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Alta extracción podría mantenerse en 2022/23

El productor aplica cada vez más tecnología, respondiendo a los estímulos de precios y en base a la alta demanda por carne bovina

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El productor aplica cada vez más tecnología, respondiendo a los estímulos de precios y en base a la alta demanda por carne bovina.

Productores y técnicos coinciden en que es posible mantener los actuales indicadores de la ganadería en el próximo ejercicio ganadero que ya está en curso. El stock bovino caerá unas 300.000 cabezas, que representan una baja de 2,2% al cierre del ejercicio 2021/22 comparado con el anterior, según una proyección al 30 de junio realizada por el Instituto Plan Agropecuario (IPA).

La baja no genera alarma en la ganadería uruguaya, que muestra un stock más joven y lo más importante, que mantiene la máquina de producir terneros en 4,3 millones.

“Es posible mantener estos niveles de extracción altos”, estimó a El País el Ing. Agr. Esteban Montes, especialista del Instituto Plan Agropecuario (IPA). “Si hacemos el planteo de mantener una extracción de 3.150.000 bovinos para el ejercicio 2022/23 y un ingreso de 3.1 millones de terneros, el stock prácticamente se mantendría constante al 30 de junio de 2023. Con estos supuestos, el año que viene tendríamos un stock vacuno de 11.600.000 o 11.700.000 bovinos”, analizó Montes.

A su vez, podría darse otra vez más, “un rejuvenecimiento del rodeo vacuno, por menor cantidad de vacas de invernada y de novillos de más de 3 años, que son las que justificarían el descenso total y un leve aumento en las categorías de 2 a 3 años, tanto de machos como de hembras, con un mantenimiento en las categorías de 1 a 2 años”, agregó el técnico.

A nivel de vacas de cría se mantendrían en 4,3 millones y nuevamente, “cambios en la performance reproductiva ocasionaría aumentos o descensos en la cantidad de terneros ingresados y eso implicará una menor o mayor diferencia en el stock total con respecto al año anterior”, analizó el especialista.

Pasturas. Para el ejercicio 2022/23, “hay animales”, pero la presión viene por el lado de las pasturas mejoradas, que son las que preparan ese animal para salir del predio y luego viene todo el manejo del campo natural, donde se encuentra la mayoría de la cría. “Estamos jugados a las pasturas mejoradas para poder obedecer a esa extracción, en el sentido de poder preparar ese novillito para terminarlo. Estamos con categorías cada vez más jóvenes, hoy el promedio de la edad de faena está poco por encima de los 30 meses, pero para eso se precisan las pasturas”, explicó Montes.

El problema es que, en el norte, hay zonas que vienen de una sequía y en varios lugares, hace más de un mes que no llueve, sumado a que es el momento del año donde menor crecimiento de pasturas se registra.

Hoy se ve mayor aplicación de las tecnologías validadas para la ganadería. “Es notorio que los productores conocen más las tecnologías y creo que hoy están dadas todas las condiciones para aplicarlas. No solo hay buenos precios, son estables y la extracción está siendo importante, que esa era la otra señal que estaba faltando. “La rueda está empezando a girar”, afirmó Montes.

Hay señales muy claras y muy concretas, los precios que son buenos y tienen estabilidad y por el otro lado al extracción alta. “Eso es lo que está propiciando que los productores estén aplicando las tecnologías que gran parte las conoce y no se aplicaban porque no estaban todas las condiciones dadas como para hacerlas”, insistió el técnico.

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El rodeo de las vacas de cría se mantendrían en 4,3 millones de cabezas.
Manuela García Pintos

Bases. Para el Ing. Agr. Ricardo Reilly Arrarte, delegado de la Asociación Rural del Uruguay en la Junta Directiva del Instituto Nacional de Carnes (INAC), “el objetivo debería ser mantener en el tiempo” los actuales indicadores de la ganadería.

Según su visión, estos volúmenes de faena y extracción “se están dando en un contexto de buena base en la producción de terneros, con un rodeo de vacas y vaquillonas relativamente estable, más joven, con un mayor grado de eficiencia en la producción”. La fuerte inversión en comida permitió acelerar los ciclos productivos. “Ahí se juega gran parte del partido, siempre teniendo en cuenta que hoy se debe hilar muy fino con la estructura de costos”, reconoció Reilly. Agregó que “esta dinámica muestra una lógica, de que a estos valores, tanto la industria como la producción, vean la posibilidad de capitalizar el momento”.

Para el representante de los productores en el INAC, “la clave está en lograr acelerar las recrías, tanto de machos como de hembras, ya que en un momento de tanta dinámica y extracción la hembra cobra relevancia en la faena, pero también juega un papel determinante el hecho de ingresar con un mayor número de vaquillonas para entorar a edades más tempranas”.

Valorización. Reilly consideró que “la valorización del vientre bovino, desde la ternera hasta la vaca preñada, juegan un papel clave en todo el proceso de intensificación productiva”, pero hay que tener en cuenta que “el sostén de todo esto es la dinámica que están teniendo las exportaciones de carne”.

En este 2022 los números muestran que estamos con volúmenes interesantes de exportaciones de carne, a un valor promedio de la tonelada exportada de poco más de US$ 5.000 en el acumulado anual, un 30% más que el año pasado y eso se refleja en los buenos valores de la hacienda.

Al momento de proyectar el mediano plazo, Reilly dijo que “lo positivo y quizás el elemento central, es que la demanda de carne a nivel mundial está firme, con China como protagonista y hay señales positivas de otros mercados”.

Respecto a la situación del productor ganadero, reconoció que a estos niveles de demanda y precios internacionales para la carne, “tanto la industria como el productor tienen clara la necesidad de capitalizar el momento”.

Consideró que “la clave para mantener estos niveles de extracción pasa ampliar el acceso de las carnes uruguayas en los mercados”. Incluso afirmó que “se puede superar el 25% de extracción si Uruguay se compara con otras ganaderías consideradas más desarrolladas. China nos está mostrando el potencial del complejo cárnico, en una situación muy similar a contar con acceso pleno, en donde no hay cupos, los aranceles no son extremos y las restricciones no limitan”.

La clave pasa por ampliar accesos para las carnes

Ricardo Reilly Arrarte, delegado de la Asociación Rural del Uruguay en el Instituto Nacional de Carnes (INAC), consideró que “la clave para mantener estos niveles de extracción pasa ampliar el acceso de las carnes uruguayas en los mercados”. Incluso afirmó que “se puede superar el 25% de extracción si Uruguay se compara con otras ganaderías consideradas más desarrolladas. China nos está mostrando el potencial del complejo cárnico, en una situación muy similar a contar con acceso pleno, en donde no hay cupos, los aranceles no son extremos y las restricciones sanitarias no son una limitante”.

Entre los desafíos que tienen las carnes uruguayas, dijo: “Bajar barreras de acceso, generar acuerdos comerciales, con China y otros mercados, que nos permitan diversificar destinos”.

La clave pasa por “mejorar algunos indicadores en la cría”

La clave está en mejorar los indicadores desde la cría, según consideró el Ing. Agr. José Mesa, asesor ganadero de productores criadores de Lavalleja y Maldonado.

“Lo que falta es que la cría mejore indicadores que son fundamentales, como la eficiencia de la vaquillona”, reconoció Mesa. Puso como ejemplo que hay 700.000 vaquillonas (la mitad del stock) que entran al servicio a los tres años de edad, cuando deberían hacerlo antes. “Esa es una pérdida de eficiencia tremenda y el problema es que no se les da de comer. En la vaca de cría, el problema sigue siendo la comida, la vaca no se preña porque pasa hambre. Esa es la realidad”, afirmó el productor y asesor ganadero. La alimentación de la recría durante su primer invierno es determinante para su futura performance reproductiva. Este concepto se repite anualmente en el Taller de Gestación de INIA Treinta y Tres, pero aún así, cuesta que el algunos productores lo apliquen.

La cría continúa recibiendo señales importantes y hay muchos productores reaccionando a esas señales, pero a otros les cuesta más. El precio del ternero que pasó US$ 3 por kilo o el valor de la vaca preñada que se acerca mucho al precio de la vaca gorda para faena, por ejemplo.

Mesa admitió que “hubo cambios en la ganadería”, pero indicó que “en la cría son tremendamente lentos”. “Es difícil para el productor visualizar la situación de lo que hoy es una ternera, que será madre dentro de dos años, para parir un ternero en 2025. A veces cuesta pensar en tan largo plazo y eso, genera alguna dificultad en la cría y una dificultad en las decisiones que no siempre tienen mejor impacto para adelante”.

En su visión, el asesor y productor no encuentra limitantes para mantener indicadores en la ganadería y principalmente el alto nivel de extracción.

“En los últimos cinco años, la cantidad de vacas de cría en el rodeo aumentó y también subió la faena de vacas. No habría por qué pensar que no daría el stock para mantener los indicadores”, afirmó Mesa.

“Se viene hablando mucho de la sustentabilidad del rodeo bovino y creo que hay temas mucho más importantes, como la recría”, afirmó tajante Mesa, que también es delegado de los productores en la Junta Directiva del INAC, representando a Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR).

Prevalece una mayor demanda que oferta en los últimos días

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