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Invernador e industria: dos caras de una misma moneda

Al sistema ganadero uruguayo ingresan 2,75 millones de terneros/as y salen 3,10 millones de animales para faena,  exportación en pie y más: un déficit anual de 350 mil cabezas.

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Por Consultora Apeo

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Este año quedará marcado para los invernadores, ya que recibieron un aumento en el precio de sus productos del 8,7% para el novillo gordo, 11,3% para la vaca gorda y 8,3% para la vaquillona gorda, mientras que éstos no fueron trasladados a la reposición, que mantuvo sus valores respecto al año 2017 y, que además, se pagaron según las relaciones históricas, luego de pasar dos años por encima de las mismas. De esta manera, el margen en el negocio de la recría e invernada se incrementó un 13% respecto al año anterior, unos US$ 65 por animal.

Estos indicadores analizados a nivel de sistemas de producción, marcarían que aquellas empresas que tienen más cantidad de pasturas intensivas habrían mejorado sus márgenes ganaderos de manera significativa, que en varios casos no se reflejaron en el ingreso de capital por el mal año de soja (1.200 kgs/ha promedio país), ya que muchas de ellas utilizan el cultivo en sus rotaciones agrícolas forrajeras.

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En otro orden, el sector industrial tuvo que pagar los ganados gordos por arriba de las relaciones históricas que tienen con la carne exportada, un ejemplo de ello fue el novillo gordo que se pagó US$ 0,12 por kilo en cuarta balanza por encima de dicha relación.

Esto determinó un descenso en el valor agregado industrial del orden del 17%, que es bastante menor al incremento de la faena. Por lo cual, la cantidad no compensaría la pérdida de ingreso industrial. Sin duda, la estructura de stock invernable que tiene el Uruguay, sumado al récord del área de pasturas intensivas que tiene el sector productor, le marcará un desafío muy grande a la industria, en donde la escala y la eficiencia, según imaginamos, jugarán un rol preponderante en la competitividad.

Recordemos que al sistema ganadero uruguayo le ingresaron 2,75 millones de terneros/as en nacimientos y salen 3,10 millones de animales entre faena, exportación en pie, muertes y consumos generando un déficit de 350.000 animales por año (principalmente machos), lo cual agrava el desafío, mas que nada en el corto plazo, a la industria frigorífica.

Ante la falta de novillos y la posible presión para vender vacas gordas, ¿podrán los productores resistirse si los tientan con altos precios? En caso de no tentarse, ¿podrán financiarse aún con menos faena? Si Argentina sigue capturando el mercado chino, ¿podremos ser competitivos? ¿Cómo será el balance entre los posibles menores nacimientos de esta primavera afectados por la sequía pasada con la posibilidad o las dudas de un mercado de cuota 481 y exportación en pie? ¿El ternero valdrá lo mismo?

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Guillermo Crampet

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