Tomás Molina Márquez, “Tomasito”, es productor por vocación y empresario por obligación. Es hijo de un agricultor y se ha dedicado al rubro toda su vida. Es director de Agrícola TM y este domingo participó de Hablemos de Agro, programa de Canal 10.
Aseguró que el negocio tiene una adrenalina “que no es fácil de entender para el empresario común” dado que las variables son cada vez más grandes producto del clima y los mercados.
“Quienes estamos desde siempre aprendimos a convivir y a tomar recaudos por los momentos difíciles, pero nunca logramos dimensionar de antemano cuán malo puede ser”, explicó.
Molina dijo que este es uno de los más complicados que le ha tocado vivir: “Es la seca más grande que a mi me ha tocado vivir, felizmente precedida del mejor año agrícola en toda la historia”.
Sobre la situación de los cultivos, explicó que el panorama es un desastre tanto para los maíces como para gran parte de la soja. “La merma no es menor a 70%, esperamos menos de 1000 kilos por ha. Si logramos 700 u 800 kilos estamos felices”, lamentó.
Indicó que algo se vende y que siempre está tomando posición, de forma de construir promedios. “En mi caso tengo unos 600 kilos por ha vendido. Estoy medio al límite. La cuenta es muy negativa. Más de la mitad de la inversión que hay se pierde”, dijo.
Explicó que el costo de un cultivo por segunda (con renta) ronda 700 dólares, por lo que si manejamos 600 o 700 kilos de rendimiento a 500 dólares se recogen unos 300 o 400 dólares.
Invierno. Molina explicó que hay una planificación de rotaciones que “no quisiera moverla”. Esa rotación está muy basada en el doble cultivo: un tercio del área de invierno con canola, otro tercio con cebada y otro tercio con trigo
“Somos optimistas por naturaleza. Vamos a afrontar el invierno con la misma inversión y con la misma tecnología que se afrontó estos otros años”, señaló.
Sin embargo, sostuvo que el nubarrón es el Niño que tenemos por delante: mucha lluvia. “Sabemos que las sequías terminan con diluvios, ese es el nubarrón que nos hace apretar el freno”, explicó.
En costos, Molina aseguró que se ha llegado a un nuevo equilibrio: “el negocio en el excel no es malo, pero el excel no siempre soporta la intemperie”.
Colza. Molina hace colza desde 2016 ininterrumpidamente. Aseguró que es un cultivo “más estable” que los otros, con rendimientos de 1600 kilos.
“Es un negocio pequeño pero que se suma a la cadena. Nos deja un rastrojo espectacular para la soja. Aporta mucho a la rotación en su conjunto. Más allá de la vocación por la agricultura está la vocación por el ambiente y la sustentabilidad”, dijo.
Por otro lado, explicó que el puente verde ha bajado por la presencia de la canola porque es más negocio, pero aseguró que siguen teniendo su lugar.
El agricultor de Flores sostuvo que las dos zafras anteriores fueron muy buenas y que la última de verano fue “de las mejores de la historia”.
“Eso hace que las empresas en general estemos fortalecidas. No guardamos la plata que ganamos, generalmente las re invertimos. Sabemos que los años buenos van a volver y los malos también. Nadie se podía imaginar que la seca iba a ser tan grande. Hemos librado batallas muy grandes; quizás está sea la más difícil, pero la que nos agarró mejor preparados. Esto seguro que va a ser una batalla más y quedará en una anécdota”, señaló.
Finalmente, Molina habló de los seguros. Contó que no tiene, puesto que hace muchos años evalúa la cuenta y siempre es negativa. “Siempre uso estadísticas muy largas y hasta el año pasado el número era muy negativo. Empiezo a pensar que al cierre de esta zafra esa cuenta se va a dar vuelta”, cerró.