La ganadería logró aumentos pero no pudo contener la caída.
Cosecha. Foto archivo El País.
En los últimos dos años los precios internacionales de las materias primas sufrieron una caída importante que provocaron una disminución en las inversiones productivas del sector; además, los impactos climáticos, que pasaron de sequía a inundaciones, dieron el golpe de gracia a los empresarios.
Rafael Tardáguila, de Tardáguila Agromercados, comentó en radio Carve, según proyecciones realizadas por su consultora, que la facturación de los principales rubros agropecuarios (ganadería, agricultura y lechería) durante el periodo 2015/16 fue de US$ 900 millones menos en comparación al ejercicio anterior y US$ 1.800 millones menor si se suman los últimos dos.
Explicó que durante el 2013/14 se cerró un ciclo de “grandes precios” para las materias primas, que acumularon una década de beneficios para el país. A dos años de ese quiebre la facturación del país por conceptos de productos agropecuarios sumó cerca de US$ 3.400 millones.
Tardáguila dijo que el impacto más negativo se dio en el caso de la agricultura debido a la disminución del área productiva y rendimientos que no fueron los esperados, a causa de los problemas climáticos que azotaron al país. Sumando los tres principales cultivos producidos (soja, trigo, arroz), la facturación de este sector fue de US$ 500 millones menos en comparación al último ejercicio y de más de US$ 1.500 millones respecto a 2013/14.
En la lechería la situación es más alarmante. El analista dijo que la combinación entre la caída de la remisión a plantas y un desplome en el precio promedio de los productos hizo caer la facturación cerca de US$ 280 millones en 2015/16, mientras que en los últimos dos años las caída fue superior a los US$ 400 millones.
En cuanto a la ganadería de carne, ha logrado sostener sus números más estables aunque los valores promedios de venta se contrajeron en los últimos ejercicios, pero se dieron moderadamente. Aseguró que el precio promedio de los animales enviados a faena en 2015/16 fue de US$ 762 por cabeza, 6% menos que los US$ 807 de 2014/15. Además, hubo un aumento en la cantidad de vacunos faenados que hace una diferencia en la facturación de los dos últimos ejercicios US$ 75 millones menor. También es necesario agregarle a este análisis el aumento de las exportaciones de vacunos en pie que moderó la facturación.
Finalmente, la facturación de la ganadería por concepto de ventas finales (faena y exportación en pie) se contrajo en el último ejercicio en casi US$ 60 millones, pero comparado con dos años atrás tuvo un aumento del orden de los US$ 140 millones como consecuencia de una mayor cantidad de animales comercializados.
Escuche a Rafael Tardáguila: