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“No mirar la coyuntura y sí el largo plazo”

Entrevista a Miguel Sanguinetti Gallinal, presidente del SUL

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Tras la sequía, en muchos campos el ovino volverá a salvar a los productores a futuro. El ovino continúa siendo un buen negocio y brinda oportunidades.

El Presidente del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), Miguel Sanguinetti Gallinal pidió a los productores de ovinos “no mirar la coyuntura, miremos a largo plazo”.

Reconoció que tras la sequía, el productor “saldrá a adelante con el ovino cuando el clima se acomode. El mensaje es mirar largo y pelearla. Estoy convencido que vendrán tiempos mejores”.

-¿Qué espera de esta zafra de venta de reproductores ovinos?

-Será una buena zafra. En lanas finas y superfinas tengo datos concretos que se han vendido muchísimos carneros y el resto de las razas, si se mira la coyuntura del momento no es la mejor, pero los que seguimos teniendo ovinos en el Uruguay siempre miramos un poco más lejos. Creo que va a ser una buena zafra y que se van a ir vendiendo todos los carneros que presenten las cabañas.

-El año pasado el productor ovejero fue bastante castigado por el mercado, ya no sólo en el precio de lanas medias y gruesas, también en carne, que era el producto que defendía la producción. ¿Cómo lo analiza?

-El precio de la carne ovina que el productor recibió sobre fines de 2022 no es lo real, pero lamentablemente se concentra demasiado la faena entre noviembre y enero. A eso se suma que cuando el clima no acompaña, como sucedió, los frigoríficos se llenan de ovinos y los precios bajan. Somos conscientes de que China, que era una aspiradora en la demanda de carne ovina, de un momento a otro frenó sus compras.

-En lanas hay algunos cambios auspiciosos ¿cómo analiza este rubro?

-La tendencia de los remates de Australia influye positivamente y ayuda a concretar negocios en la interna. Esa es una realidad. Sin duda que ayuda mucho más en las lanas más finas. Eso es lo que viene pasando hasta ahora. En los negocios que todos los viernes publica el SUL, están muy relacionados a ese tipo de lanas. Observando el segmento de lanas gruesas y medias también hubo negocios. Lo que no conforma es el precio. Tener que liquidar una lana de 28 micras a US$ 1 por kilo, poco y nada para pagar la esquila. Para pagar los gastos del resto del año hay que sacar plata de otro lado.

-Las señales del mercado van hacia una mayor demanda por lanas más finas. ¿Qué diría en ese sentido?

-Mirando para adelante somos todos conscientes de que hay que seguir afinando. Es muy probable que esas lanas medias y gruesas van a tener salida en algún momento y van a recibir precios razonables. Hay que seguir el camino de afinamiento, como ya lo emprendieron las distintas razas, porque siempre digo que la calidad de la lana uruguaya y su presentación es excelente, sea de la raza que sea.

-¿Qué le dejó la presidencia del Secretariado Uruguayo de la Lana?

-Me dejó una acumulación de experiencia brutal, un conocimiento de lo que es una institución por dentro. No soñaba eso en mi vida, porque nunca pensé en ser gremialista rural desde el momento de haber comenzado a trabajar en el campo. Haber pasado por la Federación Rural fue un paso más que importante para haber podido ver lo que es una gremial por adentro y llegar a una institución como el SUL, me agregó mucho más. Sin duda que me hubiera gustado que hubieran sido años con una colocación de lanas más fácil de lo que fue. Eso para la institución y para el rubro ovino hubiera sido brutal.

-¿Se sintió cómodo trabajando en el SUL?

-Hemos trabajando en equipo. Desde la Mesa Directiva del SUL, con la Junta Directiva, con los técnicos y empleados, hemos trabajando en conjunto, se formó un equipo muy bueno. Me llevo muchas satisfacciones a pesar de haber pasado momentos difíciles. Todo el mundo sabe que el SUL vive de un pequeño porcentaje de la exportación de lanas y tuvimos momentos que no fueron fáciles. Creo que vamos a dejar la institución (en abril) con un buen equilibrio, con alguna reserva y con los campos que tiene el SUL en propiedad y en comodato, como es el Ciedag, muy bien poblados y trabajados, con la ayuda de técnicos y directivos que colaboran y se ocupan de los campos sin cobrar absolutamente nada.

-¿Qué se había propuesto al comenzar la presidencia?

-Nos propusimos renovar el equipo técnico, poner a funcionar los campos a pleno y que realmente fueran campos demostrativos. En ese sentido nos vamos tranquilos de que lo hemos logrado.

-¿Qué hará cuando deje ser Presidente del SUL?

-La idea es dedicarme al establecimiento. Trabajo con la familia y siempre hemos tratado de abrir posibilidades para las próximas generaciones. Tenemos mucho trabajo por hacer. Cuando le conté a mi padre que iba a entrar en la Federación Rural me apoyó, pero me dijo que según su experiencia, cuando se entra al gremialismo agropecuario no se sale nunca más. Es vedad. Eso se lleva en el corazón y vamos a seguir colaborando en el lugar donde me toque estar.

-¿Por qué el ovino es un buen negocio?

-Porque un ovino de una lana que se pueda comercializar una vez por año y que produzca un cordero que se pueda vender, si las cosas son normales, genera el valor de la oveja. Si haces una inversión de US$ 80 y prácticamente en un año se recupera, creo que no hay mejor negocio. El problema es que está todo el resto de las dificultades que todos conocemos, que hemos peleado y luchado para superarlas. Muchas de esas dificultades se van solucionando.

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