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De la agraria a Nueva Zelanda: “Disfruten, aprendan y vuelquen en el pago lo vivido”

El senador por el Partido Nacional, Sebastián Da Silva, donó dos pasajes a Nueva Zelanda a alumnos de escuelas agrarias de UTU

Se realizaron los sorteos de la dos excursiones a Nueva Zelanda para estudiantes de las escuelas agrarias de UTU de todo el país
Se realizaron los sorteos de la dos excursiones a Nueva Zelanda para estudiantes de las escuelas agrarias de UTU de todo el país

Andrea Fabreu, de la escuela agraria de Tacuarembó; y Axel Gallo, de la escuela de Río Branco, fueron los ganadores de un viaje a Nueva Zelanda sorteado por Frigorífico San Jacinto en su programa Cordero Pesado. A través de la firma Jaso y Jaso, el senador nacionalista Sebastián Da Silva ganó los pasajes y los donó a UTU. “Disfruten, aprendan y vuelquen en sus pagos todo lo que vivieron”, les dijo Da Silva.

“Llevar el conocimiento al campo es vivirlo”

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Axel Gallo es egresado del bachillerato Agrario de la escuela técnica Río Branco.

"Un afortunado”, así es como se siente Axel Gallo por haber ganado el sorteo para viajar a Nueva Zelanda. Tiene 19 años, es bachiller de UTU de la escuela técnica de Río Branco. Su vínculo con el campo nació “por culpa” de su padre. Fue él quien lo introdujo en el rubro y hoy le agradece porque le encanta trabajar en el sector. Desde chico, a los tres años, lo llevaba a las parcelas con el tractor. Le enseñó a trabajar la tierra. Hoy se inclina por la agricultura, le gusta la soja y el arroz, los cultivos que conoce, pero le gustaría aprender sobre otros cultivos. “Me hace ilusión probar con otros cultivos. Para mí siendo del campo ya está”, dijo.

Gracias a eso pudo estudiar en Treinta y Tres años en una escuela agraria de ciclo básico en Santa Ana. Allí estudió dos años y luego fue a la UTU en Rio Branco para hacer el curso agrario. Hizo los tres años con “mucha garra” y “muchas ganas”.

“Es un aprendizaje espectacular porque te enseñan lo teórico y lo práctico. En la agraria no solo estas en el salón escribiendo con una lapicera, sino también estás en el campo desarrollando conocimientos, generando experiencias y aprendiendo. Es muy importante y le agradezco a los profesores, porque tienen un rol muy importante para nosotros. Llevar el conocimiento al campo es muy importante, es vivir el conocimiento y eso es muy valioso para el futuro. Siempre me ha encantado y me sigue gustando”, aseguró.

Actualmente trabaja en una arrocera con un productor, Marcos Techera. “Se aprende mucho no solo con el productor sino con los compañeros de trabajo. Me llena de ganas y de motivación para avanzar y aprender. Los jóvenes que les gusta el campo son muy valiosos para los productores porque hay gurises que le meten ganas, que quieren aprender, pero son muy contados, sobre todo, para el sector arrocero. Siempre le agradezco a Dios por permitirme vivir estas cosas y poder vivirlas. Le meto ganas”, explicó.

Sus planes son seguir estudiando y hacer un nivel terciario para recibirse de Técnico Agrícola, un sueño para él.

El viaje fue inesperado, aún no lo puede creer.

“Al principio dudé en participar porque soy de los que nunca ganan nada y siempre participan, pero gracias a Dios me animé. Unos compañeros me dijeron que se habían metido también porque nunca se sabe. Hace una semana me llamaron que había ganado y yo no entendía nada. Lo único que me dijeron era que el viaje era en marzo, pero no sabían si era más de una semana”, contó.

Con los días empezó a caer en la realidad y a darse cuenta de lo que estaba pasando: le espera una experiencia inolvidable que no pasa todos los días ni a todas las personas.

“Me abracé de la oportunidad y la voy a aprovechar. Me imagino que a la otra chiquilina debe estar igual que yo; no sé cómo va a ser con el tema de los papeleos, los trámites, el idioma, capaz que tengo que hacer algún curso para manejarme allá. Es muy inesperado, vamos a aprender mucho. Vamos a venir con conocimiento, es un relleno más para nosotros. No sé si puede servir para el currículum, pero agradecemos por viajar a un país extranjero, es una tirada larga. Me llena de emoción, me siento preparado”, dijo.

Si bien faltan algunos meses, Gallo espera que el viaje le abra oportunidades y ver qué futuro puede sacar de la experiencia.

“Quiero ver sistemas nuevos, espero que pueda ver algo de agricultura que es lo que más me gusta, pero sé que vamos a un país ganadero, lechero. Me interesa aprender. Si uno no aprende en la vida uno no hace nada. Más en este país que está desarrollado en el campo y es lo que más mueve al país. Hay que animarse a estudiar. Si uno estudia lo que le gusta nunca va pasar por debajo de la vida”, concluyó.

“Me gusta el campo porque me dio libertad”

Andrea Fabreau es egresada del bachillerato Agrario de la escuela agraria Tacuarembó.
Andrea Fabreau es egresada del bachillerato Agrario de la escuela agraria Tacuarembó.

Andrea Fabreu tiene 18 años y es de Montevideo. Este año egresó del bachillerato agrario de la escuela agraria de Tacuarembó viajando todos los lunes 00:45 am desde Montevideo y regresando los viernes a su casa en la capital del país. El año que viene planea seguir estudiando en la orientación Lechería.

Fabreu es de la ciudad y nunca se imaginó que su vida podría estar vinculada al campo. Un par de años atrás su hermana se animó a hacer el mismo bachillerato agrario de la escuela que egresó y eso fue lo que la impulsó.

En su caso, por el hecho de que estudiar temas agrarios nunca fue su opción número uno, cuando se presentó la oportunidad de hacerlo la tomó por sorpresa.

“Agradezco al grupo humano que me hizo sentir tan cómoda para encontrarle el gusto al campo. Lo que más me gustó fue lechería y por eso voy a seguir esa orientación”, contó.

“Llegué sin saber de campo, prácticamente no sabía nada. Egresé sabiendo muchas cosas. Lo más importante que siempre destaco es que ahí encontré mi lugar social porque me encontré con un grupo de gente impresionante. Me sentí como en casa desde la primera clase. Eso no me pasaba en Montevideo. El campo se volvió mi pasión, no soy muy buena todavía pero así lo siento”, aseguró la joven.

Su familia se vio muy sorprendida cuando pasaban los meses y Andrea continuaba entusiasmada con el estudio en la agraria.

“Me gustaban las actividades de la escuela, pero era muy citadina y no sabía si iba a funcionar en ese ámbito. Hoy sé que me gusta el campo porque me dio libertad y eso lo tengo que agradecer”, aseguró.

Unos días antes de enterarse que estaba participando del concurso, había leído las noticias en el portal de la UTU y se enteró de la novedad. Se alegró porque dos estudiantes agrarios uruguayos iban a viajar a Nueva Zelanda, pero nunca se le ocurrió que ella iba a estar en entre esos nombres.

“Todo el tema del concurso fue una sorpresa, era un sueño, pensaba poder viajar en algún momento de mi vida... Me tomó un día entero creer que efectivamente había ganado. Todo tipo de conocimiento que pueda adquirir va a ser bienvenido”, contó.

Está expectante por aprender los diferentes sistemas de producción. Luego, sostuvo, hay que digerir el conocimiento para comunicarlo a los demás lo aprendido.

“Espero poder hacer justicia al viaje. Probablemente no haya palabras para expresarlo”, dijo.

Busca adquirir conocimiento de todo tipo: de los sistemas agropecuarios y de los productores pero, por sobre todas las cosas, Andrea quiere asegurarse de que ese conocimiento sea extendido al resto de los estudiantes que no van a poder viajar.

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