Se cerraron negocios en el entorno de los US$ 5
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Compartimento ovino.[/caption]
El negocio del compartimento ovino viene trabajando de muy buena manera, pero el mercado “está recalentado y eso preocupa”. De hecho, para noviembre se fijó un precio en el entorno de los US$ 5 por kilo y, justamente, la preocupación radica en que en ocasiones anteriores se llegó a ese valor, y al año siguiente el precio del cordero bajó abruptamente.
Juan Grasso, principal del establecimiento Ibirapitá, que cuenta un compartimento ovino, hizo referencia a que el mercado “está recalentado” y que eso “nos preocupa”.
“Cada vez que se recalienta el negocio, se cae y se destruye. Nos pone nerviosos. Está muy bueno hoy; se maneja valores excelentes, pero para este momento”, señaló.
El productor contó que está empezando a reponer corderos, “pero los precios son un fuego”. “Lanar que sale, no importa si es capón, cordero, con guampa o sin, vale y vale mucho. Me alegra y ojalá se mantenga”, dijo.
En ese sentido, contó que se hizo un negocio corto con compromiso de carga en el cual se fijó un 10% por encima de lo que paga la industria más 20 centavos por cumplimiento de los animales que se inscribieron para remitir sobre fines de octubre. Ese negocio fue del entorno de los US$ 5. “Otros años ya tuvimos estos precios, y al año siguiente el cordero bajó brutalmente”, explicó.
El cordero de reposición se maneja en cerca de US$ 2, con un peso de 20 o 22 kilos. Los que pesan más compiten con la industria, y cuando pasa eso es difícil que un productor los pueda comprar.