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Se fijó precio provisorio para la bolsa de arroz de la zafra 2024/45 en US$ 11,05, con préstamo de US$ 0,45 de industria

La campaña más voluminosa de la historia enfrenta desafíos con un mercado internacional lento y con precios bajos

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Arroz.
Hernán Zorrilla.

Cerrando el mes de junio, los directivos de la Asociación Cultivadores de Arroz y los 4 molinos adheridos al sistema precio convenio (Saman, Coopar, Casarone y Adecoagro) llegaron a un acuerdo para el precio provisorio de la zafra 2024/25, fijándolo en US$ 11,05 por la bolsa de arroz de 50 kilos sano, seco y limpio. A esto se suma un crédito de 45 centavos de dólar otorgado por la industria que configura, en la mayoría de los casos, un ingreso neto de US$ 11,50 para el productor al último día del mes de junio, pudiendo así hacer frente a pagos de proveedores, vencimientos y otros. Como suele suceder, la variedad Olimar tuvo un premio de 60 centavos de dólar, al tiempo que Tacuarí hizo lo mismo con US$ 1,20 por encima del valor de referencia para las variedades generales. Para entender este contexto y explicar una baja tan abrupta de US$ 6 por bolsa frente al precio definitivo de la campaña anterior, que concretó las ventas de la campaña 2023/24 por US$ 17,05, es preciso hacer algunas consideraciones.

“Tenemos muy reciente en el calendario una zafra récord en precios”, comenzó diciendo Guillermo O´Brien, presidente de la gremial, agregando que “los productores de arroz que están cerca del precio convenio lo pueden entender, como en 3 o 4 meses cae US$ 6, porque es preciso recordar que el 23% final de la zafra anterior se comercializó con el mercado en baja, de setiembre u octubre en adelante cuando India reabrió las exportaciones”. En este sentido, sostuvo que Uruguay cerró las ventas de la campaña anterior con valores parecidos a los que comenzó la nueva, y eso explica en parte el motivo del descenso tan abrupto.

Además, es preciso saber que esta zafra es la más voluminosa de la historia, con más de 182.000 hectáreas sembradas en el país, un rendimiento marcado según el último taller de INIA en 9.407 kilos por hectárea en promedio y un volumen total final cercano a 1.700.000 toneladas.

“Todas las zonas del mundo han producido muy bien, incluyendo el Mercosur que tiene el mayor volumen cosechado en su historia”, dijo O´Brien, agregando que esto incidió mucho en el mercado bajo la ley de oferta y demanda. El mercado internacional mostraba valores en torno al 38% de baja, mientras que el precio provisorio se fijó con un 35% de la zafra vendida.

“La gran pregunta ahora es ver cómo se van a comportar los dos tercios que faltan vender”. Como referencia, O´Brien afirmó que los últimos negocios de arroz paddy están en el entorno de US$ 286 por tonelada, lo que muestra un problema, porque de seguir así, habrán dificultades para definir un definitivo satisfactorio.

“La composición esta de US$ 11,05, sumado a un crédito de la industria es una buena fórmula, que ya se ha usado en el pasado, para salir de las cuentas al 30 de junio”, afirmó el presidente de la gremial, agregando que es un crédito que administra la industria en función de las cuentas de cada productor, pero “creo que el 80% de los productores van a poder tomarlo”.

Nicholás Lawlor, gerente de Casarone y presidente de la Gremial de Molinos Arroceros, destacó la madurez de la directiva de ACA y su presidente por entender el contexto en que se realizaron las ventas para marcar el precio final. “Ir por la tabla de desacuerdo, que marcaba US$ 12, 28, era muy riesgoso por la cantidad de dinero que podían necesitar devolver los productores en caso que el mercado no mejore, es más de US$ 1,20 por encima”, razonó. Por este motivo, celebró la decisión de buscar un valor que no genere tanta incomodidad en ambos lados y no deje a los productores a merced de un mercado que, hasta ahora, no ha mostrado señales demasiado favorables.

“Para cómo venía el semestre, creo que salimos bien con la industria con este mix de precio y crédito”, sostuvo O´Brien, coincidiendo con el razonamiento de Lawlor, en el entendido de que si la zafra no cambia drásticamente los parámetros por los que viene transitando, sería imposible alcanzar valores que sitúen, por ejemplo, a la bolsa de arroz en los estándares que marcaba la tabla de desacuerdo (mecanismo que se puede utilizar dentro del contrato del sistema precio convenio).

Tanto Lawlor como O´Brien destacaron, una vez más, la dinámica del sector arrocero y la tónica de las negociaciones. “Seguimos yendo juntos a eventos fuera del país a mostrar un sector integrado, y cuanta más información llevemos de ambas partes es mejor”, indicó el presidente de la Asociación Cultivadores de Arroz quien, además, mencionó la posibilidad que tienen los productores de ver los negocios que hace la industria y los valores a los que comercializan el arroz, siendo que esto refuerza en gran medida que las discusiones en la negociación no tienen que ver tanto con la captación de los valores, sino muchas veces con cuestiones internas de eficiencia y costos.

Sobre el cierre de la campaña, O´Brien dijo que con estos US$ 11,50 de ingreso de los productores se puede encaminar la zafra que viene, aunque sin dudas, uno de los principales factores que inclinará el péndulo de la balanza es la comercialización del 65% de arroz que falta colocar.

Para todo lo antes mencionado, Uruguay debe desarrollar un trabajo muy fuerte en la reducción de costos, ya que cuando los precios no son favorables, un rubro con alto costo por hectárea queda demasiado vulnerable frente a la posibilidad de hacer rentable la zafra.

“Vamos a tratar de tener una reunión con la ministra de Industria para trabajar juntos”, aseguró O´Brien, refiriéndose concretamente en el arroz a los beneficios que se puedan tener en el uso de la energía en las tarifas de riego, no solo para arroz sino para otros cultivos.

El sector arrocero atraviesa un cambio de tendencia y requerirá de creatividad, eficiencia y trabajo integrado para navegarlo con éxito.

Arroz.
Arroz.

Se espera reducción de área en Uruguay y el Mercosur

La siembra de arroz para la zafra 2025/26 está puesta a prueba por las propias condicionantes del mercado.

“Las áreas periféricas se van a dejar de plantar porque el negocio va a ser más ajustado”, indicó Lawlor. Si bien hay algunas áreas de Estados Unidos que se vienen reduciendo, no se esperan mermas de importancia en Asia y eso es un problema. “Hay mucho arroz en el mundo, hay que ver qué hace Brasil, donde los productores también están peleando por los precios y el bajo márgen del negocio” agregó, indicando que se espera una reducción de superficie sembrada en el Mercosur en su conjunto, pero Uruguay al ser el país que tiene los costos más altos es el primero que “se queda sin oxígeno con los precios bajos a nivel internacional”. Lawlor indicó que se espera una baja de área, pero eso dependerá también de la cantidad de agua que haya disponible en el momento de la siembra. Guillermo O´Brien por su parte, dijo que ve la próxima campaña con preocupación porque el mercado está frenado en precios y con una magra dinámica de negocios, y no se sabe por cuánto tiempo se podría extender.

Consultado sobre si había forma de prepararse para un momento así, el presidente de ACA dijo que era difícil porque la mayoría de los costos son en insumos, y no depende de la productividad como sí sucede con parte de las rentas que se pagan en bolsas. Sobre la baja de costos, dijo que puede ser que suceda, pero no vislumbró una baja que rompa los US$ 2.000 por hectárea hacia abajo, por lo cual no hay un cambio sustantivo en la ecuación.

“Estamos frente a una siembra de extremo cuidado, e imagino que en Uruguay puede haber un descenso de 10.000 a 15.000 hectáreas de arroz.

Para cerrar, O´Brien contó que hay represas en el norte con 70% de agua, mientras que en el este algunas fuentes tienen solo un 50%. Este tambiénpuede ser un factor importante a la hora de definir el área que se va a sembrar.

Cecilia Pattarino asumió como nueva gerenta de ACA

La ACA también tuvo cambios recientes en su estructura interna, ya que ingresó la ingeniera agrónoma Cecilia Pattarino como nueva gerente general, en sustitución de la Ing. Agr. María Eugenia Bica.

Pattarino viene de desempeñar su labor durante los últimos 4 años en Uruguay XXI y comenzó la transición el 1° de junio.

Bica ingresó a la ACA en 2019, recorrió distintos cargos en el departamento técnico y luego ingresó a la gerencia general.

“Quiero destacar a María Eugenia como profesional y como persona, con una forma de llegada muy destacable con los productores, conociendo en poco tiempo las distintas realidades”.

La Asamblea, realizada el pasado viernes 20 de junio en Treinta y Tres, marcó el cambio en esta posición de ACA.

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