El momento agropecuario es muy bueno y excelente en lo que a ganadería se refiere, batiendo récord en precios faena y exportaciones. Es muy bueno también para los cultivos que han sido acompañados por un buen clima, buenas cosechas y buenos precios. Es, para el presidente de la Asociación Rural del Uruguay (ARU), Gonzalo Valdés Requena, un momento para reflexionar y estudiar el futuro de lo que vamos a hacer porque el incremento de costos impacta mucho.
Durante su participación en el programa #HablemosdeAgro —emitido en Canal 10 y conducido por Pablo D. Mestre y Martín Olaverry—, coincidió en que es un momento de cautela, aseguró que los productores están convencidos de que hay que invertir, generar oportunidades y de que hay un buen futuro en el negocio.
“Lo vemos en todos los niveles: pasturas, cultivos. El gran desafío es producir todo lo que nos demande los mercados internacionales”, dijo.
Según explicó, hay factores que hacen que el momento sea coyuntural, como lo provocado por la pandemia y la invasión rusa que afecta a los mercados. Sin embargo, señaló: “Probablemente podemos considerar estructural la demanda de los mercados internacionales”.
Esa parte coyuntural, explicó, es lo que afecta precios de insumos y es donde está el signo de interrogación.
Por otro lado, el presidente de la ARU manifestó que se va a cerrar un ejercicio con resultados muy buenos: “Buenos rendimientos, buenos precios en ganadería, fue un ejercicio que inició con costos más baratos”. Y agregó: “El próximo ejercicio tiene insumos que se triplicaron en valor y una situación cambiaria complicada. Vamos a depender de las próximas zafras, del precio de la carne de exportación, del novillo y del clima”, indicó.
Campañas sanitarias. El programa de Erradicación de la mosca de la bichera viene de un proceso muy largo en el que se ha discutido cómo se conformaba, dónde, cómo se financiaba. Había un instituto que pretendía crearse que quedó por el camino y ahora se instalaría dentro del MGAP, lo cual es “razonable”.
No obstante, el presidente de la ARU, expresó que “la luz amarilla casi naranja” es que la financiación fue anunciada a través del impuesto de 1% venta de semovientes.
“Es un tema que tenemos casi que grabado a fuego. ARU viene pregonando que el impuesto es anacrónico, económicamente neutro, se paga pero vuelve via certificado de crédito. Genera mucha burocracia y el productor es quien sufre las idas y vueltas. Cuando, además, vamos camino a una guía electrónica”, indicó.
Dejando de lado el 1%, los distintos aportes del sector (tasas y contribuciones que van destinados al fondo de enfermedades prevalentes, etc) y sin contar lo que tiene que ver con aportes de trazabilidad y aftosa, superan los 100 millones de dólares anuales. “6 millones de dólares es mucho dinero. El gobierno tiene intención de mejorar la gestión, vamos caminando a eso. Un proyecto que está cuantificado en un tiempo de 10 años son unos 70 millones de dólares presupuestados”, dijo.
Si bien no hay dudas de que solucionar la bichera “es trascendental” para toda la producción, cuál es el camino es la cuestión y cómo se financia.
Comercio internacional. Desde un primer momento la ARU acompañó la idea de flexibilizar el Mercosur. “Nos parece que Uruguay está encorsetado en un bloque que no ha sabido avanzar lo necesario para acompañar los tiempos del comercio mundial. Es válido salir a buscar negociaciones bilaterales; tenemos el anuncio del TLC con China que parecía ir rápido, pero los ritmos no fueron como lo anunciado”, expresó.
De todas formas, reconoció el esfuerzo del gobierno para lograr acuerdos. “Uruguay necesita bajar aranceles, se paga mucha plata en el comercio mundial. Lo importante es que la actitud de Uruguay sea proactiva, dependemos de las otras partes y sus ritmos. Uruguay ha dado una imagen de país serio, creíble y con seguridad jurídica importante. El mundo está interesado en Uruguay”, concluyó.