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Precios de Putin...

Los mercados de granos están con alta volatilidad

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La única certeza en estos momentos es la volatilidad, todos los productos del agro están teniendo precios récords por la alta preocupación de abastecimiento a nivel mundial.

Hay que recordar que muchos países, entre ellos China, dependen de la importación de alimentos y energía. Estos días vimos barcos de granos alcanzados por proyectiles y en la historia del planeta, varios países han entrado en guerras civiles por falta de alimentos y energía.

En este contexto, los vendedores (los productores) a nivel mundial no saben qué hacer; venden ahora su cosecha del 22 y la del 23 o esperan que los ánimos se calmen, los costos (combustible, fertilizante, semilla, etc) también aumentarán o no tendrán stock y, además, no saben con certeza si lograrán tener margen.

Algunos precios de granos en el mercado de futuros y puertos del mundo son:

Soja: 616 US$/ton, 650 US$/ton en Brasil y 792 US$/ton en China.

Maíz: 280 US$/ton, 310 US$/ton en Brasil y 460 US$/ton en China.

Trigo: 450 US$/ton, 418 US$/ton en Brasil y 390 US$/ton en Australia.

Canola: 900 US$/ton en Francia y los países limítrofes.

Soja. Los precios de la Soja 2022 y 2023 continúan con tendencia alcista con alta volatilidad; en un día solo el precio baja y sube 30 US$/ton, siendo como si fuera una montaña de ya sabemos dónde.

En cuanto al aceite, Rusia (28%) y Ucrania (50%) exportan el 78 % del comercio mundial del mismo. Esto que estamos viviendo, genera un gran movimiento en el comercio de aceites a nivel mundial.

Comencemos por EEUU, el USDA estima una futura producción (22/23) récord, de 122,20 millones de toneladas, contra los 120,70 millones del 2022. Con una siembra de 35,61 millones de hectáreas, un poquito por encima de los 35,29 millones del 21/22, pero bastante por debajo de los 36,10 millones previstos por el mercado. Es un dato muy importante pero el mercado no le presta atención, por ahora. El USDA también aumentó la molienda de granos, como la exportación, los stocks finales y en un contexto normal esto tendría que hacer bajar los precios, pero claro hoy sabemos muy bien que el contexto actual tiene de todo menos normalidad.

EEUU continúa con buenas ventas (compras chinas) y exportaciones para el 2022, las mismas vienen semana a semana por arriba de las estimaciones del mercado, lo que significa suba de precios en EEUU.

Veamos algunos fundamentos propios del Mercado de Soja, “la lluvia”.

Esta, en algunos momentos genera complicaciones en la cosecha de Brasil enlenteciendo la misma y lo vemos en los movimientos que genera en los costos (en las bases). Brasil viene en un 50% de su cosecha, y, si el clima se lo permite, viene avanzando un 10% semana a semana.

Un estado referente como Mato Grosso, tiene en un 80% de avance de cosecha, en el 2021, a esta altura, venía en un 52%.

En Brasil el dólar también viene con mucha volatilidad, y el productor piensa, planifica y vende en reales, por eso, por momentos, detiene sus ventas porque la soja de EEUU queda más competitiva que la brasilera.

Las lluvias que se vienen registrando en zonas de Argentina, Sur de Brasil, Uruguay y Paraguay vienen ayudando a los cultivos castigados por la sequía, actuando como siempre, como un factor negativo en los precios.

En medio de todo, están, como siempre, los especuladores aportando entusiasmo y más volatilidad. La actitud de los fondos de inversión puede generar días de movimientos contrarios a lo que debería de ser, ellos miran sus números, si ganan se van y hacen bajar el precio un día que debería de subir.

La invasión de Putin en Ucrania (la cual es una vergüenza humana) genera movimientos en el comercio mundial, monedas, bolsas, alimentos y mucha inflación. Incluso todo esto podría llegar a mostrar cambios en las políticas monetarias en diferentes partes del mundo. Esto automáticamente lleva a los inversores a buscar refugio en productos que suban de valor, como las materias primas.

Maíz. Volviendo a retomar temas actuales, que nos tienen con el corazón en la boca, Ucrania es el mayor exportador de maíz del mundo, exporta el 16% del maíz a nivel mundial. Al estar sus puertos cerrados y sin posibilidad de exportar genera una señal de escasez en los países compradores. Esto hace, automáticamente, que los factores fundamentales del mercado sean más sensibles que lo que normalmente son.

En los aspectos propios del mercado, como pasa en la soja, la lluvia también puede generar mayor o menor volatilidad en el precio del maíz, más si la misma se da en grandes zonas exportadoras: Brasil y Argentina. Con las últimas lluvias se recompone la humedad en el suelo de Argentina y en el segundo cultivo de maíz en Brasil, fundamentalmente sobre el sur de Brasil que aporta gran parte de los 114 millones de toneladas a producir.

En cuanto al etanol, la producción, el consumo y el stock de EEUU viene en aumento lo cual es típico en los momentos de altos precios de la energía a nivel mundial y ni que hablar en estos contextos de plena incertidumbre.

El USDA estima una futura producción (22/23) récord, de 387 millones de toneladas, contra los 384 millones de 2022. Con una siembra de 37,23 millones de hectáreas, por debajo de los 37,80 millones del 21/22, pero bastante por arriba de los 37,15 millones previstos por el mercado. Es un dato muy importante pero el mercado no le está prestando atención, por ahora. También aumentó la molienda, la exportación, también los stocks finales y, en un contexto normal, esto tendría que hacer bajar los precios como en la soja.

En el maíz también, EEUU continúa con buenas ventas (compras chinas) y exportaciones para el 2022.

Como en la soja, los fondos de inversión, aprovechan estos momentos para generar rentabilidad y hacer un resguardo de su inversión mientras esperan un mundo más tranquilo y de menor incertidumbre.

Trigo. El precio del trigo es el que más volatilidad ha tenido estos días. Rusia (17%) y Ucrania (12%) exportan 50 millones de toneladas, el 29 % del comercio mundial, son el 1er y 5to exportadores mundiales.

Con la logística del Mar Negro y el Mar Azov suspendida quedan entre 14 y 15 millones de toneladas de trigo vendido para cargar. Esto altera las cargas actuales y el próximo cultivo que comienza el 1o de julio.

Los compradores como Egipto, han cambiado el escenario, normalmente sacan licitaciones y las mejores son de Rusia o Ucrania, en estos momentos los oferentes son Francia y EEUU. Siendo el más barato el trigo francés a 400 dólares FOB, cuando antes del conflicto, el Mar Negro ofrecía a 318 US$/ton. Por supuesto le llevó a Egipto cancelar la oferta y racionalizar sus reservas de trigos y otros granos.

Los fondos de inversión, o sea los especuladores hasta el momento venían con la estrategia de comprar soja y vender trigo apostando a ganar con el diferencial de los dos granos y no al valor de cada uno. Esta relación pasó de 1.4 en diciembre a 2 a 1 en marzo. Ahora está en camino a recomponer nuevamente el 1.4.

Al entrar el conflicto, les llevó a salir de la posición, o sea vendiendo soja y comprando trigo. Por eso es que hay días que vemos bajando la soja y subiendo el trigo.

Volviendo a los factores propios del mercado, las exportaciones 2022 y 2023 de EEUU vienen aumentando por arriba de la expectativa del mercado. Otro dato muy importante es el clima en las planicies en EEUU, viene con menor humedad de lo normal y se parece mucho a la zafra del 2021-2022.

El USDA estima una mayor siembra de trigo para el 2023, la misma se estima en 19,42 millones de hectáreas, encima de las 18,90 mill de hectáreas de 2021. La producción estimada es de 52,80 mill de ton, muy superior a las 44,80 mill de ton de 2021, los stocks se estiman en 19,89 mill de ton por arriba de los 17,63 mill de toneladas actuales. Estos números serán muy dependientes del clima de ahora en más en el hemisferio norte.

Tristemente la evolución de los precios se dará de acuerdo a la evolución del conflicto de Putin con Ucrania y la OTAN. Mientras tanto los vendedores y compradores tendrán que gestionar muy bien sus negocios, administrando los costos, y los precios futuros.

En resumen: Se viene una tormenta muy grande, en realidad la parte bélica ya se vino, hay que ajustar los salvavidas, tomar todas las precauciones ya que todo se moverá y pasará por lugares que quizás no conozcamos aún. La buena gestión y control de riesgos es la clave en los próximos meses. Los vendedores no saben si podrán sembrar ni a qué costos, los compradores no saben si tendrán consumo e insumos, hoy el objetivo es asumir los mínimos compromisos por si hay chances de no poder cumplir, simplemente es buen momento de garantizar precios por si mañana las aguas se calman, ojalá así sea, en todos los sentidos.

Gestión de Riesgo en Gletir

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