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Prohibir el uso de fipronil sería “una pérdida grande”

Productores y veterinarios alerta ante posible restricción

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Crédito: Angus a Cielo Abierto 2019

Pablo Antúnez

Productores y veterinarios están muy preocupados por una posible restricción o prohibición en el uso de fipronil, principio activo usado eficazmente para el control de la garrapata del bovino.

La Unión Europea bajó el nivel de residuos exigido y el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca estudia cuál será el camino para evitar problemas y no perder este mercado para la carne, pero también para no perjudicar a los productores.

Hoy desde que se trata un animal con fipronil hasta que es enviado a faena, el tiempo de espera está en 100 días. Al bajar el nivel de residuos se llevaría el tiempo de espera a 200 días y eso “prácticamente inhabilita el uso en las zonas de cría y en situaciones muy particulares”, explicó el Dr. Rafael Carriquiry, técnico del Instituto Plan Agropecuario para el norte del país.

El profesional sostiene que si el MGAP llega a prohibir el uso de ese principio activo “sería una pérdida muy grande”, porque tampoco hay específicos veterinarios nuevos que puedan sustituirlo.

“Los principios activos para combatir la garrapata son pocos (fosforados, piretroides sintéticos, amitraz, fluazurón, fipronil e ivermectinas), pero hay una enorme cantidad de presentaciones y nombres”, reconoció Carriquiry. A su vez, existen productos que tienen 40 años de uso y “si eliminan uno que es más nuevo como el fipronil, quitan una herramienta importante”, detalló el veterinario.

Situación. El otoño es la época del año con mayor presencia de garrapata. Es la tercera generación del parásito -la primera es en primavera y la segunda en verano- y como hay temperatura alta y humedad, se ve más garrapata sobre el ganado.

“Todos los años pasa eso”, aclaró Carriquiry y desde su punto de vista, “no se puede decir que este año está más bravo si en el predio no se hacen recuentos frecuentes del parásito”. El testeo de resistencia para saber qué principio activo funciona mejor, el plan de tratamiento sanitario que debe hacerlo un veterinario y el recuento de parásitos sobre el ganado, son claves en el manejo, insistió el profesional.

Carriquiry admitió que ayudada por el clima y a veces por la resistencia a los zooterápicos, la dispersión de la garrapata aumentó en los últimos cuatro o cinco años, ya sea en establecimientos o en zonas. Eso dificulta el control”.

Aclaró que la resistencia a los principios activos se da a nivel de establecimientos, no de zonas y consideró que este problema era inevitable. “En la mayor parte de los establecimientos del norte del país, muchos principios activos ya no funcionan. Cuando aparece ese problema no hay marcha atrás”, explicó. Es por eso que el veterinario del IPA instó a los productores a usar con responsabilidad los principios activos y principalmente, a que busquen ayuda en los veterinarios.

En muchos casos, la resistencia se da porque en el predio se compra ganado y llega con garrapata. “La gente tiene que tomar conciencia y revisar los animales. Antes de hacer un tratamiento hay saber la cantidad de garrapata que hay en el ganado. “No se puede hacer un tratamiento sin saber el grado de infección”, dijo Carriquiry.

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