Cuando todos pensábamos que lo teníamos asumido, el recuerdo nos pegó una bofetada a la emoción en el medio de la pista de Angus, ayer al mediodía. A través de las sentidas palabras de Álvaro Díaz Nadal, la Sociedad de Criadores recordó a Jorge y Estela y el prolongado aplauso que salió desde las tribunas nos envolvió a todos que, inexorablemente recordamos sus sonrisas…
En presencia del presidente de la Asociación Rural del Uruguay, Gonzalo Valdés (que pidió especialmente estar en ese momento), de directivos, criadores y amigos de todas partes, el “Gaucho” dijo que a las personas se las puede recordar por muchas cosas: por su don de gente, por su trayectoria, por su bonhomía, por su capacidad de trabajo, por su capacidad empresarial. “Y por todo ello junto recordamos a Jorge y a Estela”. Lo hizo en nombre de “todos quienes los conocieron” y aseguró que “debemos hacer un reconocimiento importante, porque fueron muy importantes”.
Pero, en vez de pedir un minuto de silencio, “recordando la actitud serena y reflexiva de Jorge, y el derroche de simpatía, la alegría y la sonrisa increíble e inolvidable de Estela”, Díaz Nadal pidió un aplauso bien fuerte y bien grande…”.
Y por varios minutos, al son de las palmas emocionadas de todos los que estábamos presentes, volvieron… Bah, nunca se fueron…