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Corrales de engorde serán los protagonistas

Tendrán un rol clave en 2022 y en el futuro, para “mantener los niveles de faena” y acelerar más la extracción bovina, según visión de Aupcin

El corral de engorde impulsó la suplementación de la recría y mejoró la calidad de la carne producida por Uruguay. Hay mucho para crecer en valor a través de la certificación de procesos y atributos en mercados como la Unión Europea y en ese camino está la carne uruguaya.

La ganadería uruguaya continúa acelerando el proceso para elevar el peso de carcasa, pero partiendo de animales más jóvenes. Dar este paso obliga a partir de una reposición de mayor calidad, apoyándose en una genética que la ganadería supo explotar a lo largo de su historia, requiere inversión, pero a su vez, implica un mayor uso de los corrales de engorde.

“Los corrales de engorde tendrán un rol protagónico en 2022 y en el futuro para poder mantener los niveles de faena”, aseguró a El País el Dr. Álvaro Ferrés, presidente de la Asociación Uruguaya de Producción de Carne Intensiva Natural (AUPCIN), asociación civil sin fines de lucro cuyo objetivo es el de defender, promover y fomentar la producción, comercialización y distribución, de todo tipo de animales criados con métodos de engorde intensivo (Feedlot).

Ferrés estimó que el precio de las categorías de reposición, insumo básico para los corrales de engorde, “de la mano de los buenos valores para el ganado gordo, acompasará más con los buenos precios, en una ecuación mejor a la que se tuvo en 2021”.

Uruguay, el año pasado, subió el volumen de bovinos faenados (2,6 millones de cabezas) marcando otro récord histórico, pero se acentuó la tendencia de procesar novillos más jóvenes.

“El peso promedio de las carcasas viene en aumento. En 2021 hubo -principalmente en el tercer trimestre- una cierta disminución de algunas categorías, pero fue temporal. Vamos a cerrar el año con carcasas, que en novillos están entre 515 o 520 kilos, son pesos que están muy por encima del récord de 2006”, según destacó a El País Jorge Acosta, Gerente de Información del Instituto Nacional de Carnes (INAC) al cierre de 2021. La gran diferente frente a 2006, año en que se había logrado un volumen de faena alto que también fue récord, fue que se dio ese paso con animales mucho más livianos.

El 2021 -especialmente en el segundo semestre- fue “excepcional” para los corrales de engorde, según la visión de Aupcin. “Fue excepcional porque hubo “un incremento de valores, que permitió absorber los altos costos de los granos que tuvimos en el primer semestre e hizo que mucha gente, viendo estas perspectivas se motivara a encerrar ganado y hacer el negocio del corral”, explicó el presidente de Aupcin.

La carne uruguaya es valorada en el mundo por su elevada calidad.

La ganadería uruguaya, todavía tiene mucho para crecer en materia de extracción. En Uruguay la tasa de extracción está entre 22% y 23%, mientras que Estados Unidos y Australia, que son competidores en los mercados de exportación de carne más importantes, tienen una extracción de 36% y 30%, respectivamente.

Uruguay precisa mantener el stock, pero acelerar la tasa de extracción, apuntando a certificar procesos, terminar mejor los bovinos faenados y seguir bajando la edad de faena.

Visión. En el primer semestre de 2022, los corrales de engorde “van a seguir trabajando muy bien”. Según la visión de Ferrés, se conjugan varios factores.

Por un lado, “hay muy buena demanda internacional, tenemos una industria muy activa proponiendo valores para adelante y asegurándose que haya una proveeduría de hacienda gorda”. Es por eso que consideró que “la dependencia de los corrales de engorde va a ser cada vez mayor y la industria lo sabe”.

Ferrés admitió que se necesita acelerar los ciclos productivos para que el ganado joven que tiene cierta edad, que hace todo el ciclo con producción a pasto, en un sistema de engorde a corral acelera su terminación. Es una buena herramienta para proveer a la industria de materia prima faenable rápidamente.

Con esa alta demanda internacional, buenos precios, una industria frigorífica activa, que está vendida, que mantiene (al menos al comienzo del año) faenas altas y buenos valores internacionales para la carne, el sector de los corrales de engorde trabajará con mayor tranquilidad este año.

Sequía. Respecto a la sequía, el presidente de Aupcin sostuvo que fue “diferente”. Según su visión “fue corta, pero cruda” y consideró que los corrales de engorde “fueron el mecanismo de salida de ganado” muy importante.

Ferrés consideró que fue una sequía diferente a las históricas que padeció Uruguay, porque “se mantuvieron buenos precios por la reposición y el ganado gordo”, pero a su vez, “hubo demanda por campos, tanto en lo que era venta como en los que estaban en arrendamiento” y eso marcó una diferencia importante, destacó el presidente de la Asociación Uruguaya de Producción de Carne Intensiva Natural.

Aportaron 350.000 cabezas el año pasado

En los frigoríficos uruguayos se industrializaron el año pasado 350.000 bovinos procedentes de los corrales de engorde, según las cifras del Instituto Nacional de Carnes (INAC). El volumen de ganado de corral que pasó por los frigoríficos se incrementó 23% respecto a 2020. Esta herramienta, no sólo ha logrado valorizar la carne bovina local a lo largo de los años, fue el camino para impulsar la suplementación de la recría y el uso de los granos al final del ciclo productivo, apuntando a mayor grado de grasa intramuscular. Hoy, la certificación de procesos posibilita seguir dándole valor a la carne, sea por el lado del bienestar animal, por estar libre de antibióticos y anabólicos o por lograr la verificación de carbono neutro o carbono positivo en la exportación.

Los corrales de engorde apoyaron la salida de ganado durante la sequía.

Aprovechar negocios no cuota

La cuota 481, el contingente de carne bovina de alta calidad de la Unión Europea, surgido en el marco del litigio con Estados Unidos por la carne con hormonas, le dio un impulso importante a los corrales de engorde. Uruguay entra en el contingente con otros países y los volúmenes cada vez se achican más, luego de que Estados Unidos pasara a ocupar la mayor parte del cupo disponible. “Esta cuota y las ventanas de carga están tendiendo a desaparecer. Mientras exista se aprovechará, pero cada vez más son los negocios no cuota a otros destinos, que tienen la ventaja de que no tiene ventana de carga y nos permite trabajar durante todo el año y crecer en otros mercados, que es lo que Uruguay precisa”, precisó Ferrés.

China y Japón son parte de esos mercados alternativos, que demandan un grado de grasa intramuscular mayor y ahí existen oportunidades para la carne de corral.

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