Amaro Nadal, productor ovejero e integrante Sociedad Criadores de Merilín, compartió su alegría dado que la lana se empezó a mover y, según entiende, “los momentos más duros ya los pasamos”.
Esquila. Foto: El País, archivo.
“No todo el mundo pudo aguantar, pero no hay ningún motivo para no seguir criando lana”, dijo.
En diálogo con Rurales El País, Nadal sostuvo que si bien el mundo se paró y la lana es una fibra de producción cara, aseguró que la demanda está. De todas formas, indicó que el mercado está cada vez más selectivo y las lanas de mejor valores son las finas.
“Ahí está el gran problema de Uruguay. Si seguimos produciendo lanas que el mercado no quiere o es muy difícil venderlas vamos a tener un problema”, explicó.
En tanto, Nadal opinó que “no podemos jugarnos la carne ciegamente” porque, desde su punto de vista, “no están dadas las condiciones”.
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