La reducción de la faena de bovinos traerá consigo un faltante de asados frescos en el mercado interno de cara a Fin de Año y la primera semana de enero, donde la venta de este corte crece sustancialmente, ya no sólo por las fiestas, sino también por el incremento del turismo.
Varias plantas frigoríficas detendrán las faenas a partir de estos primeros días de la semana y recién las retomarán pasado el 11 de enero, en el marco de un mercado ganadero con faltante de oferta a esta altura del año, pero con la particularidad de enfrentar un mercado mundial de carnes desacelerado en comparación con años anteriores.
El posible faltante de asados frescos preocupa a carniceros y abastecedores, porque “el gran protagonista en Fin de Año y las primeras semanas de enero es el asado fresco”, aseguró Jorge López, Director de Abasto Santa Clara.
Más allá de la caída en el volumen de asados frescos que se espera en el abasto, otros cortes bovinos no van a faltar y hay suficiente stock de carne importada de Brasil para abastecer la demanda, al igual que carne bovina procedente de las faenas de ganado local. En Fin de Año y 1° de mayo, son las fechas donde la demanda de asados crece sustancialmente.
López que lleva más de 30 años en el abasto, evaluó las ventas de carne previas a Navidad y afirmó que “fueron muy buenas” y especialmente en lo que respecta a asados y corderos. “Esperamos que para el final del año se repitan”, dijo el empresario a El País.
Por otro lado, el Director de Abasto Santa Clara recordó que el precio del cordero está por debajo del valor del asado, hecho que no se daba hace muchos años y consideró que “por la reposición de corderos que se está viendo, las ventas de esta semana van a ser muy buenas”. Tanto el precio del asado como el del cordero están ayudando a ese crecimiento.
A su vez, el precio del lechón quedó por encima del de ambos productos y eso desmotivó al consumidor que este año se volcó más al cordero.
Tomando el consumo de carnes durante 2022, en los primeros 10 meses, en carne bovina disminuyó 4,8% respecto a 2021, quedando 2,6% por debajo del registrado en 2020 y 11% por debajo respecto a 2019.
La carne aviar creció 5,3% en la misma fecha de la comparación anterior, con un incremento de la faenas de aves. A su vez, la porcina se recuperó de la baja observada en 2021, marcando un aumento de 11% respecto a 2021 y 8% comparado con 2020, según los datos estadísticos del Instituto Nacional de Carnes (INAC).
Cambios en el consumidor
El consumidor uruguayo comienza a parecerse al del resto del mundo, con mayor consumo de carnes blancas frente a las rojas. En el mundo, la carne aviar y el cerdo dominan las dietas, pero en Uruguay hay preferencia por la carne bovina y ciertos cortes como el asado, están culturalmente muy arraigados.
