El aceite de oliva uruguayo Colinas de Garzón se destacó a nivel mundial al ganar el primer lugar en la categoría Verdes Intensos del Premio a la Calidad Mario Solinas 2024, en su primera edición dedicada al hemisferio sur. Este galardón, otorgado por el Consejo Oleícola Internacional (COI), es el máximo reconocimiento en la industria del aceite de oliva virgen extra y valora sus características organolépticas.
El producto premiado, un blend conocido como Corte Italiano y compuesto por variedades de aceitunas italianas, es aclamado por sus notas frescas y complejas, consolidando a Uruguay como un productor de aceite de oliva de alta calidad.
Entrevistado en Informativo Carve, Víctor Rodríguez, gerente de producción de Colinas de Garzón, dijo que el reconocimiento representa un logro trascendental para la empresa y al sector olivícola en Uruguay. “Este premio no solo destaca nuestra calidad, sino que también posiciona al país entre los grandes productores mundiales”, comentó. El impacto del premio va más allá de lo local, abriendo puertas en mercados internacionales, especialmente en Brasil y Estados Unidos, donde Colinas de Garzón ha ido ganando terreno con exportaciones que ya superan los US$ 350.000.
Desde sus primeras plantaciones en el año 2001 en Maldonado, Colinas de Garzón ha invertido en la expansión de sus olivares, alcanzando hoy las 450 hectáreas y empleando prácticas de cosecha mecanizada y técnicas de procesamiento en su almazara, para garantizar la frescura del aceite extra virgen. “Nuestro objetivo es procesar cada aceituna en menos de seis horas tras la cosecha”, explicó Rodríguez.
Durante el período de cosecha, que se extiende de marzo a junio dependiendo de las condiciones climáticas, Colinas de Garzón refuerza su equipo de trabajo en el campo. “En la parte de producción del campo trabajan alrededor de 35 personas durante el año, pero en zafra llegamos a emplear hasta 60 personas para la cosecha, combinando métodos manuales y mecanizados”, detalló Rodríguez.
En la almazara, ubicada dentro de las instalaciones de Agroland, firma de la que es propietario el argentino Alejandro Bulgheroni, el equipo de producción también se incrementa durante la zafra, pasando de 11 personas fijas a cerca de 20 trabajadores en turnos continuos. Este sistema asegura que la aceituna procesada mantenga sus propiedades intactas.
Además, la empresa ha implementado innovaciones como un sistema de trazabilidad mediante código QR, que permite a los consumidores conocer el origen de las aceitunas y la composición del blend. Este desarrollo está disponible en mercados internacionales y próximamente en Uruguay.