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Rafael Gallinal: "No nos damos cuenta del nivel logrado en el agro"

Rafael Gallinal, productor agropecuario del centro del país, festejó el momento del agro y dijo que “no es una inercia coyuntural solamente basada en los precios, sino que estos ayudan a modificar la estructura de las empresas”. Sobre la inserción internacional, dijo que debe ser un objetivo país y que “si accedés a un país sin aranceles y obtenes 10% de aumento en los precios, significa mejorar el acceso a las tecnologías”. Acerca de la producción ovina, el productor expresó que el peor problema es la bichera porque no son solo las pérdidas que se pueden contar, “es que hay empresas que directamente deciden no encarar el rubro”. Finalmente Gallinal dijo que si “conoces la realidad agropecuaria te amigas enseguida con ella, porque el campo uruguayo tiene una historia muy interesante que contar”.

Rafael Gallinal

¿Cómo comienza su vínculo con el agro?

Es desde nacimiento porque mi familia vive de eso. Nací en un medio agropecuario y cuando tenía 12 o 13 años mi vocación ya estaba bastante definida. Seguramente por el medio donde yo me movía, lo que veía, las dificultades que me motivaban. Mi padre era ingeniero agrónomo y trabajó mucho con el campo natural, y ya había algo que incidía en el hecho de tener una predisposición por la parte biológica. Me interesaban las pasturas y el tema agropecuario en sí mismo. Estudié en Montevideo y nuestra vida de los tiempos libres era el campo. Nunca dudé en ser ingeniero agrónomo.

¿Desde el inicio trabajó en el campo familiar?

Trabajé en un pequeño tambo familiar mientras estudiaba. Era algo que agronómicamente siempre me interesó, hasta que se vendió. Me recibí en plena crisis, allá por 1981 o 1982 y tuvimos que salir a dar una mano en una época brava para la agropecuaria. Había bajos precios que acompañaban esa crisis importante.

¿Cómo evalúa este buen momento del agro?

Para nuestra generación ver esto es culminar un esfuerzo. Es una sensación de que no nos equivocamos en el rumbo como generación, técnicos y productores. No nos damos cuenta del nivel logrado en el agro, y está acompañado desde el punto de vista de los mercados con la demanda de China. Pero como es algo dinámico, hay dificultades en otros aspectos y las empresas se van adaptando. El tema climático y ambiental está pegando fuerte como novedad y es un elemento a observar y cuidar. El agro viene trabajando muy bien desde hace muchísimos años y es algo que hay que certificar, mostrar y valorizar para ser competitivos.

Por lo tanto, no solo festeja los precios…

Festejo que hemos mejorado muchísimo en un montón de aspectos, y es difícil enumerar a todos, pero si vas al interior te das cuenta en lo profesionales que son las empresas en todos los niveles. Todavía tenemos enormes deberes, claro, pero la línea que veo es la que acompaña las exportaciones del último año que nos impresionaron, con precios altos que van de la mano de una agropecuaria más madura, con más eficiencia en la terminación de novillos, y podrán parecer cambios modestos, pero para nosotros que los vimos estancados es todo un logro.

Los valores del ganado han corregido a la baja, pero seguimos en precios buenos. ¿Esto es estructural?

Es estructural. Siempre dije que las relaciones de precio determinan las tecnologías que podemos aplicar. La intensificación no es voluntarista, depende de las relaciones de precio y la cuota 481 fue un buen ejemplo, porque cuando se creó la recría empezó a mejorar y dinamizó toda la invernada. Fue consecuencia de una política de búsqueda de mercados que además se desparrama en la cadena e intensifica los eslabones. La cría tiene otros componentes que la complican. El hecho de que un beneficio sea estructural obliga a todos los agentes a ser más eficientes, la cría va a ir mejorando y seguramente en unos años tengamos un aumento en el número de vacas porque estamos teniendo más cuidado con las pasturas y el campo natural. Se le da otra importancia al pastoreo rotativo, el afloje de cargas, hay más conciencia de los productores. Los stocks ganaderos pueden tener una modificación sin perder la eficiencia, a pesar de que hoy incluso por cuestiones del metano se busca aumentar la productividad individual de los animales.

¿Es posible superar de forma sostenida los 3 millones de terneros en un lapso sostenido de tiempo?

Yo creo que sí. Esto no es una inercia coyuntural solamente basada en los precios, sino que estos ayudan a modificar la estructura de las empresas que nos hace más eficientes y mejora la competitividad. Hay tecnologías nuevas, hay más información.

¿Qué piensa de la terminación a corral?

El corral mejora la eficiencia de las empresas ganaderas. Creo que va a aumentar inserto en los esquemas de los productores, no solo en los feedloteros, porque da flexibilidad y permite aumentar dotación sin riesgo, que es muy importante. Tampoco aumenta la presión sobre el pastoreo del campo y permite sacar y poner ganado en momentos estratégicos, más en un año que pronostican Niña. En general mejora la eficiencia en el manejo de los recursos y un corral inserto en el sistema, lo mejora. Es distinto al feedlot puro, donde se trata de manejar la ganancia del novillo. Un corral en el establecimiento de un productor es ganancia de la empresa.

Los valores del gordo ajustaron, y la reposición se acercó. ¿Es un mensaje de confianza en el sistema?

Creo que ahora está jugando el miedo a la seca. La industria sabe que no hay ganado gordo para una faena enorme y son las leyes del mercado. Es una coyuntura que debemos atravesar, pero creo que lo estructural es la demanda china, capaz a precios más moderados en un mundo que está procesando cambios, con un dólar más fuerte y tasas de interés a nivel internacional más altas que inciden en los movimientos de capitales en el mundo.

¿Cómo ve la inserción internacional de Uruguay?

Deberíamos dedicarnos a mejorar nuestra inserción internacional como objetivo país. Un 10% de aumento en el precio cambia el acceso a las tecnologías, entonces si accedés a un país o una demanda sin aranceles y obtenes ese 10% de aumento, significa cambiar tu empresa. Esa es la idea que deberíamos tener todos. El acceso a los mercados debería ser una prioridad, estar todos agarrados de la mano y no peleando por cuota política. Si me preguntás si me gusta la dependencia tan grande de China, te digo que no. Me gustaría hacer acuerdos con países que tengan otra democracia y otra manera de trasladar esas relaciones comerciales a los aspectos institucionales.

¿Cómo observa la interacción de la agricultura con la ganadería, sobre todo hoy que los granos están viviendo un proceso de expansión?

Tengo un enfoque conservacionista de los suelos, por tanto la agricultura inserta en los sistemas ganaderos me gusta, con rotaciones bien planeadas. Eso es información. No me gusta regular, me gusta informar porque el productor sabe decidir bien y es su libertad. Hay que saber los pro y los contras de las rotaciones donde se los involucra, y en los buenos momentos de la agricultura se avanza sobre campos que no son aptos. En otros momentos se cometieron errores que dejaron campos con la obligatoriedad de rotarlos para las empresas. Eso implica una rotación forrajera que mantenga la fertilidad.

¿Cómo ve la actualidad de la producción ovina?

Yo pensaba que el rubro ovino intensivo, o semi intensivo, que era por lo que yo seleccionaba a las ovejas tenía que ser algo parecido a una lechería de zonas marginales. Tenía que haber intensificación para medianos y chicos en las zonas marginales. Sabíamos de las dificultades de que para la industria no fuera prioritario y nos condicionaba, porque era subsidiario de la faena vacuna y eso nos traía problemas de planificación. Hay que apostar a una producción grande de corderos en Uruguay, y sigo pensando que es posible, pero hoy la competitividad bajó. Creo en la eficiencia de la oveja, pero hoy tenemos números que nos muestran una competitividad compleja.

¿Cómo ordenaría las amenazas del rubro?

Primero la bichera. Cuando se habla de pérdidas por la bichera se menciona a las directas, pero no las que impiden el desarrollo. Hay empresas que no encaran el rubro ovino por las complicaciones que genera en competitividad de mano de obra. Hoy peleamos con otros rubros que tienen una eficiencia mayor, por ejemplo la agricultura. Basta con ver el producto bruto por hora invertida de trabajo, y la bichera incide en ese valor. Repito: impide que se desarrollen sistemas basados en el ovino. No es la pérdida de corderos, es que hay empresas que directamente deciden no hacerlo. El costo directo es alto, pero es mucho más alto el costo de lo que impide hacer.

¿Y el abigeato y las jaurías de perros? ¿Y qué pasa con la mano de obra?

En un país democrático no podrían ser estructurales dos problemáticas que son solucionables. Es cierto que no hemos logrado erradicarlas. En los perros hay una sensibilidad de cierta parte de la población que es respetable, pero difícil de comprender cuando hablamos de perros que andan sueltos, solos, entran a tu predio y destruyen majadas enteras. También está la mano de obra, siendo que es difícil conseguir gente, pero está involucrado con lo antes mencionado. Si hubiera un producto bruto por hora invertida más alto conseguiríamos más mano de obra. La automatización del rubro es muy importante, como hicieron los neozelandeses hace 40 años.

¿Sigue siendo optimista?

Soy optimista, pero tenemos problemas de competitividad con otros rubros difíciles de superar. Hoy está la forestación, la ganadería vacuna intensiva… Se ha profesionalizado mucho la producción agropecuaria. Sigo creyendo que la intensificación del rubro pasa por la producción de corderos y creo que existe la posibilidad para productores medianos y chicos que tengan altos niveles de productividad y sean competitivos.

Estuvo asociado a la experiencia del Lotus Rincón y su crecimiento en el país, ¿cómo recuerda el impacto del mismo y ese proceso?

Empecé allá por 1977 con esto y era una quimera. El Lotus Rincón eran unos manchones en la estancia Rincón. Estábamos con mi hermano Federico y Luis Artagaveytia que era el administrador. No fue casualidad que se desarrolle en la década de 1980, porque habían pocas posibilidades de aplicar tecnología. Tenía una predisposición a analizar la persistencia de las pasturas y no nos equivocamos, era una época donde las leguminosas se evaluaban por otros aspectos y lo priorizamos como factor fundamental. Hoy tenemos campos con 39 años de persistencia. Cambió el enfoque sobre la selección de especies para integrar campos naturales y nos dio una herramienta de intensificación cuando no existía, y las relaciones de precio eran muy malas. Hoy se habla mucho más de la estabilidad de las pasturas. Insertar una leguminosa en un ecosistema nativo genera un montón de mejoras y la actividad biológica cambia, y tenemos que saberla manejar. Buscábamos estabilidad en el largo plazo, y hablábamos de 30 o 40 años.

¿Cómo ve el trabajo de las gremiales y del gobierno?

La veo bien. El hecho de arreglar la casa y ordenar me gusta, con las gremiales te digo lo mismo. Tenemos la casa ordenada, el sector agropecuario funcionando y las reglas de juego claras. El accionar de las gremiales debe ser apoyar la institucionalidad y lo cumplen, cumplen una función muy importante y además nadie se entera cuando lo hacen. Si nos remitimos a la época de la aftosa, vemos la acción de toda la cadena, incluyendo las gremiales que nos trajeron al lugar que ocupamos hoy. Analizando la trayectoria y viendo el estatus sanitario que tenemos ha sido fundamental. Hay que sacarse el sombrero con gente que dedica horas honorarias a eso y no se ve: Uruguay está formado por muchas instituciones honorarias que aportan a la institucionalidad, y no solo en el agro, pero en este rubro es particularmente llamativo.

¿Cómo ve el acercamiento del campo con la ciudad y la entrada de las nuevas generaciones al rubro?

Si no modificás una situación en muchos años alguna culpa tenés, no es todo de los demás. Se están haciendo esfuerzos para que el resto de la población conozca la realidad y hay mucha gente formándose para eso. No es gratis que la gente tenga una visión sesgada de lo que sucede en el campo. Debemos hacer que se conozca la realidad de cómo se trabaja en el agro, cómo se manejan las relaciones laborales, la tecnología que se aplica, cómo se forman las nuevas generaciones… Si conoces la realidad agropecuaria te amigas enseguida con ella, porque el campo uruguayo tiene una historia muy interesante que contar.

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