Si vuelvo a nacer, intentaría ser, simplemente, un poco mejor… Se fue un año, un gran maestro, uno más que me enseñó… Que se fue y ya no vuelve y que valió si se aprendió…
La mágica pluma del “rock star” compatriota Miguel Bestard Caimi fue inspiración para este balance del 2021. Un año que volvió a dejar en claro, por si hiciera falta, lo determinante que es el sector agropecuario para el Uruguay. Pero, como bien dice la letra de ese himno musical, sólo valió si realmente se aprendió…
Lamentablemente, pareciera que esto no es moneda corriente en algunos sectores que, con la mira puesta en su ombligo, no aprenden que lo relevante es el bien común y los intereses nacionales, más allá de las conveniencias político partidarias, muchas veces disfrazadas de defensa sindical.
De ahí la pregunta: ¿realmente se aprendió? Pareciera que no, si uno observa esta cadena de paros perlados que se vienen dando al final del año. Comenzó con el inentendible reclamo sindical en la industria frigorífica, donde los mismos actores reconocían que “no era por salario” y que independientemente lo que les dieran “no era momento de acordar”. Después, fue en la planta de Ancap generando pérdidas millonarias, también en el puerto trancando la puerta de entrada y salida de divisas al país... Y más... Por eso es dudoso creer que se aprendió desde algunos sectores.
El año comenzó con el hecho que todos aumentamos nuestra expectativa de vencer a ese “enemigo invisible”, que vino en forma de virus, con la llegada de las benditas vacunas. El gobierno cumplió, pese al deseo de algunos, tapándoles las boca. No sólo llegaron en el tiempo previsto, sino que Uruguay se convirtió en ejemplo mundial en cuanto a gente inoculada. Pero, lo que parecía casi una lógica humana, también tuvo detractores… aunque Ud. no lo crea… Demostrando que hay gente que no aprendió con las pérdidas humanas y económicas que causó el Covid en todo el mundo. Lo que podría ser un disfrute por tener inmunizado a un alto porcentaje de la población, abrió una grieta y los “no vacunados” comenzaron a complicar la cosa hacia fines del año… Lo dijeron, entre muchos, desde Rafael Radi, hasta Joe Biden y Brian May (Queen): “la única salida pasa por las vacunas…”. Pero en este tema, pareciera que también hay gente que se niega a aprender…
En ese marco, el sector agropecuario “hizo sus deberes”. Los indicadores del 2021 marcan que se cierra un año “para encuadrar” a nivel productivo, industrial y en comercio exterior.
Si hablamos de cifras, en la agricultura, la soja pasó los 500 dólares, el trigo, logró casi 5.400 kg./há. y los cultivadores de arroz tuvieron un año “soñado”. También explotó la canola con gran crecimiento productivo, de valores y de rendimiento. La importancia de la agricultura se reflejó además este año por el hecho que los lanzamientos de las cosechas de arroz y trigo contaron con la presencia del presidente de la República y diversas autoridades de gobierno que reiteraron su compromiso con el sector.
Y la ganadería no le fue en zaga. Cerró un año espectacular para la exportación de carnes, cotizando encima de los US$ 5.000 la tonelada (prácticamente 1.000 más que un año atrás), el volumen total de carnes, significó el 25% de las exportaciones globales del país. La faena de vacunos creció más de 30%, ubicándose en torno a los 2,6 millones de cabezas, en donde se registrará la mayor cantidad de animales de corral, con unas 350 mil cabezas. Esto se reflejó en el valor de los ganados gordos que hicieron moneda corriente encima de los 4 dólares, llegando incluso muy próximo a los cinco en algún mes y estabilizándose en el valor de hoy, en torno a 4,40.
También creció la faena de ovinos, que cerrará el año próximo a los 1,4 millones de cabezas y la de aves con una suba del 10%.
Si se habla de exportación de ganado en pie, pese a que bajó la demanda de Turquía, va a estar en más de 200 mil cabezas comercializadas, donde además de ganados para consumo, se ha incrementado la venta de genética de las principales razas criadas en el país. Y por hablar de genética, en los últimos días, nuevamente reproductores Angus uruguayos fueron distinguidos como los mejores del mundo.
En materia de inserción internacional, el año estuvo movido por la posición de Uruguay de trascender el Mercosur y llegar a acuerdos de libre comercio en forma directa, primero se habló con China y en estas horas de Turquía, lo que ha sido apoyado desde el sector agropecuario que hace décadas reclama por la baja de aranceles. También en este tema, que debería ser de consenso nacional, hubo críticas.
Además, el gobierno tuvo “palos”, nunca tan bien dicho, “desde adentro”, con la reciente brecha generada por el tema de la Ley forestal propuesta por Cabildo Abierto y aprobada en el Parlamento. Prácticamente todo el sector productivo e industrial vinculado al rubro apoyó Lacalle Pou que actuó de manera rápida y contundente ejerciendo su derecho al veto, provocando la primera “espina” en la Coalición, pero fortaleciendo la imagen del presidente en el sector.
En lo interno, hoy estamos presentando el Suplemento número 52 de este año. Fueron 676 páginas, a un promedio de 13 por domingo. Y si sumamos los días entre semana, superan las mil páginas exclusivamente destinadas al sector más influyente de la economía nacional. En un año especial que desde Rurales El País volvimos a apostar, basados en un gran equipo de periodistas y columnistas, con un cambio de imagen y una renovada página web.
Nuestra apuesta es también reflejo directo de la importancia de un sector que, pese a las trabas que muchas veces las “liga de rebote” porque van orientados a esa “grieta” político partidaria, no para, invierte, interesa y que tiene quien le escriba... Porque esa rueda continúa girando sin detenerse… así sea por arriba de los palos…