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El cambio en la demanda de carne es estructural

Hay un antes y un después en la incursión de China

Indarte

En el marco de la inda, la actividad fue organizada por Indarte y Cía. y Gletir Corredores de Bolsa.

Según el Ing. Agr. Rafael Tardáguila, el cambio de la demanda por carne vacuna es estructural. El director de Tardáguila Agromercados lo aseguró durante la conferencia organizada por las firmas Indarte y Cía y Gletir Corredores de Bolsa en la Expo Prado. En la actividad, el analista expuso sobre las expectativas del mercado de la carne e Ignacio Bartesaghi, docente de la Universidad Católica (UCU), sobre las implicancias de la guerra en el este de Europa y sobre la inserción internacional de Uruguay. También participó el economista Santiago Jauregui, de Gletir, quien se refirió a la relación entre el tipo de cambio y los precios de los Commodities.

Para Tardáguila, hay un antes y un después de la irrupción de China como demandante de carne vacuna. Diez años atrás sus importaciones eran insignificantes y actualmente es, con luz, el principal importador mundial. Dijo que, más allá de que se prevé una moderación de la demanda en estos próximos meses y el año que viene, no dejará de ser el destino prioritario. “Es como que se le hubiera puesto un segundo piso al mercado”, afirmó, y recordó aquello que se decía antes de que “cuando cada chinito coma un churrasco más el mercado iba a cambiar, hoy se hizo realidad”.

Más allá de este cambio estructural, en el actual contexto, para Tardáguila, los precios máximos alcanzados en el primer semestre quedaron atrás y las referencias para los próximos meses se ubicarán un escalón por debajo.

De todas formas, opinó que no es probable que se vuelva a las referencias de precios que eran usuales previo al espiral alcista del último año. Más allá de la moderación de la demanda desde China en las últimas semanas, las expectativas son que siga siendo un jugador más que trascendente como importador de carne vacuna. La demanda internacional por el producto era de 6-7 millones de toneladas anuales antes de la irrupción de China. Ahora es de unos 10 millones de toneladas.

“Más allá de las lógicas oscilaciones que existen y siempre existirán en los mercados, todo indica que China seguirá siendo un jugador clave. Hay argumentos que permiten asegurar que el consumo de esta proteína animal llegó para quedarse en China”, expresó.

Inserción internacional. Bartesaghi, en tanto, se refirió a la inserción internacional de Uruguay en este nuevo ordenamiento mundial, que incluye un eje entre China, Rusia y la India, que enfrenta a Occidente, básicamente Estados Unidos y Europa.

El docente de la UCU dijo que desde tiempo atrás Uruguay ha puesto un marcado interés en profundizar sus relaciones con China, hoy su principal socio comercial. Más recientemente durante el gobierno de Lacalle Pou se ha cerrado el estudio de factibilidad como paso previo al inicio de negociaciones para suscribir un acuerdo bilateral con China, el que tendría un impacto muy positivo en el sector agrícola uruguayo, que en la actualidad enfrenta altas tasas arancelarias y desventajas comparativas con sus principales competidores comerciales en el mercado chino.

Mostró las tasas arancelarias que hoy debe pagar Uruguay para acceder a sus principales mercados de destino y las que pagan países como Australia y Nueva Zelanda, quienes ya cuentan con tratados comerciales con varios de los principales compradores, entre ellos, China.

Para Bartesaghi, este intento de inserción internacional del país no está exento de polémicas, ya que Uruguay enfrenta un debate a nivel regional sobre la viabilidad de avanzar en acuerdos bilaterales sin violentar las normas regionales, mientras que a nivel internacional enfrenta los reclamos de EEUU y de la Unión Europea que, en el marco de la guerra en Ucrania, profundizaron su puja geopolítica con China.

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