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Siguen faenas de corderos para el mercado de EE.UU.

La meta es superar los 25.000 exportados en el año 2020.

 

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Demanda. Piden explotar más nichos para carcasas pesadas de cordero y no sólo para las de 18 kilos. JBM.

Pablo Antúnez

Los compartimentos ovinos de alta bioseguridad ya tienen más de 6.000 corderos ingresados y están cumpliendo con el proceso de engorde, pese a la pandemia y al clima que provocaron retrasos importantes, para la entrada de los corderos.

Esta figura sanitaria, avalada por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) pero creada por Uruguay, en el marco de la sinergia entre el sector público y el privado, permite exportar carne ovina con hueso a Estados Unidos, dejando de lado enfermedades como la fiebre aftosa, que muchas veces puede ser utilizada como una barrera no arancelaria.

El asesor privado y delegado de la Asociación Rural del Uruguay (ARU) ante la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), Jorge Bonino, confirmó a El País que esta semana continúan las faenas con 3.000 corderos, a la vez que van surgiendo nuevos interesados en instalar compartimentos que favorecerán un incremento en el volumen de corderos producidos este año.

La meta es superar los 25.000 corderos faenados para Estados Unidos que se vendieron con hueso en 2020. La oferta fue aportada por 15 compartimentos.

Esos corderos son producto de una recría especial y llevan un paquete sanitario diferencial, además de contar con trazabilidad electrónica individual para brindar las máximas garantías al comprador.

Bonino contó que hubo zonas en las que llovió mucho y otras que fueron afectadas por la sequía, donde los compartimentos instalados no pudieron hacer los cultivos que garantizan la alimentación de los animales y debieron retrasar el ingreso de nuevos corderos.

“Van surgiendo más interesados en instalar compartimentos ovinos de alta bioseguridad, tanto en el norte como en el sur del país. Hay que hacer números, cumplir con todas las normas, para que las inversiones sean lo más baratas posible, pero siempre cumpliendo a rajatabla con todos los requisitos”, dijo Bonino.

Si bien los emprendimientos son privados, es la Dirección General de los Servicios Ganaderos (MGAP) la que los habilita, realiza los análisis serológicos exigidos y certifica los embarques de la carne exportada, así como la faena de los animales, que debe hacerse en condiciones especiales.

“La pandemia pegó un tirón de la cola y lo que estamos insistiendo siempre es en seguir explorando el mercado de Estados Unidos y continuar encontrando nichos para las carcasas más pesadas”, reconoció Bonino. El interés de los dos frigoríficos que están cumpliendo con las faenas de los compartimentos se inclina hacia las carcasas más livianas (no pueden superar los 18 kilos). La otra empresa admite carcasas de hasta 22 kilos de peso. Cuanto más pesada es la carcasa más favorable es el negocio.

Bonino reiteró que Uruguay tiene la genética de todas las razas que favorecen el desarrollo de compartimentos. “Se puede producir un cordero de altísima calidad”, destacó el especialista. Las señales claras que se puedan captar desde el mercado, más las que emita la industria frigorífica, son fundamentales para incentivar el desarrollo de más compartimentos.

Pablo Mestre
Pablo Mestre

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