y ofrecer a quien quiera, tanto para vivir, como para invertir, como para desde aquí dirigir las operaciones, de manera de poder generar inversiones legítimas, genuina y trabajo para la gente en Uruguay. Es una oportunidad casi única. Es de las cosas buenas de esta gran desgracia y se debería aprovechar.

—¿Qué Europa sólo habilite llegada desde Uruguay o la rápida colocación de la emisión de deuda no son reflejo de eso?

—Sin dudas. Son dos claros ejemplo. La emisión de deuda es importante, una señal clara que el mercado le está dando a Uruguay en su credibilidad. Todo es relativo, nos comparan y lamentablemente el barrio donde estamos no está muy bien.

-¿Cree, igual que el presidente, que el agro negocio será el que saque el país adelante?

-Coincido. Me es grato que el presidente lo piense así, que sé que lo piensa. Hemos pasado por muchos gobiernos que tenían una concepción del agro y del productor agropecuario muy diferente. Entonces, esto me parece que es muy bueno. Porque se ajusta a la realidad, el agro es un motor de este país y lo va a ser seguramente en esta salida. Pero, además, que tenga el gobierno esa visión y que la exprese, sin ningún temor, es realmente alentador para todos los productores, para toda la gente que trabaja y vive del agro, que es mucho más de lo que la gente piensa.

-¿Cómo ve al negocio agropecuario hoy?

-Uruguay tiene rubros en los que es muy competitivo naturalmente, saliendo de temas monetarios, o arancelarios que enturbian y la perjudican. Tenemos competitividad en la producción de los granos, sin ser un país especialmente apto para la agricultura, pero funciona bien. Un país ganadero, excepcional e históricamente ganadero, y allí hay una gran fortaleza en cosas que también se han hecho en otras administraciones de gobierno que han posicionado al país en el mundo y que hay que valorar. Las carnes uruguayas son reconocidas en base a un trabajo que obedece a muchas cosas: el tema sanitario, la trazabilidad, la genética, el trabajo confiable, creíble de todas.

-¿Qué me dice del negocio ganadero?

-En el negocio ganadero, si comparamos los precios relativos en la región, estamos en una buena condición de valores. No podemos, ni debemos esperar los precios coyunturales del año pasado, no podemos pensar que sean estructurales y pensar que Uruguay tenga el precio más alto del mundo. El problema nuestro es bajar los costos.

-¿Este valor del gordo, sumado a la corrección cambiaria, no es compensatorio?

-Totalmente. Esto hace pensar una razonable expectativa para el sector ganadero de carne.

—Habló de la trazabilidad. En el mundo es una fortaleza, pero acá tiene detractores, ¿Cuál es su posición?

—Seguramente algunos colegas productores se enojen, pero estoy convencido que la trazabilidad ha sido un acierto, más allá que hay errores, pero creo que el mundo va para ese lado. Para poder identificar el producto, y eso en el tipo de producción que tenemos nosotros, que es de nicho, porque no podemos competir en volumen sino en calidad, creo que es fundamental. Pero sé que hay críticas, con argumentos, de otro lado.

—Van por el lado que los productores no han recibido las ventajas de la diferencia de valores, como otros eslabones de la cadena.

—Esa crítica es cierta, pero que hagamos algo que inmediatamente no es reconocido por el mercado, que el precio no llegue, no quiere decir que la cosecha y hacia donde estamos yendo, no vaya a dar sus frutos. Por ejemplo, como criador de Hereford, hemos sido líderes como en muchas otras cosas, en la prueba de eficiencia: determinar qué ganado comiendo lo mismo, gana más kilos y más carne. Ya hay información confiable a nivel de Hereford y el productor, el criador, no obtiene un sobre precio; pero en algún momento va a llegar. Y las cosas hay que hacerlas, llevan su tiempo que el mercado le reconozca su valor. Esto de la trazabilidad también. Entiendo lo que se dice, comprendo los argumentos y la inmediatez que tiene un costo, un esfuerzo importante y una complejidad que todos los productores la vivimos. Yo produzco para Cuota 481 y la trazabilidad es una de las cosas que la permitió.

—Mencionó la sanidad que distingue también a Uruguay en el mundo. ¿Cómo ve este rumor de habilitar la importación de ganado en pie?

—Con la confiabilidad que lamentablemente está presentando en este momento el barrio, estaríamos arriesgando mucho. Más allá de ese enfoque puramente sanitario, en una visión de apertura económica liberal, debería ser algo que funcione. Las puertas tienen que ser de “vaiven”, de eso no hay dudas. Ahora, tiene tantos argumentos a favor, como en contra. Es un tema muy complejo. No sé si es el momento para comprometer algo tan importante.

 

"El Hereford uruguayo

es bueno acá, pero

lo es también en

todo el mundo”

-¿Cómo es el sistema productivo de La Elisa?

-Nuestra empresa está en dos predios: en Paysandú se hace la parte de corral, con un basamento en la agricultura y la ganadería es el subproducto de la agricultura. Por el tipo de campo. Y en Florida está la cabaña.

-¿Qué agricultura hacen?

-Hacemos de secano, estamos estudiando un proyecto de riego, pero básicamente en verano hacemos soja, maíz, sorgo y de invierno puentes verdes, cebada y trigo. Tenemos afectada toda el área posible a la agricultura. De ahí nos producimos nuestra propia comida. En las rotaciones de la soja con maíz. Tiene la flexibilidad que tomamos los que necesitamos y vendemos el resto. Ahí tenemos el corral.

-¿Cómo es la invernada?

-En La Elisa hacemos tres tipos de invernada: en una zona de montes nativos y bajos invernamos vacas que compramos, tratamos que la mayoría sean Hereford por el porte que debe tener una vaca para que nos tome los mejores precios del mercado. Luego, en las rotaciones agrícolas hacemos invernada de novillos un poco más grandes, hemos hecho alguna experiencia muy linda de terminarlos en los últimos 30 a 45 días a corral con buenos resultados. Y luego, la Cuota 481 con los terneros que entran al destete para el corral, tienen su recría, con un doble manejo: algunos se sueltan, pasan primavera y verano en los pastos y vuelven al corral para la terminación. Y otros, los más precoces y de mejor genética, continúan y salen por noviembre o diciembre.

-¿Qué opina del futuro de la Cuota 481?

-Desde el año pasado tiene incertidumbres, después se determinó cómo iba a continuar, que sabemos va a ir decayendo, para lo cual Uruguay tendrá que buscar un sustituto, porque el corral es un elemento muy importante en toda la estructura para la agricultura, para la ganadería, para el sostenimiento de precios. Significa mucho dinero. Ahora, hubo negocios concretados que con esto del Covid-19 medio que se rompió, luego se volvió a arreglar. Es decir, pasamos muchos nervios, porque con los ganados encerrados, prontos, es una inversión importante. Eso se resolvió y parecería que hay la posibilidad de negocio de Cuota 481 para fin de año. Todos los productores de corral estamos pendientes de eso.

-¿Cómo es el manejo de los costos para el corral?

-En todas las actividades que trabajo soy muy detallista, me gusta llevar los costos. El corral se vuelve eficiente en función de la eficiencia agrícola. Si tengo costos de alimentación baja, obviamente me permite hacer negocios con precios aún más bajos. Todas las empresas vamos a tener que apuntar a poder vender productos a menos precio y con más márgenes. Para eso tenemos que volver eficiente la producción. Ya sabemos que, con tal precio, podemos o no hacer negocios. La variable ajuste en este caso, que compro el ganado, es el precio que puedo pagar o no. Este año tuve que dejar pasar muchos lotes, porque en mis números no me daban.

“Tengo el honor de conducir la cabaña más antigua del país”.

Ud. es la cuarta generación de una familia que hace 133 años selecciona Hereford ¿Cómo es el Hereford de La Elisa?

-Tengo el honor y el orgullo de conducir la cabaña más antigua del Uruguay de todas las razas. Las otras dos áreas de primos, los Aznárez Elorza y Nin Elorza, rematan con nosotros sus producciones. El Hereford ha ido evolucionando, basta ver las fotos de los Grandes Campeones, acá, en Argentina, o en Estados Unidos y en Canadá para comprobar cómo el biotipo se ha ido transformando. Hoy, felizmente la información objetiva hace que las decisiones que tomo, seguramente son más fáciles que las que tomaba mi abuelo Elorza para poder avanzar en genética. Hoy las herramientas a disposición de los cabañeros y de los criadores, son maravillosas. Hay un avance impresionante. Hay un trabajo de investigación, técnico, con el apoyo del INIA, en la integración que tenemos con la Panamericana. Tenemos las condiciones de sanidad para hacerlo, la información objetiva que tiene, sobre todo el Hereford uruguayo, es bueno acá y es bueno a nivel mundial. No hemos podido llegar a EEUU, no por falta de demanda, sino porque nos han puesto alguna traba.

-¿En dónde pone el foco de selección?

-Primero que la información objetiva sea destacada en la raza: bajo peso al nacer, facilidad de parto, tanto directa o materna, alto crecimiento, características muy buenas de carcasa, circunferencia escrotal. Miramos mucho la colocación de los ojos por la incidencia que tiene en estas latitudes los rayos UV y a su vez que tengan pigmento. Buscamos producir animales que sean realmente rústicos y que den un peso final, tanto en los novillos, como en la vaca, no debemos olvidarnos que para el productor la vaca de descarte es una parte importante en su negocio. El tipo de ganado que aspiramos, y creemos que estamos produciendo, es ese. Un ganado rústico, con gran facilidad de parto, que lo hemos ido logrando y estamos muy conformes, y con un peso final del novillo, como la vaca de descarte, que defienda al productor cuando hace su negocio.

-¿Cómo define a sus toros?

-Producimos toros para criadores comerciales, y genética también para otros colegas. Además, “La Elisa” es una cabaña abierta, nosotros compramos genética aquí en Uruguay, donde encontramos la que nos es útil, sea a través de semen, de embriones, de animales en pie, como también en el exterior. Criamos las dos variedades, el astado lo tenemos cerrado, es 100% puro y el mocho estamos tendiendo a llevarlo a que sea homocigoto, un valor importante.

-¿Qué tal viene la fila para el Prado?

-Tenemos unos buenos animales, veremos después, siempre pasa que a veces alguno llega mejor, otros no llegan, les pasa algo. Y en la cabaña es como el deportista de alta competencia, siempre tiene un riesgo que pueda ocurrir algún tipo de lesión, por lo que me gusta ser muy cauto.

-¿Cómo es la preparación de los toros?

-El animal que llega al remate, primero tiene toda su crianza hasta el destete a pasto, luego en una recría y una terminación a corral y los últimos dos meses los paso a pasto, en su readecuación a la alimentación. Realmente es un costo para mi más barato prepararlos de esa forma que hacerlo exclusivamente a pasto y en verdeos.

-¿Cuál será la oferta del remate?

-Vamos a tener seguramente entre 50 y 60 toros, en su mayoría Polled Hereford de las tres cabañas. Los astados son todos de La Elisa. El 85 o 90% de los toros son de 2 años, hacemos parición de otoño, por lo que hay toros de 2,5 años. Todos están muy bien. Este año además presentaremos por primera vez vaquillonas de pedigree a venta.

 

No siempre se saluda al indicado tras la cocarda...

-¿Qué significa una cocarda en el Prado?

-Es un reconocimiento, le tengo gran respeto a las exposiciones porque sabemos lo difícil que es llegar con un animal. además de una alegría es un reconocimiento que se le hace a la gente que trabaja todos los días. Por el esquema que tenemos de selección, cómo opera nuestra empresa, el plantel lo tenemos en Florida y luego del destete se van, salvo los de la cabaña, para La Elisa en Paysandú. Es ahí que a veces uno puede cometer errores, en la selección muy temprana y generalmente eso ocurre con los animales de muy bajo peso al nacer, que de terneritos a veces no lucen. La preparación en la cabaña, es algo pasional, la base es el cabañero, la persona que está todos los días con los toros. Tiene que gustarle, tenerles cariño a los animales. Entonces la cocarda es un homenaje más que nada a ellos, porque a veces uno gana un premio y lo felicitan, pero al que hay que felicitar es al cabañero.

-¿Es optimista para la zafra?

-Sería razonable que se vendieran los toros. No sé en qué valores, porque va a depender de muchas cosas, pero es razonable que la gente apueste al negocio ganadero, porque es uno de los negocios que seguro van a funcionar. Y en los precios que en ese momento sean razonables, se tendría que vender la zafra. Sin dudas.

Pablo Mestre
Pablo Mestre

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