El sector forestal está activo y trabajando a buen ritmo, pero en momentos de gran actividad para todos los rubros, la guerra entre Rusia y Ucrania genera incertidumbre y suba de los costos.
“Los productos forestales tienen un componente logístico altísimo comparado con otros productos, cuando pasan cosas como una guerra, los problemas que se generaron con el petróleo y en el mundo de los fletes, automáticamente, generan un nivel de incertidumbre grande”, explicó a El País el vicepresidente de la Sociedad de Productores Forestales y director de Agroempresa Forestal (AF), Francisco Bonino.
Los rubros forestales estaban viviendo un buen momento hasta que estalló el conflicto y todo pintaba para ser un buen año. Analizando por rubro, el vicepresidente de la Sociedad de Productores Forestales reconoció que “en los precios de la celulosa, por lo menos lo que se ve en los reportes, hubo un leve repunte de los valores en China a comienzo de año, cuando los precios venían bastante planos”. Por otro lado, los valores del producto en la Unión Europea. Se mantuvieron bastante estables.
En lo que tiene que ver con los barcos para celulosa, “en chips vimos que se concretaron algunos negocios”, remarcó Bonino. En este caso, era el sector que venía más golpeado por la pandemia de Covid-19 y “puede haber más actividad este año. Venía recuperándose más lento y se empezó a mover, pero está sujeto a lo que pase con la logística” y los problemas que puede generar el conflicto bélico que está en curso.
Troncos. Los otros dos sectores exportadores de troncos, estuvieron más activos. “Los troncos que se envían a China, Vietnam e India con destino a aserrío mostraron mayor dinamismo. Si bien, en el caso del eucaliptus, la zafra empieza ahora, hubo demanda y buenos niveles de precios”, remarcó el operador de mercado. En caso del pino, que el año pasado marcó niveles absolutamente récord, empezó el 2022 con algunos problemas.
Bonino explicó que “el mercado de India estuvo bastante lento y China se vio afectado por el Año Nuevo Lunar que genera una detención en enero. Al comenzar febrero el mercado se tonificó y hemos visto una buena demanda, tanto para China como para India. En este momento lo vemos firme, con varios barcos siendo cargados y en proceso de venir. El arranque para los mercados forestales ha sido bueno”, admitió el director de AF.
Madera aserrada. En este caso, donde también está agrupada la madera rebobinada (tableros y contrachapados), según analizó Bonino, “los precios han sido buenos o por lo menos se mantuvieron en buenos niveles. En líneas generales ha sido un buen comienzo de año para los productos forestales”.
Lo que se veía para tableros “es que la demanda venía en buenos niveles y los precios estaban firmes. El mercado está sólido para los productos forestales”, agregó el analista.
La forestación uruguaya dio un paso adelante en 2021 con la apertura de China para los chips. Esa apertura generó un cambio importante para este rubro.
La pandemia de Covid-19 paralizó a Nueva Zelanda (principal proveedor) y motivó que Uruguay reflotará un negocio que no estaba tan dinámico, como lo es la exportación de rolos de pino a los mercados asiáticos.
Para las empresas, la exportación de rolos de pino había dejado de ser rentable en 2019, debido a una caída cercana al 30% en los precios de venta de la madera, lo que provocó que se dejaran de mandar barcos a los mercados asiáticos.
China es el gran mercado para este rubro y destina la madera a la confección de encofrados para hormigón en la industria de la construcción.
Todos los rubros forestales estaban mostrando un gran dinamismo en el comienzo de 2022. Las empresas venían trabajando a pleno pero la guerra entre Rusia y Ucrania genera incertidumbre porque afectará el comercio. Eso pesa para un sector que depende de la logística.
Empresas. Las empresas forestales hoy están trabajando bien, pero enfrentan el desafío de resolver los temas logísticos que complicaron el comercio, impulsados por la pandemia de Covid-19. “Además de los problemas generados por la guerra, subieron todos los fletes de contenedores para marzo, que ya estaban en niveles altísimos y también los fletes de los barcos”, remarcó el vicepresidente de la SPF.
A eso se suma la caída del tipo de cambio que incrementa los costos. “Todos esos desafíos están presentes y son barreras a resolver. Por supuesto que los mercados acompañaron. Si los precios acompañan se puede enfrentar mejor la caída del tipo de cambio. Hoy el sector forestal está bien y trabajando a buen ritmo. Es un momento de mucha actividad para todos los rubros”, destacó Bonino. La baja del dólar se viene dando en todo el mundo y afecta a los exportadores.
Hay interés en invertir y la forestación puede crecer
“Mirando la superficie forestada de Uruguay en los últimos años el crecimiento no fue importante. Sigue habiendo posibilidades de generar rentabilidad, pero no es fácil desarrollar proyectos nuevos en lo productivo”, estimó el vicepresidente de la SPF, Francisco Bonino. Los productores forestales no olvidan los dolores de cabeza que sufrieron con las modificaciones que se pretendieron imponerle al rubro.
“El 2021 trajo mucha incertidumbre en materia legal y eso, generalmente, hace que el que tiene un proyecto, lo pone en un compás de espera hasta ver cómo se resuelven las cosas. Ahora creo que este año pueden aparecer nuevos inversores”, estimó Bonino. “Hay un interés de afuera en invertir en Uruguay. A pequeña escala se ven proyectos nuevos”.
Un sector pujante que genera mucho empleo y divisas
El sector forestal exportó bienes por alrededor de US$ 2.088 millones al cierre de 2021, según datos de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa), cifra que representó un aumento de 41% frente a 2020.
El aumento en el monto generado se debe a la recuperación de los precios de la celulosa, entre otros factores. En una cadena en la cual las exportaciones de celulosa representan una parte sustantiva del total de las ventas al exterior del sector, cuyas plantas industriales producen sin capacidad ociosa, la evolución del precio de este producto explica en buena forma las variaciones del valor exportado total, aclaró en su análisis Opypa.
Si los precios de los productos continúan firmes en este 2022, desde Opypa se proyecta que las exportaciones totales del sector podrían incrementarse alrededor de 41% al cierre anual, situándose en US$ 2.000 millones. Uruguay tiene 1.700 empresas vinculadas al complejo forestal, según los indican datos del Banco de Previsión Social (BPS).
La cadena forestal uruguaya es un sector pujante y genera muchos puestos de trabajo. La consultora CPA Ferrere estimó que generaba 14.389 puestos de trabajo directos (en su estudio de 2016), pero posteriormente, la consultora Exante presentó otro estudio (en 2019) donde se estimaba que los puestos de trabajo directos eran 18.035. De ese total, casi la mitad pertenecían a la fase primaria, alrededor de 35% a la fase industrial de primera transformación y 15% a las actividades de transporte.