El jurado Hereford en Expo Prado dijo que la jura “determina la orientación hacia el animal que cada Soc. de Criadores apunta a producir para lograr la mayor rentabilidad posible en cada sistema”.
Pablo D. Mestre
-¿Qué representa ser jurado en la Expo Prado?
-Primero que nada, una gran distinción por parte de la Directiva de Hereford, que depositan la confianza en mi criterio personal para ordenar lo mejor de la genética nacional en la principal muestra del país.
Por otro lado, un gran desafío que asumo con inmensa alegría y orgullo personal y familiar, ya que desde niños hemos estado en la platea, y es siempre un anhelo para un cabañero poder jurar ahí.
Eduardo Stirling jurando en Inglaterra
-¿Cuánto le pesa el antecedente familiar?
- Me siento un privilegiado y orgulloso de mis antecesores… En primer lugar, por mi padre Oscar, que ha sido y es para mí, una referencia y ejemplo en la vida. Fue él quien mantuvo la cabaña Hereford y depositó en mí la confianza de conducirla hace ya más de 20 años… Por otra parte, tanto mi bisabuelo Julio, fundador de la Soc. de Criadores, como mi abuelo Eduardo, que fue me contagió la pasión por la raza y llegó incluso a jurar Hereford en Inglaterra, son sin dudas “desde allá arriba”, un respaldo que tengo a mis espaldas. Parafraseando a un doctor francés diría que “En la pista solo se ve, lo que se aprendió a mirar”.
-¿Qué espera encontrarse en la pista?
-Espero encontrar un nivel espectacular, lo visto en Durazno y el Prado pasados lo anticipan…
-¿Cómo ve a la raza hoy?
-La raza está en una línea moderada, muy productiva, conjuntando tipo racial con datos objetivos cada vez más completos. Con un tipo de ganado que con matices, los cabañeros y productores estamos convencidos que es lo que nuestra ganadería precisa. El hecho que los grandes campeones se difundan a nivel comercial lo marca claramente.
Y la Sociedad de Criadores está posicionada como debe ser, procurando matizar la extensión y difusión de las virtudes de la raza, con la investigación de punta. Hereford como siempre está a la vanguardia, en conjunto con INIA en éste sentido, la prueba de eficiencia de conversión, la medición de emisión de gas metano por parte de los animales, son solo un par de ejemplos de ello. Y apuntando siempre a la mejora de la ganadería toda, sin excepciones.
Estoy convencido de que a nivel ganadero debemos cinchar parejos, cada uno desde su lugar, sumando entre las diferentes razas, por el bien común, que son la familia ganadera y agropecuaria en general.
-¿Con qué criterios ordenará las filas?
-Los criterios de jura son fenotípicos y con datos objetivos, pero la realidad indica que los Deps han evolucionado en casi todos los parámetros y es difícil ordenar en base a ellos.
Hereford significa un animal pesado, equilibrado en todas sus líneas, con mucha carne donde ella vale. Eso significa buenas traseras, anchas, que bajen hacia el garrón, con profundidad de costillas, musculoso pero suave en su delantera. En machos se busca que tengan buena capacidad testicular y con tipos correctos de prepucio. En hembras, la amplitud y angulación de caderas, así como una correcta conformación de ubre.
Todo eso a su vez se debe acompañar de algo fundamental que es la facilidad de desplazamientos y la corrección estructural de aplomos.
Por último y no por eso menos importante, la posición de cuello y cabeza, la colocación de ojos y la pigmentación de la mucosa ocular, completan una idea de lo que buscaremos en la pista.
“Hereford significa
un animal pesado,
equilibrado y con
carne donde vale...”
- ¿Cree en el “golpe de ojo”?
-El golpe de ojo es importante, pero creo más en la suma de condiciones que uno va observando durante la jura, siguiendo un método que permite ver cada detalle de cada animal que entra a la pista.
-¿Cuánto inciden los datos objetivos, son determinantes en la definición?
-Hay algunos datos que pueden ser determinantes, en una definición pareja, a pesar de que como te decía antes, no haya grandes diferencias a este nivel.
Y estos datos pueden ser tanto Deps, como las medidas de peso, grasa, o circunferencia escrotal.
-¿Qué marca la pista del Prado para la ganadería en general?
-A nivel general, en todas las razas y especies, el Prado es la pista donde las cabañas que exponen llevan su mejor genética. Y la cabaña es el vértice superior de esa pirámide tradicional, desde donde por distintos eslabones debe llegar a los criadores base. Entonces, la jura determina la orientación hacia el animal que cada Sociedad de Criadores apunta a producir para lograr la mayor rentabilidad posible en cada sistema. Por eso también lo del principio, es una gran distinción ser parte de ello.
-¿Para Ud. es lo mismo hacer la tarea si se realiza la Expo sin público?
-El orgullo que esta designación conlleva, no cambia. Pero ciertamente, el público es muy importante. Porque allí están los cabañeros, sus familias, los criadores en general, profesionales del rubro, estudiantes, etc. El Prado es la fiesta del campo, un lugar de encuentro, entonces sin dudas que no es lo mismo.
Y más allá de las posibilidades de transmisión, estar en vivo es muy diferente. Los propios cabañeros llevan al Prado para mostrar los animales, y la jura y sus explicaciones es básicamente dirigida al público. Ojalá todo se pueda desarrollar con la mayor normalidad posible en este sentido.
-¿Es posible dejar a todos conformes, o sólo será una buena jura “para los que ganen”?
-Creo que una buena jura pasa por realizar una tarea ordenada, metódica, clara, consistente. Teniendo claro lo que uno busca y ordenando en base a ese criterio, ponderando y explicando en cada caso los por qué.
La conformidad en primer lugar es con uno mismo, poder terminar la jura y haberla disfrutado, de haber podido encontrar en cada categoría un animal que nos gusta. En segundo lugar espero dejar conforme con mi trabajo a la Directiva que me nombró, que ese tipo de Hereford que hablamos quede plasmado “en la cancha”. Por último y no menos importante sentir el respaldo de los cabañeros, que más allá de querer ganar, sientan que nuestro trabajo fue hecho a conciencia y de manera honesta.
Todos los que hemos estado en una pista sabemos que a veces entre ganar y perder hay un detalle… Que en la fila de campeones normalmente hay dos o tres animales que pueden ganar, y allí solo es diferencia de matices y gusto personal.