La buena sanidad es la base de una alta producción. Las enfermedades vinculadas con la reproducción, conocidas como venéreas, así otras que afectan la cría, están siempre latentes y hay que prevenirlas.
Con las inseminaciones de vaquillonas y el entore del rodeo de cría andando, el Dr. Diego Irazoqui, técnico del Laboratorio Boehringer Ingelheim, dijo que el impacto productivo cuando se apuesta a la vacunación para prevenir las enfermedades reproductivas “es importante”. Aclarando que ese impacto productivo puede ser mayor o menor dependiendo de la enfermedad que esté afectando al rodeo, Irazoqui destacó que usando la vacunación preventiva “se puede estar produciendo entre 15% y 30% más terneros comparando lotes de ganado protegido frente a los que no lo están”.
Aclaró que en caso de Leptospirosis, una enfermedad que parece mostrar avance en algunas zonas ganaderas, donde incluso se han detectado varias cepas, el experto de Laboratorio Boehringer Ingelheim recordó que al vacunar contra esta enfermedad, el impacto productivo puede ser superior a los porcentajes citados anteriormente.
Frente a los actuales precios del ganado gordo, la inversión en sanidad debe verse como una inversión, no como gasto y prácticamente se paga sola. “Si el animal está protegido, vamos a tener mejores resultados productivos”, destacó el veterinario.
Hilando más fino, consideró que el productor gastaría entre 3 y 4 dólares por cabeza, dependiendo de la categoría a inmunizar, porque en vaquillonas se precisan dos vacunas. “Date cuenta que si eso implica tener un 10% o 20% más de terneros, con el valor que tienen hoy los teneros, la cuenta cierra por todos lados. Todo apunta a que el ganado va a seguir saliendo por las exportaciones, por la firmeza del mercado cárnico a nivel global, cualquier inversión va a tener retorno”, destacó Irazoqui al Programa Valor Agregado de Radio Carve.
Entre las recomendaciones del especialista, también estuvo la de prestarle especial atención a fasciola hepática, así como a los parásitos gastrointestinales, dosificando los rodeos antes de que ingresen al servicio.
Si bien Irazoqui reconoció que “cada establecimiento es un mundo” y que “hay situaciones muy variables, dependiendo del clima y el régimen de lluvias”, afirmó que “siempre hay que tener en cuenta la sanidad si se busca que los rodeos tengan una buena producción de terneros”. Siempre hay que recordar que el grueso del rodeo de cría produce sobre campo natural y el aspecto nutricional es fundamental al momento del servicio.
Recomendó un chequeo de parásitos gatrointestinales (copro parasitario) para determinar carga y luego dosificar.
“Hay que prestarle mucha atención a lo que son vacas paridas multíparas. A ese animal que está criando un ternero hay que prestarle más atención especial, lo mismo que a vaquillonas de primera y segunda cría”, advirtió Irazoqui.