Con un panorama productivo interesante (el rendimiento promedio va a superar los 2.500 kg/ha y podría acercarse a 3.000) la soja uruguaya tiene además un auspicioso escenario de mercados, con precios que se ubican en 650 U$S/ton puesta en Palmira. La firmeza en los valores se da particularmente por la suba en el precio internacional de los aceites, que también alcanza la colza. Este grano ofrece precios en el entorno de 740 U$S/ton puesta para la próxima cosecha, lo que ciertamente estimulará la concreción de mayores áreas.
HACIENDA. Si bien a menor ritmo que en semanas previas, el precio del ganado sigue avanzando, con valores para el novillo gordo especial que alcanzan 5.20 U$S/kg a la carne. Las vacas se mueven en el rango de 4,90 a 4,95 U$S/kg y las vaquillonas entre 5.00 y 5.05 U$S/kg en cuarta balanza. La faena está a pleno y los precios de exportación también, con un promedio de 5.200 U$S/ton la semana pasada, que lleva el promedio mensual a cerca de 5.000 U$S/ton.
Los mercados externos siguen firmes, si bien es posible que los valores en China corrijan a la baja en estos días, luego de haber alcanzado máximos históricos. La baja en el precio de la carne de cerdo en dicho mercado y nuevos casos de coronavirus que obligan al confinamiento (China tiene una política de 0 caso) pueden afectar los precios y la demanda; de todas maneras serían ajuste moderados a partir de precios récord. El escenario sigue siendo muy positivo.
FINANZAS. El dólar en Uruguay cayó casi 3% en la semana y está más de 6% por debajo del promedio de marzo de 2021 (un año atrás). Si se considera que en el período la inflación ronda el 9%, el dólar ha tenido una caída en su valor real de 14%. Es un descenso fuerte asociado a la estrategia del Banco Central de Uruguay de reducir la inflación, para lo que está aumentando la tasa de interés. La tendencia no se da solo en Uruguay: en Brasil el Banco Central también ha realizado aumentos sucesivos de la tasa y el dólar cayó 5% en la semana y casi 8% en el último mes. Ante la presión inflacionaria que impone la suba de precios internacionales, varios Bancos Centrales de países emergentes están subiendo las tasas, aunque arriesgan afectar la economía por encarecimiento del crédito y/o pérdida de competitividad.