La profundización de las relaciones comerciales entre Uruguay y Japón, genera la expectativa de poder ingresar con menudencias, donde especialmente la lengua bovina fresca, es el principal producto de interés para el complejo cárnico uruguayo.
Si se consigue la habilitación para el ingreso de lenguas bovinas frescas, “sería la primera vez que un país libre de aftosa con vacunación esté habilitado para exportar a Japón, que es muy estricto en esa materia”, reconoció en las últimas horas el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos en diálogo con Valor Agregado de Radio Carve.
Este martes, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, viajará a suelo nipón con una delegación de dirigentes agropecuarios y empresarios. No está en juego solo el ingreso con menudencias, que quedaron fuera del mercado desde el 2.000, cuando Uruguay padeció focos de fiebre aftosa en Artigas, también está el interés de Uruguay de entrar al Acuerdo Transpacífico y Japón es la puerta de ingreso.
Según Acceso e Inteligencia de Mercado del Instituto Nacional de Carnes (INAC), ingresar a este acuerdo tendría consecuencias positivas de corto y mediano plazo en la cadena cárnica, con un aumento de US$ 90 millones anuales en las exportaciones de carne.
Implicaría la apertura de otros mercados de alto valor. El TTP está compuesto por Australia, Brunéi Darussalam, Canadá, Chile, Malasia, México, Japón, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.
El presidente de la Cámara de la Industria Frigorífica (CIF), Daniel Belerati, más allá de la ilusión de poder entrar con menudencias bovinas que hoy van como productos termo procesados (léase lenguas cocidas), dijo que “ingresar al Tratado Transpacífico implicará que Uruguay deje de ser el único país que actualmente le vende carne bovina congelada a Japón, pagando la totalidad del arancel, que es de 38,5%, mientras todos los demás competidores están beneficiados, porque tienen Tratados de Libre Comercio o forman parte del TPP”. A su vez, Uruguay entra con carne desosada, congelada o enfriada en Japón, un mercado de alto potencial y en crecimiento.
Belerati recordó que los tres principales proveedores de carne a Japón (Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos), “ingresan con aranceles preferenciales”. Según INAC, el Acuerdo Transpacífico presenta un atractivo mercado para la carne bovina: en conjunto, los países miembros importaron US$ 9 mil millones en 2021, representando alrededor del 20% de la importación mundial. Además, las importaciones totales crecieron 65% entre 2010 y 2021. Japón se posiciona como el importador más relevante del bloque. En 2021, importó US$ 4 mil millones, representando el 45% de la importación total.
Mercado. Por otra parte, al analizar el primer semestre, el presidente de la CIF, consideró que “fue un cisne negro”, porque se juntaron una cantidad de elementos, como muy pocas veces pasa. “Se juntaron la escasez de oferta de los principales exportadores: Brasil y Australia”, remarcó Belerati. “Brasil empezó a tener una presencia mucho más fuerte a partir de mayo y paralelamente, se registró un incremento, impensado e inusual, de absolutamente todos los productos. El lado bueno fue que se valorizaron todos. Tuvieron unos precios desconocidos”. El malo que subieron combustibles e insumos para la producción. “Lo que se vende vale más, pero lo que se compra sale más caro”, remarcó Belerati.
Mirando el hoy, el titular de la CIF aseguró que el precio de todos los productos cárnicos “comenzaron a caer y se aprecia una retracción en China, que esperemos que en noviembre no sea tan acentuada”. La política de Covid cero implicó cerrar ciudades enteras y eso pega duro en el consumo.
“Confiamos en que a partir de noviembre el mercado retome. China tuvo una caída económica importante, es evidente que no está creciendo a los niveles del pasado reciente, pero va a seguir comprando volúmenes importantes y Uruguay tiene que competir con Brasil, que tiene una oferta monumental de carne en la exportación”.
