La cadena cárnica uruguaya apuesta a optimizar sus procesos y existen tecnologías disponibles para mantener los actuales niveles de faena de bovinos e incluso incrementarlos.
La meta de faenar 3 millones de cabezas bovinas al año es alcanzable y el esfuerzo se redobla en todos los sectores para alcanzarla, buscando aprovechar un mundo que precisa carne, pero de calidad y confiable para el consumidor, tanto por su inocuidad, como por sus procesos productivos y atributos.
Analizando la cantidad de animales, desde el Instituto Plan Agropecuario (IPA) no se ven problemas para mantener estos niveles de faena, al menos en lo más inmediato. A su vez, desde la industria frigorífica, tampoco se ven nubes grises en el horizonte por el lado de la demanda, todo lo contrario.
Según la visión del Ing. Agr. Esteban Montes, analista del Instituto Plan Agropecuario, desde febrero a junio de 2021 la faena semanal de bovinos promedió 55.000 reses, lo que sumado a la registrada del 1° de junio de 2021 hasta ahora, indica que se industrializaron 2.700.000 reses. La faena de vacas fue alta, pero eso no significa una liquidación de stock, sino un rejuvenecimiento.
Para el actual ejercicio ganadero, Montes prevé una caída del stock del entorno de 300.000 a 400.000 reses al cierre del presente ejercicio al 30 de junio de 2022, comparando los números con los registrados en 2021, porque a los novillos faenados, le suma unas 240.000 cabezas bovinas exportadas en pie.
El técnico del IPA dijo que los descensos en el stock bovino se estarían registrando a nivel de las categorías de vacas de invernada y novillos de más de 3 años. “Es una caída histórica a los niveles mínimos del orden de 200 mil reses en cada uno”, remarcó Montes.
Intacta. Más allá de eso, lo principal es que la máquina de producir terneros sigue intacta. Según la proyección del IPA, “las vacas de cría se mantendrían en 4,2 millones”, porque en el presente ejercicio ganadero, “ingresó al rodeo la generación más grande de vaquillonas que hay, que corresponde a los 3 millones de terneros de hace un par de años. Ahora entran al rodeo como vaquillonas de dos años. Eso hace que la cantidad de vacas de cría se mantenga, a pesar de que hay una caída importante en la categoría de vacas”, explicó el analista.
El stock bovino se vuelve cada vez más criador y con categorías más jóvenes, lo que augura un buen futuro.
“Por el lado de la cantidad de animales no habría problemas para mantener esta alta faena”, remarcó Montes, pero aclaró que luego hay que ver cómo incidirá el clima sobre las pasturas que están sembradas y las que se sembrarán este año. Esas pasturas son básicas para mantener un nivel alto en las recrías, muchas de las cuales ingresarán a los corrales de engorde y solventarán las faenas en los meses donde el ganado gordo escasea.
Con el actual nivel de inversiones y la apuesta de los productores a crecer y mejorar la calidad de carne, subir más el nivel de extracción no debería generar miedo en la ganadería. “Habrá que responder con más cantidad de terneros nacidos cada año. Con 4,6 millones de vacas y mejorando un poco los puntos de marcación podríamos llegar a 3,6 millones de terneros producidos, que daría una faena de 3 millones de cabezas”, aseguró Montes.
Tecnologías. Desde la óptica de la Asociación Uruguaya de Producción de Carne Intensiva Natural, Asociación Civil sin fines de lucro que es pionera en Uruguay en el engorde a corral, no se ven barreras para incrementar la extracción de bovinos e incluso para subir la faena de bovinos.
Su presidente, el Dr. Álvaro Ferrés, sostiene que Uruguay cuenta con tecnologías validadas y probadas para poder faenar un volumen importante de bovinos de dentición incompleta (diente de leche, dos dientes o incluso cuatro dientes), acelerando los ciclos productivos. Hay un volumen de ganado que tiene esa edad o superior, que en un corral de engorde se convierte rápidamente en un animal faenable”, remarcó Ferrés.
El ejecutivo sostiene que se pueda aspirar a tener en Uruguay una tasa de extracción superior al 30%, como la tienen países más desarrollados como Australia. “En Australia más del 50% de la faena proviene de corrales de engorde. Si se logra, la tasa de extracción podría aspirar a ser superior al 30%”, pero para llegar a esa meta, “hay que acelerar los sistemas de recría y terminación”.
Según la visión del presidente de Aupcin, en el primero de los casos, acelerarla con animales más pesados y la terminación hacerla en corrales de engorde. “Eso podría no sólo mantener la faena, sino incrementarla. Uruguay perfectamente podría, de una manera rápida, ir hacia una faena superior a los 3 millones de cabezas, manteniendo el rodeo de cría o incluso incrementándolo”.
¿Por qué se puede incrementar el rodeo de cría?, así lo explica el presidente de Aupcin: “al eliminar categorías que están en el campo y que ocupan espacio pero no se van a faenar, se puede subir la dotación de vacas de cría. Creo que en un plazo no menor, el sistema de terminación a corral va a prevalecer como el principal sistema de engorde en Uruguay, como pasa en Australia”.
Conseguida esa meta, según la visión de Ferrés, se llegará a que “la faena pueda llegar a modificar su momento de zafra y postzafra, donde para mi, el invierno será la zafra y el verano será la postzafra”, porque “se encerrará más ganado en el invierno por falta de forraje y se hará más dificultoso encerrar ganado en verano por los problemas climáticos. Ahí es donde habrá, a mi entender, un mayor precio”, destacó el ejecutivo de Aupcin.
Este profesional está convencido de que Uruguay puede subir la tasa de extracción bovina “con más animales engordados a corral y maximizando los procesos de recría. Creo que la cría, debido a ese incremento de la extracción se va a estimular, ya que el precio del ternero va a tener un valor correlativo con el precio del ganado gordo, similar a los países donde hay una extracción alta”, agregó.
Mientras tanto, la industria está invirtiendo en capacidad de faena y los mercados están demandantes, con el agregado que en Uruguay, hoy el ganado de corral se paga más que el ganado de otros orígenes. “En el mundo eso es así, siempre y cuando mantenga las exigencias de calidad, peso carcasa, marmóreo, etc”, detalló el presidente de Aupcin.
Uruguay hace rato transita el camino de producir cada vez más calidad y valorizar más el producto, agregando y certificando atributos como la trazabilidad obligatoria del rodeo bovino, la prohibición por ley del uso de hormonas e incluso verificando la huella de carbono.
La industria también cree posible llegar a una faena superior. El presidente de la Cámara de la Industria Frigorífica (CIF), Daniel Belerati, dice que “están dadas las condiciones para poder suplementar y que de una vez por todas, la agricultura se complemente con la ganadería y viceversa”. La demanda de carne en el mundo persiste y el único nubarrón en el horizonte es cómo evoluciona el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania que tiene al mundo muy nervioso.
Mercado “efervecente” y valores muy firmes
El presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), Conrado Ferber, reconoció que el mercado cárnico está con una efervescencia muy grande, en la que los valores acompañan. En declaraciones al programa valor Agregado de Radio Carve, Ferber recordó que “a diferencia de años atrás, en esta oportunidad los fundamentos del mercado acompañan los valores del gordo” y más allá de opinar que alguna punta se fue “un poco arriba”, “los ganados tienen que valer porque la carne vale”.
“En la medida que esto se pueda mantener vamos a lograr un despegue más rápido de la cría”, remarcó el jerarca de gobierno. “Con los valores actualizados en la reposición, estamos frente a una situación en donde solo queda producir, generar terneros y consolidar esto para seguir adelante”, concluyó el presidente del INAC. Por otro lado, dijo que el Instituto Nacional de Carnes (INAC) propone reducir la tasa de la exportación cárnica, que actualmente es de 0,6% y la del consumo interno (de 0,7%), para “bajar el costo del Estado en la cadena” y generar así una tasa variable que hoy rondaría el 0,5%. Ya se elevó la propuesta al MGAP.
