Las tan esperadas señales desde China empezaron a llegar en la última semana. Todavía con cautela, dando pasos cortos, las autoridades del país comenzaron una senda de flexibilización de su estricta política para enfrentar el Covid-19. Además, atacaron el otro gran problema que impacta de forma negativa las previsiones de crecimiento de su economía, que es la crisis del sector inmobiliario. Los mercados tomaron estos anuncios con optimismo y ya se advirtieron algunas repercusiones positivas.
Cuando las autoridades se embanderan con un método para combatir un problema, suelen ser reacios a cambiarlo, porque deben ir en contra de los argumentos esgrimidos mientras lo aplicaron. Pero cuando el remedio es peor que la enfermedad, no queda otra que cambiarlo. Lo que muchas veces hacen es realizar esas variantes de forma lenta y negando que vaya a darse un cambio de política. Es lo que están haciendo ahora las autoridades sanitarias en China. Están flexibilizando algunas de las medidas, diciendo que se trata de cambios menores que no alteran la férrea política de combate al Covid-19, tomando como prioritario el cuidado de la salud de la población.
Se anunciaron recortes en las cuarentenas de las personas que ingresan al país, reducción de multas a aerolíneas que ingresen con personas infectadas, menor cantidad de testeos exigidos, e incluso se especuló con que en alguna ciudad del norte se estaría avanzando algún paso más, dejando de exigir testeos negativos para el ingreso a restoranes y otros lugares donde puedan darse aglomeraciones. Esto último fue negado por las autoridades, pero es algo que sucedió, de acuerdo con lo informado por Financial Times.
La flexibilización de la política se da en un momento de crecimiento de los casos de Covid-19 en el país, lo que refuerza la idea de un cambio más significativo del que están anunciando.
En lo que refiere al sector inmobiliario, el Banco Central de China elaboró un plan de 16 puntos para sacarlo de la enorme crisis en la que se encuentra. El precio de las acciones de empresas del sector subió dos dígitos porcentuales tras el anuncio.
Lo que genera gran preocupación en el gobierno son los resultados de la economía que, en octubre, fueron bastante peores de lo que se anticipaba. Por ejemplo, las ventas minoristas se contrajeron 0,5%, por debajo del dato del mes de setiembre, que había sido de aumento de 2,5%, y también de las previsiones de los analistas, que eran de un positivo de 1%.
No es de extrañar, entonces, que se tomen medidas para enfrentar los dos factores que más impacto negativo están ejerciendo sobre la economía, la crisis inmobiliaria y la política de cero Covid-19.
Los impactos positivos comenzaron a percibirse. El tipo de cambio en China se valorizó de forma significativa. Tras haber alcanzado un piso de 7,3 yuanes por dólar a fines de octubre, cayó a menos de 7,10, una valorización cercana a 3%. No es poco para los importadores chinos, acostumbrados a variaciones leves del tipo de cambio.
En los mercados de las materias primas también hubo un impacto positivo sobre los precios. A modo de ejemplo, subió el precio del barril de petróleo. Pero también subieron los de algunos de los productos que Uruguay exporta y que tienen a China como principal importador mundial, como es el caso de los lácteos y la lana.
En la subasta de la plataforma de Fonterra la semana pasada, el Global Dairy Trade, el valor medio de los lácteos revirtió la tendencia a la baja de los tres remates anteriores con una suba de 2,4%. A su vez, el precio internacional de la lana también cambió de signo y dejó atrás las fuertes bajas que predominaron desde que en julio empezó la zafra 2022/23. El Indicador de Mercado del Este en Australia se valorizó 27centavos en la semana (+3,3%) a US$ 8,33 el kilo base limpia.
En la carne vacuna no hay un indicador internacional que pueda medir de forma tan directa el humor del mercado. Sin embargo, de acuerdo con lo manifestado por operadores a Faxcarne, el mercado chino lucía “muy demandante” al inicio de la semana, situación muy distinta a la que predominó desde agosto hasta la semana anterior.
Por el momento, no es como para echar campanas al vuelo, pero las decisiones tomadas por las autoridades chinas van en la dirección correcta como para prever una mejora del ánimo comprador en el mediano plazo. En un informe realizado por el banco BBVA en China, dicen que “los indicadores económicos de octubre peores de lo esperado sugieren un camino de recuperación de la economía china lleno de baches”. Pero agrega que las recientes medidas “podrían ayudar a alterar los sentimientos del mercado y reconstruir la confianza”.
Habrá que ver qué pasa en las próximas semanas y seguir con atención la evolución de la economía china.