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Las vacas no se achican

Los datos preliminares del stock vacuno fueron superiores a lo esperado. Es otro indicio del buen desempeño de la cadena cárnica, que exhibe una productividad creciente. Buena noticia para la economía

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El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), a través del Sistema de Nacional de Información Ganadera (SNIG), divulgó la primera estimación sobre los stocks ganaderos al 30 de junio de este año. Antes analizar los datos, hay que remarcar la condición preliminar de los mismos, que merecerá ajustes en los próximos meses, tal cual aclararon pertinentemente las autoridades.

En el caso de la ganadería vacuna los datos mostraron sorpresas positivas. Dada la alta extracción, en particular en el último ejercicio, se esperaba una cierta caída en el stock. Sin embargo, el mismo se mantuvo prácticamente igual, en el eje de las 11 millones 900 mil cabezas.

Los números reafirman las recientes tendencias que está mostrando la ganadería vacuna en su base de producción. En especial, un aumento paulatino pero consistente de la eficiencia de producción en prácticamente todos los eslabones de la cadena cárnica.

En efecto, en lo que refiere al engorde se observa una nueva reducción en la edad promedio de los novillos en stock, con una caída de 10% en el stock de los novillos de más de 3 años. Esto refleja la permanente reducción en la edad de faena: en promedio, los novillos para engorde se terminan más rápido, lo que hace a una mayor eficiencia de la relación producción/stock (gráfica).

stock novillos

También hay una consistente mejora del desempeño del stock en su eficiencia reproductiva. Para ilustrar esto tomamos los nuevos datos para actualizar el denominado Parámetro de Eficiencia Reproductiva (PER), que es el cociente entre el stock de terneros para un determinado año (en este caso 2022), sobre el stock de vacas y vaquillonas de más de 2 años del año anterior (2021). Como se observa en la gráfica adjunta, si bien el indicador tiene lógicas fluctuaciones, en los últimos años ha alcanzado niveles máximos históricos.

eficiencia reproductiva

Ambos indicadores han avanzado, ciertamente, por las mejoras en el manejo alimenticio y reproductivo de los rodeos, nuevas y mejores formas de hacer las cosas (tecnología) que apuntan a una mayor eficiencia de producción. En este plano, es hoy generalizado el uso de técnicas y prácticas que mejoran el desempeño de la preñez y el destete, incluyendo el manejo diferencial de categorías, mejores técnicas reproductivas y alimentación estratégica.

Asimismo, las inversiones en pasturas y el consumo creciente de concentrados energéticos y proteicos, le han “subido el piso” a la base forrajera ganadera, lo que –asociado con lo anterior- mejora notoriamente el volumen y eficiencia de producción del rodeo vacuno. Dicho en forma simple, hay más producción con un rodeo similar, porque hay menos categorías de baja eficiencia (novillos adultos, vientre sin preñar) lo que da espacio a una mayor capacidad criadora, con el stock de vacas en niveles récord (gráfica).

stock de bovinos y ovinos

Según los últimos análisis de Opypa (Methol y Gorga, anuario 2021), el sector cárnico vacuno es el principal destino de consumo de los granos forrajeros y concentrados. Se estima que este sector consume 776 mil toneladas de concentrados (granos forrajeros, concentrados proteicos, etc.), lo que representa el 38% del consumo total nacional y un 18% de aumento respecto a lo estimado 10 años atrás.

De esta manera, la ganadería “va más rápido” y uno de los aceleradores más claros que ha tenido es el engorde a corral, que ha avanzado notoriamente en la proporción de ganado terminado para faena. Los corrales aceleran el proceso a dos puntas: terminan más rápido los ganados –generando un producto de más valor- y afirman la demanda de ganado de reposición joven, terneros, novillitos y vaquillonas con la mayor capacidad para acumular kilos en los feedlots, grandes medianos o chicos.

Según los datos del INAC, la faena de novillos provenientes de corral se duplicó en los últimos 10 años, pasando de 150 a casi 300 mil animales, casi 23% del total. Los datos refieren a corrales registrados, de lo que surge que –posiblemente- la cifra real sea mayor dados los numerosos corrales de pequeño porte que arman muchos productores.

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Precios dinámicos

Difícilmente se habría dado esta trayectoria virtuosa de la cadena cárnica y el stock si no estuvieran claros y efectivos los correspondientes estímulos de precio. En los últimos años, por las mejoras sanitarias y los avances en la calidad del producto producido, Uruguay ha logrado acceder a los mejores mercados cárnicos, promediando niveles récord en los precios de exportación. Esa mejora se trasladó casi completamente al productor. En efecto, cuando se analiza la evolución del indicador del Novillo Tipo que calcula el INAC, se observa que el aumento en el precio de venta va casi en paralelo con el precio al productor, con el margen bruto industrial mucho más estable, más allá de variaciones circunstanciales.

De manera que las señales de precio externas se trasladan limpiamente a la producción en el campo, llegando a la propia base criadora. Lo que ha sucedido en los últimos meses es un buen ejemplo: los terneros y otras categorías de reposición mantuvieron su valor o lo mejoraron, aún con la corrección a la baja que mostró el ganado para faena. Las perspectivas son firmes a mediano y largo plazo.

Por otra parte, al evaluar el desempeño de la ganadería y el sector cárnico es importante tener en cuenta la dinámica del uso de la tierra y cómo se distribuyen los diferentes rubros al articular la producción. No es misterio para nadie que con el reciente avance de la agricultura las mejores tierras en cuanto a productividad se consolidaron como áreas de producción de grano, desplazando en muchos casos a anteriores praderas de alto rendimiento. También hay avances de la forestación en tierras de productividad ganadera media o baja, adecuadas para el crecimiento de los montes. La ganadería, en cambio es capaz de adaptarse a cualquier circunstancia y –a pesar de eso- muestra una productividad creciente en el rodeo. Dicho de otra forma, seguramente la calidad media de la tierra ganadera sea hoy algo menor que en el pasado y –sin embargo- la ganadería es más productiva. Un doble avance de alto impacto en la economía.

La ganadería vacuna no está sola en cuanto a aumento de productividad. El mismo proceso se está dando en la propia agricultura, la lechería y la forestación. El éxito de la cadena cárnica vacuna también es base para estimular el desarrollo de la cadena avícola, en la medida que –por el aumento en los precios de exportación- la carne de pollo sustituye parte del consumo local de carne vacuna.

El aumento en la productividad beneficia a todos los actores vinculados a estas producciones y a la sociedad en general. Es importante tener esto en cuenta al momento de comparar con otros sectores. Si en la sociedad -económicamente hablando- no todos avanzan con el mismo ritmo en productividad, los sectores líderes pueden entrar en dificultades porque sus costos se elevan reflejando las dificultades en otros ámbitos. El agro avanza y lidera; hay que seguirlo.

stock vacuno

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