Desde principios de marzo se procesó un descenso de la demanda china por carne vacuna que, por el momento, no se está reflejando en las condiciones del mercado local de haciendas. Los precios de exportación a China -destino excluyente- bajaron, en general entre 6% y 8%, en tanto que los precios del gordo siguieron en una disparada que asombra semana a semana, acercándose a los US$ 5,50 por los novillos especiales de pradera, categoría que dista muchísimo de abundar. Pero, más allá de las lógicas oscilaciones de los mercados, la expectativa es que la demanda internacional de carne vacuna continúa siendo intensa este año y, probablemente, el próximo.
Parece lógico pensar que los precios del gordo no deberían subir mucho más de lo que ya lo han hecho, aunque también se pensaba lo mismo cuando alcanzaron los US$ 5,00, y, sin embargo, le tendencia sigue impertérrita.
Al analizar el mercado internacional, las condiciones parecen dadas como para que los precios del producto se mantengan en niveles elevados, más allá de que siempre hay nubarrones que podrían llegar a convertirse en tormentas, máxime cuando el mercado está tan recalentado como en la actualidad. La expectativa es que las importaciones chinas de carne vacuna sigan creciendo este año, aunque a una tasa más moderada.
Respecto a esos grandes nubarrones, a todas luces el principal es la invasión de Rusia a Ucrania. Otro es el crecimiento en la cantidad de casos de covid-19 en China y la estricta política de cuarentena implementada por el país, aunque la flexibilizó a partir de la semana pasada en Shanghái luego de protestas de ciudadanos que encuentran enormes dificultades para hacerse de alimentos y medicamentos ante la obligación de no salir de sus casas a poblaciones de una ciudad de más de 26 millones de personas.
Un tercer factor potencialmente bajista sobre la demanda internacional de la carne vacuna es la recomposición de las existencias porcinas en China tras dejar atrás el impacto de la epidemia de peste porcina africana que diezmó la piara entre 2019 y 2020. Sin embargo, este hecho redujo fuertemente los precios del cerdo en ese país, pero no tuvo ningún impacto por el momento en la cotización de la carne vacuna.
De acuerdo con el reporte del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) sobre producción, consumo y comercio mundial de las principales carnes, la producción de carne de cerdo en China se prevé que crezca 3,5 millones de toneladas (7,4%) a 51 millones de toneladas, a la vez que la elevó en 1,5 millones respecto a la anterior proyección para 2022. El consumo de carne de cerdo en China se prevé que aumente 2,67 millones de toneladas a 54,4 millones. Además, el USDA cortó drásticamente sus expectativas de importaciones de carne de cerdo a 3,5 millones de toneladas, 830 mil tons menos que en 2021 y 700 mil tons por debajo de lo que esperaba en enero para este año.
Más allá de estos nubarrones, las proyecciones continúan siendo de necesidades de importación crecientes por parte de China. Los principales proveedores de carne bovina al mercado internacional (el Mercosur, Oceanía, América del Norte y la India con su carne de búfalo) estarían exportando 10,27 millones de toneladas peso carcasa, un aumento anual de 3% o 268 mil toneladas.
Casi la mitad de este crecimiento exportador será embarcado a China. El USDA pronostica que China elevará en 126 mil toneladas carcasa sus importaciones en 2022, manteniendo la tendencia de crecimiento, aunque a una menor tasa porcentual que en años anteriores. A su vez, el USDA corrigió a la baja sus expectativas de importación para este año en 100 mil toneladas respecto a lo que preveía en enero a 3,15 millones de toneladas.
Por su parte, la producción de carne vacuna en China aumentaría 90 mil toneladas carcasa a 6,92 millones de toneladas.
Los chinos -y la mayoría de los demás importadores- al momento de salir a buscar carne en el mercado internacional, deben mirar hacia el Mercosur, que se consolida como el principal proveedor de esta proteína animal al mundo. Las exportaciones de carne vacuna del Mercosur aumentarían 4% este año a 4,21 millones de toneladas peso carcasa, de acuerdo con las proyecciones de USDA. El volumen embarcado será récord para la región.
El aumento de las ventas del Mercosur se dará, según estas proyecciones, por una significativa expansión de Brasil de 12% anual (280 mil toneladas carcasa), parcialmente contrarrestada por el descenso de sus tres socios regionales.
Por el contrario, las exportaciones de América del Norte caerían 67 mil tons este año (-3%) por un descenso de Estados Unidos y Canadá.
En el caso de Oceanía, el tercer principal bloque exportador, se prevé un consistente aumento de 137 mil toneladas carcasa a 2,11 millones de toneladas, 7% más que en 2021. El aumento guarda relación con las mejores condiciones forrajeras en Australia que comenzó a dejar atrás la fase de recomposición de existencias ganaderas que tuvo su pico en 2021.