La lechería precisa crecer en volumen de leche, número de productores y uso de tecnología, pero no podrá hacerlo si no hay competencia por la leche, porque algunas industrias lácteas están al borde del abismo. Es por eso que dos nuevas herramientas pretenden convertirse en los salvavidas que le permitan al sector mantenerse a flote, hasta que pasen las oleadas perjudiciales del mercado y nuevamente, se pueda recuperar parte de lo perdido en precios.
Por un lado, el Poder Ejecutivo remitió al Parlamento un Proyecto de Ley que está por votarse, impulsando la construcción de un fondo de rediseño de la industria láctea que está hoy en problemas. “Es una decisión política del Ejecutivo, tratar de preservar la mayor cantidad de unidades productivas posibles y también, generar y asegurar la mayor cantidad de fuentes laborales”, explicó esta semana el Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, al participar en el cierre de la actividad anual de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL).
Se construirá un fondo de US$ 13 millones, para financiar proyectos que deberán presentar las empresas que están en problema y que “no son objeto de crédito a través de un rediseño industrial, productivo y un plan de negocios, que será considerado por una Comisión Técnica independiente”, detalló Mattos.
El fondo será financiado con US$ 6 millones del Fondo lechero, con el compromiso de devolución. También se usarán US$ 3 millones del Fondo Tecnológico, más un monto igual que aportará Rentas Generales. “La idea es salvaguardar estas industrias y que no haya un efecto de contagio de diversas plantas que hoy están al borde de no tener otra opción más que cerrar sus unidades productivas, con el impacto que eso causa”, dijo el jerarca de Gobierno.
El proyecto de Ley prevé que para restituir esos US$ 6 millones del Fondo Lechero, éste perdure más allá de lo previsto por la Ley que era noviembre 24. “Urgía tomar una decisión con esas industrias que estaban al borde del abismo. Hace meses que venimos trabajando y encontró una fórmula cerca de fin de año para intentar que estas industrias lecheras con situación crítica”, agregó el titular del MGAP.
Por otro lado, desde el gobierno también se apunta a construir un Fondo Anticíclico, anunció Mattos. Esa misma herramienta ya está siendo presentada por la Asociación Nacional de Productores de Leche a las gremiales lecheras y en el Instituto Nacional de la Leche. La idea del gobierno es no interferir con esa iniciativa de los privados. Ese Fondo Anticíclico fue construido por el Estudio CPA Ferrere.
“La actividad va a estar desarrollada con más leche y para eso hay que sumar políticas que den tranquilidad a los productores para que haya más producción , más inversión y más crecimiento”, opinó el Ministro Mattos.
Iniciativa.
En el caso del Fondo Anticíclo impulsado por la ANPL, “era fundamental presentarlo antes del cierre del año y así lo llevamos adelante. Ahora estamos esperando la devolución y el aporte de las gremiales y de Inale, para el año próximo presentárselo al Ejecutivo”, explicó a El País el presidente de la gremial, Leandro Galarraga. “No hay plazo para presentarlo, pero nos fijamos como meta después del receso parlamentario y por eso creemos que es muy importante que los actores de la cadena láctea lo tuvieran antes de fin de año para que lo pudieran analizar con tranquilidad y aportar”.
El Fondo impulsado por la ANPL propone tener un amortiguador a la caída de los precios internacionales. “En Uruguay somos netamente exportadores. El 75% de la leche se exporta al mundo y los mercados cada vez muestran mayor variabilidad. Vemos en este año precios que superaron los US$ 4.600 por tonelada para leche en polvo entera y ahora estamos con valores que no llegan a US$ 3.500 por tonelada”, dijo Galarraga a modo de ejemplo. “Las industrias hacen lo que pueden para que el productor tenga el precio de leche lo más estable posible, pero cuando los mercados se derrumban, entendemos que hay que contar con un elemento que amortigüe el costo mínimo de producción en Uruguay y en base a eso, es que estamos trabajando para no caer en herramientas que fueron muy buenas en su tiempo, como el Fondo de Fortalecimiento y Financiamiento de la Actividad Lechera (FFAL). Fueron herramientas que se salieron a buscar luego de que el sector ya estaba inmerso en una crisis muy profunda y no amortigua lo que son las caídas de precios”, consideró el titular de la ANPL. En el caso del Fondo Anticíclico se nutrirá con el aporte de los productores, así como también, cuando se deje de percibir lo que recauda la ley del Fondo de Garantía Lechero (Fogale), se espera que continúe ese aporte en el tiempo para nutrirlo”.
Producción.
Gobierno y productores entienden que los problemas de la industria láctea y su capacidad ociosa, se solucionan con mayor producción de leche en los tambos y para eso el productor debe tener certezas. Por más que esté acostumbrado a los movimientos hacia arriba y abajo del mercado, así como a los golpes climáticos, el tambo en es como una rueda de carro donde las inversiones no se pueden parar. Alimentación, sanidad y genética, son la base de la producción. Si no se invierte en eso no hay más leche. “Este financiamiento que está impulsando el Ejecutivo para salvar a las industrias en problemas, es a corto y mediano plazo, pero si estas industrias no tienen una mayor remisión a sus plantas, van a caer, porque el problema más grande que tiene la industria es la capacidad ociosa y el exceso de personal. En estos años fueron cayeron productores y la capacidad industrial está instalada no se puede achicar”, reconoció Galarraga.
Las gremiales de productores lecheros vienen trabajando fuerte en el recambio generacional. “A nivel mundial la cantidad de productores de leche disminuye. En Uruguay, es el primer año después de muchos años que la producción cae y uno de los principales factores fue la retirada del grupo Holland de Uruguay (capitales neocelandeses)”. Al bajar la cortina mandó 20.000 vacas a frigorífico y más de 600 personas sin trabajo, generando un impacto muy importante para la producción láctea nacional. “Era una multinacional que vino a producir a Uruguay y se dio cuenta que no es tan fácil producir aquí y la lechería, en un histórico, se fue superando a través de los productores nacionales que apuestan y siguen creciendo en el sector. Nosotros tenemos que brindarles herramientas de estabilidad a todos los productores y a todos los jóvenes que se quieren insertar en el sector y se quieran desarrollar”, admitió el titular de la ANPL. A su vez, en el marco del INALE, las gremiales y gobierno trabajan en un Plan de Desarrollo de la Lechería que impulsa la adopción de tecnología en los tambos y el incremento de la productividad.
Conaprole.
“Estamos al tanto del proyecto de reconversión de las industrias que están con problemas, ojalá las puedan reconvertir”, dijo el presidente de Conaprole, Gabriel Fernández. La empresa está cerrando un buen año.
“Desde nuestro punto de vista vemos con muy buenos ojos que puedan ser reconvertidas si naturalmente tienen viabilidad. Lo que pedimos por favor y se lo hicimos saber a las autoridades de gobierno, que piensen en el sector primario que es quien produce la leche para que las industrias caminen. Vivimos este año el cierre de una empresa como Holland Uruguay. El cierre fue silencioso, el hecho de no tener un gremio hizo que 600 empleados se quedaran sin trabajo de un día para el otro y tuvieran que reinsertarse”.
Fernández recordó que hoy Conaprole, paradójicamente y mirando 10 años hacia atrás, “es la que marca el rumbo del precio de leche en el mercado. Las otras empresas pagan a sus productores el precio de Conaprole más un plus, porque es la manera de tener más leche”. A su vez dijo: “queremos que la competencia también esté bien, pero van a tener que acompañarnos en la política de precios a los productores”, aclaró.