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Menos machucones y más divisas

Dispositivo uruguayo evita daños del ganado durante el transporte hacia los frigoríficos.

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Pablo Antúnez.

Un dispositivo creado por uruguayos y adaptado a las jaulas de los camiones de transporte de haciendas que se utilizan localmente, mostró que puede reducir sensiblemente el número de machucones y lesiones en el ganado, convirtiéndose en otra alternativa para evitar las pérdidas anuales millonarias en las remisiones de haciendas a faena.

Más allá de evitar daños económicos a una de las cadenas con mayor vocación exportadora y generadora de divisas, la tecnología que ya está probada científicamente, asegura el bienestar animal, atributo que algunos países ya están certificando y que tanto preocupa a los consumidores de Japón, Estados Unidos, Unión Europea y otras naciones del primer mundo. Esos consumidores están dispuestos a pagar más dinero por un producto que certifique este atributo.

La Tercera Auditoría de Calidad de Carne, desarrollada por el Instituto Nacional de Carnes (INAC), el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) y la Universidad de Colorado (Estados Unidos) mostró un incremento de los machucones cuando se presumía que habían caído, pero hubo una caída en las pérdidas por animal y en el total final. En el primer monitoreo en 2003 se perdían US$ 23,78 por animal y en total llegaba a US$ 47.148.498. En la segunda auditoria en 2008, las pérdidas habían caído a US$ 16,25 por animal y US$ 32.202.067. En 2013 que fue la última medición, se había llegado a US$ 15,5 por bovino faenado y US$ 30.708.392.

Interés.

El dispositivo que se conoce como Progat (Protección para Ganado en el Transporte), combina tecnologías ya existentes y utiliza el sistema de aire comprimido de los camiones que está incorporado al sistema de frenos (la válvula tiene cuatro vías), usando una de las vías que está libre. El inventor del Progat, José Lestido, explicó que el sistema es modular, porque las jaulas de ganado son todas diferentes y dijo a El País que “está compuesto por placas de goma que se colocan formando una faja interior a la altura del costillar y la cadera de los animales”. Esas fajas evitan que se golpeen contra fierros y filos que tienen las jaulas de hierro que se usan comúnmente para mandar el ganado a faena en los frigoríficos uruguayos.

A su vez, como hay machucones importantes que se producen cuando los animales suben y bajan del transporte, en las puertas de la jaula, “se utilizan unas aletas que conforman como un embudo y encauzan a los animales. Tras la operación de carga y descarga, quedan chatas contra la jaula del camión”, explicó Lestido.

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Por ahora está instalado en un camión, que fue el que utilizó para realizar un ensayo con la Facultad de Veterinaria y el dispositivo será probado por la especialista en bienestar animal, Temple Grandin, catedrática de la Universidad de Colorado y referente en la materia para la industria frigorífica y la producción, en el marco de una jornada práctica que se hará el sábado 21, en un establecimiento ganadero de Durazno. En ese predio también hay mangas curvas, sistema que se promueve en el mundo como uno de los más eficientes en cuanto al respeto del bienestar animal.

Lestido dijo también a El País que el dispositivo que evita machucones y pérdidas durante el transporte, carga y descarga del ganado, ya tiene solicitudes de patente en Estados Unidos, Canadá, Unión Europea, Australia, Nueva Zelanda y China. En lo local, explicó que esta tecnología despertó gran interés en la industria frigorífica regional, por lo que ya se comenzaron los contactos. “Hasta ahora mantuvimos reuniones con distintos grupos y empresas de frigoríficos para presentar el proyecto. Estamos en esa etapa”, destacó Lestido.

Efectividad.

El Estudio de Efectividad realizado por la Facultad de Veterinaria y el Programa de Bienestar Animal impulsado por el Centro Colaborador de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) para las Américas, que dirige la Dra. Stella Maris Huertas, mostró que el ganado transportado en camiones con el sistema Progat instalado, presentan 5% menos de contusiones en los cortes del trasero (los de mayor valor) frente a los transportados en camiones tradicionales, implicando un potencial de ahorro del 30% (serían US$ 3.250.000 anuales). Si se lleva ese valor obtenido a la última auditoría de calidad de carne de 2013, se llegaría a pérdidas por animal de US$ 6,48 y pérdidas totales de US$ 2.276.187.

Huertas explicó a El País que el estudio abarcó al menos 15 viajes iguales de camiones idénticos, uno con el Progat instalado y otro sin el dispositivo. La conducción del camión desde el predio al frigorífico la hicieron dos choferes que a juicio de la empresa de transporte que participó en el ensayo, eran los que manejaban lo más parecido posible. Los dos camiones salieron siempre del mismo establecimiento de producción, que tenía al menos 70 animales iguales para embarcar. Siempre dependiendo del tamaño se embarcaron entre 30 y 35 animales en cada camión. Salían el mismo día, a la misma hora, por la misma ruta y llegaban a cuatro diferentes plantas de exportación (PUL, Las Piedras S.A., San Jacinto S.A e Inaler).

Detalles.

La distancia promedio recorrida fue de 256,6 kilómetros con mínimo de 30 km y máximo de 645, con ganados provenientes de Artigas, Canelones, Cerro Largo, Durazno, Lavalleja, Rivera, Rocha, Salto, Soriano, Tacuarembó y Treinta y Tres. El dispositivo más usado para la descarga en las plantas de faena fue la bandera, solamente en dos viajes se usaron palos y picana. A nivel de establecimiento, en los embarques presenciados por los observadores (fueron 6 embarques de camiones gemelos), el sistema de bandera se usó en el 50% de los casos, seguida de 11% de picana, 5,6% de palos y 5,6% de gritos.

A nivel de conclusiones, es importante señalar que en las playas de faena, se observaron -sin conocerse el medio de transporte- 2.354 medias carcasas provenientes de animales que fueron transportados en ambos camiones. El 40% del ganado no presentó ningún hematoma, el 60% presentó al menos una lesión, considerando incluso las que tenían entre dos y más machucones.

“Desde el punto de vista del bienestar animal, si bien no es la panacea, el sistema protege. Hubo diferentes días de transporte, con tormenta, con camiones que se quedaban trancados en el barro. Se midió en condiciones reales”, afirmó Huertas, directora del Programa de Bienestar Animal de Facultad de Veterinaria y referente para OIE y las Américas.

“Todos los bordecitos que tienen las jaulas de hierro de nuestros camiones quedan cubiertos y protegen los animales. No encontramos en el ensayo los famosos machucones grado 3, que son aquellos que dañan músculo y hasta hueso, que denotan un daño importantísimo y un sufrimiento importantísimo en los animales. Esos machucones no se vieron, pero tampoco se encontraron en el camión convencional”, destacó la experta. El ensayo abre un nuevo camino de mejoras.

El bienestar animal y un consumidor preocupado.

En 1995, el año en que se fundó la Organización Mundial del Comercio (OMC), las normas de sanidad animal de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) fueron reconocidas como referente para la OMC en la categoría de medidas sanitarias. En 2002, a petición de sus países miembros y al observar que la sanidad animal era un componente clave del bienestar animal, la OIE amplió su mandato para incluir normas sobre bienestar animal y para tomar la iniciativa en esta disciplina a nivel internacional. Con los años el bienestar animal pesa más fuerte sobre los consumidores, principalmente en el primer mundo, por lo que certificar productos con ese atributo se abre como una opción de valorización. Uruguay va por ese camino en carnes, pero aún queda mucho por hacer para satisfacer a un consumidor preocupado por el respeto al medio y a los animales.

Redes sociales: un aliado del consumidor.

Los consumidores tienen hoy otras herramientas para criticar, “escrachar” o hacerle mala fama a una empresa, un producto o incluso a una persona: las redes sociales. El año pasado, la difusión de un video en redes sociales donde se mostraba en un frigorífico de cercos animales mal insensibilizados colgados de los garrones y peleando para zafarse, se sumó a otros videos “caseros” en frigoríficos de Francia, donde se mostraba animales prácticamente cuereados vivos. Los consumidores europeos y de todo el mundo reaccionaron con furia y el Parlamento europeo actuó rápido.

En el Río de la Plata, un video sobre la esquila realizado en Argentina, mostró el supuesto “mal trato” hacia las ovejas y generó una movida en la Unión Europea contra el uso de prendas de lana que afectó el mercado.

Pablo Mestre
Pablo Mestre

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