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El Crilu comienza nueva etapa a mediados de marzo

Buscará lanas más finas, productividad y valorizar la carne

Merino. Los carneros entregados por el Crilu al cierre del proyecto están por debajo de las 15 micras.

El Consorcio Regional de Lanas Ultrafinas (Crilu) cumplió 10 años y otra década como Proyecto Merino Fino, pero a partir de mediados de marzo, comienza una nueva etapa.

En este camino no sólo se incorporarán más productores que están interesados en ingresar para recibir la genética de punta que se produce en INIA Glencoe, sino que la meta es valorizar la carne Merino, es decir, no solo las lanas finas y ultrafinas.

El presidente del Crilu, Dr. Juan Pérez Jones explicó a El País que a mediados de marzo habrá un llamado público, que se dará a conocer con un plazo prudencial, para captar más productores que quieren integrarse a la iniciativa. “Mucho camino se transitó afinando las lanas cuando nadie hablaba de bajar el diámetro”, dijo.

En la última jornada de cierre del proyecto, el consorcio entregó 32 carneros a sus consorciados por debajo de 15 micras de finura, cuando el objetivo era producir lanas por debajo de las 16 micras.

Futuro. Pérez Jones aseguró que todavía hay espacio para afinar más.

“Tenemos margen, pero no sólo se bajó la finura, los proyectos que impulsaron los productores integrantes del consorcio e INIA, buscaban animales productivos, controlar enfermedades y que tuvieran buena prolificidad”, señaló.

Sin embargo, los merinistas hoy miran más lejos.

“A futuro, no será sólo valorizar las lanas, queremos agregar valor mejorando los índices reproductivos, mejorar los pesos y llegar a carcasas mejores. El agregado de valor pasa por carne Merino en condiciones extensiva y el sabor de esa carne es un diferencial. Somos muchos productores con muchas ovejas y puede haber una pata en agregar valor por ese sentido”, remarcó el presidente del Crilu.

Más allá de que durante la pandemia de Covid-19, las lanas finas fueron las únicas que el mercado compraba, la carne también pega fuerte. La demanda desde China, que compró toda la proteína de origen animal que pudo, llevó los precios del producto a valores récord que nadie esperaba.

Juntos. Por otro lado, Pérez Jones confirmó que INIA continuará apoyando el Crilu: “Vamos a seguir como un consorcio sin fines de lucro, público-privado y con la gobernanza conjunta”.

Destacó que cada vez es más importante el tema de la capacitación, no solo de los consorciados, sino también de su personal de campo y transferencia que será un pata importante.

“Por eso hemos mantenido una reunión con el Secretariado Uruguayo de la Lana y vamos a tratar de tenerlo con nosotros”.

Estrategia. Agregó que la meta es redimensionar el Crilu. Es por eso que se hará el llamado público abierto a productores que se quieran asociar, pero también se harán alianzas, contratos, tercerizaciones, porque la producción en los establecimientos agropecuarios ya está cambiando muchísimo. “Los cambios son muy rápidos y tenemos que estar adecuados y hasta promoverlos. El futuro es más que promisorio para los innovadores”, concluyó.

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