Pablo D. Mestre. La conferencia sobre carnes uruguayas en Expo Melilla, organizada por la Asociación Rural, EL PAÍS y Radio Carve, con auspicio de Zambrano & Cía., Scotiabank, Laboratorio Boehringer y frigorífico BPU, congregó a más de 400 personas.
A sala colmada la conferencia fue un éxito. Foto: Sebastián P. Gracés[/caption]
El Ing. Agr. Roberto Vázquez Platero comenzó afirmando que “las cuotas nunca me convencieron demasiado. Los países cuando negocian no tienen que estar pidiendo cuotas”.
Dijo que “un país no puede basar sus expectativas en cuota y Uruguay no debiera estar desesperadamente pensando en lo que pueda ocurrir con la Cuota 481”.
Consideró que en las negociaciones siempre hay que pelear para ingresar con menos aranceles y no por cuotas. “Los productores pagan el precio de no haberse hecho un TLC con EEUU, fue una gran macana y lo vamos a pagar mucho tiempo.
El consultor analizó que el país “debe plantearse dónde quiere estar y creo que estuvimos donde no deberíamos estar y no hicimos los deberes en algunos mercados”.
Mercado mundial.
“En los próximos años habrá más producción de carne vacuna en el mundo y no se va a acabar”, dijo Vázquez Platero.
¿Por qué más carne?.
“Estados Unidos aumentó en dos años en un millón de toneladas la producción de carne y va a seguir. Australia en su futuro va a crecer porque está en un proceso de recomposición del rodeo. Brasil no está exportando más carne ahora por un tema cambiario. Está recomponiendo el rodeo para cuando la moneda juegue a su favor e inviertan más carne al mundo”.
Producción.
Afirmó que se puede producir más carne modificando los sistemas de producción y el mundo lo va a hacer en la medida que haya precios buenos. Y Uruguay lo puede hacer.
“El desafío es dejar de pensar en la Cuota 481 y ver dónde están las verdaderas oportunidades. La economía del país no nos va a estar apuntalando en el futuro, es un lastre que la ganadería va a tener que correr. El crecimiento del país por vías de inversiones se agotó porque Uruguay no es rentable. Y quien invierte exige condiciones que el país no está en condiciones de ofrecer a todos. La cadena agroexportadora seguirá pagando por años el costo de las ineficiencias del Estado”.
Aseguró que “Uruguay tiene que encontrar alternativas que permitan crear valor a su carne más allá de las Cuotas”. Para eso “hay que conocer los mercados que queremos vender y ser exitosos en el trabajo de investigación de mercados para conocer oportunidades”.
Dijo que “si la ganadería va a crecer no es porque la cuota 481 permanezca, sino porque encontremos los caminos para producir mucho más carne y crear más valor del que estamos produciendo”.
“Sin engorde a corral baja nivel de faena”
Foto: Sebastián P. Gracés[/caption]
El Ing. Agr. Gabriel Capurro tras realizar un raconto de la realidad productiva en el país aseguró que Uruguay tiene muchas fortalezas para la producción de carnes:_alto nivel sanitario, inocuo, sin hormonas y con la diferenciación de la trazabilidad. En carne ovina tenemos limitantes importantes y hay que trabajar en mayor medida para los ingresos a los países del mundo y levantar algunas restricciones para la exportación”.
El directivo de ARU aseguró que “podríamos exportar 500 mil toneladas de carne vacuna”. Pero existen limitantes:_ “dicen que los productores somos viejos y conservadores, pero es porque nos hemos quemado con leche muchas veces”.
Agroalimentos.
“Es el mercado más protegido en el mundo por ende, para que los países estén cubiertos hay aranceles, cuotas y TLC, entre otras herramientas”.
Aranceles.
“En un negocio que exportamos por 1.500 millones, dejamos 600; damos un handicap demasiado grande”.
Política económica.
“El atraso cambiario es un tema estructural para nosotros y los productores somos los más afectados, terminamos con endeudamiento y pérdida de trabajo en el país”.
Impuestos.
“Es difícil intensificarse con cambios de juego permanente y eso provoca endeudamiento en los productores”.
Costos.
"El gasoil en Uruguay cuesta 56% más caro que los países de la región. La energía eléctrica la pagamos 66% más que en los otros países por tarifa residencial, mientras que la industrial sigue siendo un 17% más, lo que es una mochila bien pesada. Y eso que son empresas públicas monopólicas que uno aspira que produzca productos de la mejor calidad al menor precio posible y dar competitividad al país y no recaudar para rentas generales, que en definitiva se deprime la actividad económica".
Inversión.
“Nos parece fantástico que se traigan inversiones como las pasteras, pero nos encantaría tener las mismas condiciones para producir que ellos. Nos encantaría que nos pusieran infraestructura para sacar la producción en condiciones, pero lo que más nos gustaría sería un compromiso escrito que no se va a aumentar la carga impositiva cuando se hace una reforma. Son trabas estructurales que sii no se levantan nadie viene a invertir. Sin embargo, los que estamos acá tenemos que trabajar con ellas.
Siempre se nos dijo que las condiciones deben ser iguales, pero cuando hay asimetrías tan grandes podemos terminar todos en un monte de eucaliptos y no sé si a la larga es más negocio que seguir produciendo alimentos.
Comercialización de haciendas.
Entendemos que es otra limitante, la oferta y demanda tienen fuerzas desiguales. Creemos que eso no es bueno porque cuatro firmas concentran el 48% de la demanda y ocho casi el 70% de la demanda. Hay países que concentran aún más, pero lo importante es que esa concentración nos lleve a que haya transferencia que las utilidades del negocio no se repartan de forma razonablemente equitativas. Nosotros reivindicamos el libre mercado y es la mejor apuesta para todos los actores pero cuando las fuerzas son desiguales debería regularse para que la competencia sea más fuerte.
Dressing.
"Es mejor de lo que había, porque hay diferencias grandes entre industria. Pero también coincidimos que es una labor donde un operario tiene que hacer 60 o 70 reses por hora y los controles donde baje la eficiencia de la industria, creemos que no sirve. Hay que ir a un sistema más objetivo que atienda también la calidad de los ganados”. El pago de las haciendas debería ser de la forma más objetiva posible y antes de que haya una intervención de las industrias”.
Comercialización.
Entre Imeba, adicionales de Imeba y más, un novillo paga casi US$ 30 de impuestos en el momento de ser comercializado. No queremos que se le sigan colgando mas chirimbolos, sino que se le saquen”.
Preguntas con respuestas ante un auditorio de más de 400 personas
Organizaron ARU, EL PAIS y Radio Carve, con auspicio de Scotiabank, laboratorio Boehringer, frigorífico BPU y Zambrano & Cía. Foto: Sebastián P. Gracés
¿Caerá el volumen de ganado a corral?
Álvaro Ferrés: “Creo que si, a no ser que haya un cambio que ya empezó. Algo va pasar porque la industria tiene que trabajar, ya se empezaron a ver ciertos mensajes de qué alternativas podemos trabajar. Fríamente debería bajar y obviamente había escasez de ganado”.
¿Hay alternativas de corto plazo que permitan, más allá de las cuotas, valorizar la carne?
Roberto Vázquez Platero: Hay oportunidades en todo el mundo y Uruguay debe salir a buscarlas. El grano tiene un rol esencial para producir. No debemos quedarnos en solamente producir el animal a pasto. Uruguay debería pensar en si le conviene o no mantener la prohibición del uso de hormonas. Hay países que tienen hormonas y aprovechan los dos mercados, pero no se puede mentir en el juego”.
¿Exportación de ganado en pie debilita a la industria frigorífica?
Ferrés: “No es así. Estamos con un stock de ganado, exportación y faena récord y sobra ganado; hay lugar para todos y como país debemos estar preocupados para tener alternativas de mercados y hay que defender eso. Criticar la exportación en pie porque no podemos competir en Turquía no tiene cabida ninguna”.
¿Cómo cierra el año 2017 para la ganadería uruguaya?
Gabriel Capurro: “Los mercados los veo bastante estabilizados, pero a nivel del productor estamos en un espiral de costos que hacen difícil la intensificación que todos querríamos que ocurriera”.
Ferrés: “Va a ser un año parecido al anterior, complicado. El costo de producción está alto y el precio de lo que vendemos está bajo. Los precios de venta hacen que intensificar en la producción no justifique, es horrible pero es así. Hasta que esto cambie: tipo de cambio, costo país, baja de costos o precios de venta, lamentablemente no creo que Uruguay tenga grandes cambios en el sistema productivo”.
Vázquez Platero: “No va a cambiar mucho de lo que ya prevemos que se está moviendo, es un año donde no hay una gran oferta de otros países, por tanto, no veo grandes cambios por el lado de la demanda ni por el lado de la oferta”.