Las inseminaciones en vaquillonas arrancaron con mucha fuerza y los productores dedicados a la cría siguen apostando a crecer. La aplicación de tecnología es constante en este sector y la única meta es producir más terneros cada zafra, en el marco de una lucha constante contra el clima y los precios del ganado.
A nivel país, el índice de preñez promedio fue 76,4%, según los datos del XIX Taller de Evaluación de los Diagnósticos de Gestación Vacuna de INIA Treinta Tres, cifra que marcó una recuperación de 1,5% respecto al año anterior y permitió producir más terneros: 2.882.926 cabezas, con los datos corregidos de la Declaración Jurada Dicose 2022. Se entoraron 4.223.938 vacas de cría, con un fortalecimiento de la categoría de vaquillonas de dos años (465.329 cabezas) que son las que están en edad de servicio y 1.230.952 vaquillonas de uno a dos años. La máquina de producir terneros está intacta y rejuvenecida.
Noreste.
Analizando el actual panorama, en el noreste , donde las lluvias fueron mayores, ayudaron a recuperar los campos y los ganados, la zafra de inseminación de vaquillonas se adelantó respecto a otros años, pero también se está inseminando mucha vaca de cría. “Hay bastante demanda por inseminaciones artificiales y la zafra está a pleno, con ganados que están bastante bien, tanto en su condición corporal como en lo sanitario”, adelantó a Rurales El País el Dr. Pablo Marinho, referente para el sector de la cría de Treinta y Tres y Cerro Largo.
Como en todos el país, la primavera comenzó lenta y eso hizo pensar a los veterinarios que la zafra estaría “un poco más apagada, con menores porcentajes de celo”, pero fue todo lo contrario. “Las vaquillonas están bastante bien y los rodeos de cría comenzaron a moverse (a manifestar celo), aunque algunos rodeos que están terminando de parir. Todo pinta bien”, remarcó Marinho.
Las bajas abruptas que mostró el precio del ganado gordo, producto de una menor demanda y baja de precios en China, así como de problemas coyunturales en otros destinos, parecen no haber afectado el ánimo del criador.
El optimismo sigue vivo. “La gente está planificando que hará con los rodeos de cría, preocupándose por las vacunas reproductivas. Va a ser una zafra fuerte”, afirmó Marinho.
Zona centro.
En el centro del país, el panorama es variado y muy variable según los predios. Las vaquillonas no pasaron por una buena primavera y a las que no fueron ayudadas a recuperarse con algún verdeo, pradera o puente verde, se les nota.
“Falta un poco de falta de peleche y vistas por adentro (tras las ecografías), hay situaciones variados según las zonas. El norte está bastante bien, que es la zona donde llovió más está bastante mejor que la zona centro.”, explicó el Dr. Santiago Bordaberry, referente para Durazno y otros departamentos cercanos.
Este veterinario de campo explicó que los predios ganaderos que tuvieron la suerte de tener algún verdeo y le dieron alguna pasada a las vaquillonas, tienen el ganado un tanto mejor. “El porcentaje de celo varía entre 70% y 80% en las vaquillonas de inseminación que estuvieron a campo. En lo que tiene que ver con vaquillonas de verdeos ya estamos mucho mejor en cuanto a resultados”, remarcó Bordaberry.
Paso atrás.
Como dato curioso y contrastante respecto a zafras anteriores, Bordaberry aseguró que en la zona donde desempeña su trabajo “es posible notar que hay más inseminaciones con celo sincronizado con prostaglandina, dada la imposibilidad de utilizar el Benzoato de Estradiol (B-estradiol) en las Inseminaciones Artificiales a Tiempo Fijo”, a raíz de la prohibición impuesta por las autoridades sanitarias de la Unión Europea.
“Volver a la sincronización con prostaglandina complicó un poco los servicios, porque estábamos acostumbrados a las IATF y en este sistema hubo que adoptar un nuevo protocolo sin el uso de Benzoato de Estradiol”, admitió el veterinario de Durazno.
DAO.
Más allá del avance que están teniendo las inseminaciones en vaquillonas, Bordaberry dijo que los veterinarios están a pleno con los Diagnósticos de Actividad Ovárica (DAO) en los ganados paridos. “Es un año que si bien no fue malo, parieron bastante bien, pero faltó primavera. Hay una preocupación por tratar de capturar todo el celo que se pueda ahora y por eso hay una demanda anticipada de actividad ovárica”, remarcó Bordaberry.
Los técnicos están recomendando a los productores que tomen medidas lo antes posible, porque “no hay mucho ganado ciclando, pero sí hay mucho en anestro superficial y casi nada en anestro profundo. Mucha gente aplicando tablilla en los rodeos de cría para tratar de capturar toda esa vaca que está en condiciones de estar receptiva a un estímulo, principalmente en lo que parió más temprano”, agregó Bordaberry. “Siempre se trata de hacer actividad ovárica en diciembre y ahora en esta zafra nos hemos adelantado por esa inquietud”, agregó.
Ciclicidad.
En el litoral norte, donde el régimen de lluvias mejoró, principalmente en octubre, hay una buena ciclicidad en vaquillonas. El Dr. Guillermo De Nava, otro especialista y referente, adelantó que de “14.116 vientres revisados antes de las inseminaciones, lo más interesante es que encontramos poco anestro (falta de celo). Nos está dando menos de 20% de anestro y entre montas robadas y la ciclicidad, hay más de 80% de cíclicas y 6.8% de montas robadas”.
De Nava remarcó que “es una ciclicidad un poco mayor a la que encontrábamos el año pasado, donde en algunas zonas del litoral hubo una seca importante. Este año si bien no viene tan lluvioso como nosotros esperábamos, hubo un octubre bastante bueno”.
En algunas vacas que se incluyeron en las inseminaciones, también encontró ciclicidad mayor. “Normalmente en las revisiones de los ganados paridos encontramos muy pocas ciclando y este año la impresión es que hay más cíclicas al momento de la revisión, que son animales que parieron hasta 70 días antes de que sean revisadas”, remarcó el veterinario.
Qué es el DAO y para qué se utiliza en la ganadería
El Diagnóstico de Actividad Ovárica (DAO) es una herramienta que permite determinar, en forma objetiva, el grado de actividad en los ovarios de la vaca o vaquillona. Con ese diagnóstico es posible proyectar una probabilidad de preñez y poner en marcha medidas de manejo para poder volver a servir ese vientre que está en anestro (sin presentar celo), especialmente después del parto.
Los técnicos recomiendan utilizar el DAO a mitad del entore, para poder aplicar medidas de manejo que permitan volver a preñar los vientres.
Uso de las IATF continúa creciendo y tiene muchas ventajas
El uso de los programas de Inseminación Artificial a Tiempo Fijo (IATF) continúa creciendo, más allá de la suspensión del uso de B-estradiol y su sustitución por el GNRH. “El concepto de la IATF no va solo en lograr un determinado porcentaje de preñez, es más amplio”, afirmó a Rurales El País el Dr. Andrés Delgrossi, veterinario que trabaja en el segmento de la cría. Con esta técnica, “se logra acortar el anestro post parto, las vacas vuelven a ciclar y se vuelven a preñar antes”.
Según la visión de este especialista, con el uso de IATF “hay vacas que están en anestro superficial que a los 21 días aproximadamente, están listas para ser servidas por toro o quedan listas para un programa de inseminación artificial con detección de celo (celo visto). Es una técnica que cada vez se hace más y está tomando mucha importancia en Uruguay”.
La IATF facilita mucho el manejo del rodeo en el campo y los productores lo entendieron. “Por más que se sincronicen las vaquillonas (con prostaglandina), hay por lo menos 5 días de detección de celo. La IATF lo que hace es concentrar todo en un día. Es una técnica que avanzó mucho. En vacas de cría, en los últimos años aumentó exponencialmente”.
Delgrossi consideró que todavía queda mucho para medir acerca de las diferencias en los resultados de preñez con el uso del GNRH frente a lo que era el B-estradiol. Lo que he visto es que para lograr los mismos resultados con el b estradiol hay que tener los animales cíclicos. Lo que pasaba con el estradiol es que había mucha vacas que estaban en anestro y se movían porque el B- estradiol, generaba como un reinicio del ovario que no lo logra tan bien o lo hace por otro mecanismo el GNRH. Entonces, este último, no genera la salida de muchas vacas que quizás se podían sacar con el B estradiol”, entendió el especialista. El 2021 fue el año en que se implementaron por primera vez los protocolo con GNRH. Este es el segundo año, “falta mucho por evaluar en cuanto a resultados de preñez. El 2021 se metieron muchas vacas cíclicas en las IATF y esos vientres anduvieron bien, pero quiero ver cómo funciona con vacas en anestro superficial”, sostuvo el Dr. Delgrossi. La IATF es una combinación de hormonas que hace que la vaca entre en celo y se pueda inseminar, dependiendo del protocolo, pudiéndola volver a preñar y generando ingresos.