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Especulaciones sobre la próxima pos zafra

Nada es seguro en los mercados, en especial en un momento de tanta incertidumbre como el actual. Pero, considerando los antecedentes de los últimos años la probabilidad de ilusionarse con precios altos no es tan baja

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El mercado de la hacienda para faena en Uruguay está muy firme. Avanzando el otoño los precios guardan una sostenida tendencia alcista que permite a los productores ganaderos ilusionarse con precios altos para la próxima pos zafra, quizás en el entorno de los US$ 4,00 por kilo carcasa. Nada es seguro en los mercados, en especial en un momento de tanta incertidumbre como el actual. Pero, considerando los antecedentes de los últimos años, la probabilidad no es tan baja.

Contrariamente a lo que sucedió en los dos años anteriores, la tendencia alcista de los precios de la hacienda para faena en el país se corresponde con lo que está pasando en el resto de la región, lo que le da solidez.

En 2019 y buena parte de 2020 el precio en Uruguay estaba disparado del resto de la región. El argumento era típico del mercado: una oferta escasa de animales para faena que hacía que la industria debiera competir intensamente por hacerse de materia prima. Los frigoríficos sufrían la competencia en el mercado internacional de sus colegas de los demás países de la región, quienes adquirían esa materia prima a cotizaciones sensiblemente más bajas.

El precio del novillo especial en Uruguay y el promedio regional, expresado en el Índice Faxcarne del Novillo Mercosur, han ido por caminos separados entre 2018 y 2020. El precio uruguayo llegó a ser más de US$ 1,50 por kilo carcasa más alto que el promedio regional en octubre y noviembre de 2019, una diferencia de 56%. Lógicamente, era un desequilibrio que no podía sostenerse en el tiempo, por más que los accesos de Uruguay en el mercado internacional sean mejores que los de los socios regionales.

Este desequilibrio quedó de lado hacia el último trimestre de 2020, en parte por la suba de los precios en la región —fundamentalmente en Brasil, que es el país de mayor peso relativo en la composición del Índice Faxcarne— y otro tanto por la baja del precio uruguayo.

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Desde fines del año pasado ambas cotizaciones tienden a evolucionar de forma conjunta con una sensible recuperación del precio en Uruguay y en la región. Esta semana el Índice Faxcarne del Novillo Mercosur alcanzó US$ 3,64 el kilo carcasa, el valor más alto desde setiembre de 2014, más de seis años y medio atrás. En Uruguay es creciente la cantidad de negocios que se hacen a US$ 3,60. El mercado está muy firme, sostenido por condiciones forrajeras casi ideales en la medida que avanza el otoño, lo cual da cierta tranquilidad de cara al invierno.

Por cierto, el hecho de que se trate de una evolución alcista en toda la región le da solidez a la tendencia. Quienes salen a ofrecer el producto uruguayo al mundo no cuentan ahora con una competencia potencialmente mucho más barata desde el resto de la región.

En pocas semanas se estará llegando a la pos zafra, momento que suele alcanzar los precios más altos para los animales que llegan a los frigoríficos. Con referencias encima de los US$ 3,50 a mediados de abril, hay productores que comienzan a ilusionarse con cotizaciones cercanas o superiores a los US$ 4,00, como sucedió en 2019.

Es difícil asegurarlo, pero un sobreprecio de 10-12% en el pico de la pos zafra respecto a abril no es descabellado. De hecho, en los últimos cinco años la diferencia ha sido, en promedio, de 14%, con un máximo de 19% en 2019 y un mínimo de 9% en 2020. Pero también hay que tener en cuenta que hay que irse a 2013 para encontrar un mes de abril con precios más altos que los actuales, por lo que el premio podría ser porcentualmente inferior.

Las relativamente altas cotizaciones en lo que va del año alentaron a muchos productores a invertir en pasturas invernales, más teniendo en cuenta los altos precios de los granos forrajeros. Esto podría moderar el premio invernal, en la medida que la oferta no sea tan baja.

Desde el punto de vista de los mercados internacionales las señales son positivas, especialmente las que llegan desde China. La avidez no afloja, con una demanda firme a precios sostenidos y llevando todo lo que se produce. Además, los precios regionales están altos en buena medida por una escasez de oferta en la región, fundamentalmente en Brasil, el principal exportador mundial de carne vacuna. Las expectativas son que este país reduzca sus volúmenes exportados este año. La proporción de disminución dependerá de cómo evolucione el mercado interno. Si la salida de la crisis económica provocada por la pandemia es rápida, el consumo interno crecerá y dejará un saldo exportable menor; si demora, la baja de las exportaciones brasileñas no será tan intensa.

Como si esto fuera poco, la oferta de Australia, segundo principal exportador, también será muy baja dado el intenso proceso de recomposición de existencias por el que atraviesa.

Sólida demanda y escasa oferta desde los grandes proveedores del mercado internacional son una combinación como para ser optimistas en cuanto a precios medios firmes.

Cuál es el precio pico de la pos zafra es algo casi que anecdótico. Al fin de cuentas, no son muchos quienes llegan a aprovecharlo. Lo importante, más allá de esa cotización puntual, es que las expectativas son de un mercado firme y sostenido a lo largo del año. Eso es lo que da tranquilidad al momento de decidir inversiones.

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