En el norte hay 30.000 hectáreas sembradas de arroz con un 70% casi en floración, por lo que “estamos entrando en los últimos 25 o 30 días de necesidad de riego. Vamos a llegar porque se tomó la precaución de guardar algún metro cúbico más de agua frente al año pasado que ya fue crítico y se perdieron 1.500 hectáreas”, dijo O´Brien, productor arrocero del norte. “La soja de secano y el maíz de primera están muy golpeados. En el norte ya hay algún maíz que se está ensilando. En el mundo de la ganadería, donde acá la mayoría del área es campo natural, se dice que es una de las secas más importantes, al nivel de la de 1988 y 1989”, agregó.
Para el arroz se tomó algún recaudo más que el año pasado, y se previó un 5% o 10% más de volumen de agua por hectárea para el riego. “En secano no hubo muchas medidas. La soja de secano fue ocupada en partes con pasturas y como experiencia novedosa empezamos a regar soja y maíz por surcos. En el norte, más allá de la seca de este año, en cultivos de secano que ponemos mucha plata en juego y las posibilidades son bajas es complejo llegar al buen desarrollo y expectativas sin riego”, agregó O´Brien.
Finalmente, el directivo de la Asociación de Cultivadores de Arroz dijo que “hay que respetar los niveles de inversión y decidir plantar pero bajo riego en el norte. Como país debemos aprender a ayudar desde el lugar que nos toca y como gremial, en estos momentos de susceptibilidad, ayudar a ver si podemos prosperar con los proyectos de las represas multiprediales que quedaron estancados. El único que se concretó fue en Rocha en la década del 80´. Este ejemplo muestra que son las obras que necesita el país para paliar estas situaciones, porque no llover no se hace llover, las reservas salen caras y hay que llegar con agua acumulada. Estas obras tienen que ser acompañadas por el Estado”