Por 117ª vez inauguraron Expo Prado, el mayor evento agroindustrial que congrega a todos: a los del campo y a los de ciudad. A los del campo en la ciudad y a los de la ciudad en el campo. De la mano de un “himno juvenil”, acompañado por el acordeón y el violín de dos jóvenes, uno de Tacuarembó y el otro de Río Negro, la muestra organizada por la Asociación Rural del Uruguay (ARU) quedó oficialmente abierta al público.
Con la participación del intendente interino de Montevideo, Federico Graña; y diversas autoridades, encabezadas por el ministro de Ganadería Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, ayer viernes se inauguró una nueva muestra de ARU que, en esta ocasión, homenajeó la labor y la trayectoria de cuatro mujeres rurales, provenientes de diversos rubros y con distintas historias de vida.
Ellas son: Laura Blanco, economista de profesión y empresaria agropecuaria; Gloria Noya, tambera de Capurro, San José; Marianela Merello, quien está al frente del establecimiento El Ancla, de Guichón; y Mariela Martínez, productora del departamento de Durazno, de la zona de Rossell y Rius.
Expo Prado libre. Como bien supo destacar el presidente de la ARU, Gonzalo Valdés, durante su discurso de apertura, ésta es la primera Expo que se hace sin ningún tipo de restricciones sanitarias tras la pandemia, por lo que no dejó de agradecer y reconocer a todo el equipo que hizo posible que la máquina no haya parado, motivo de orgullo nacional.
El campo volvió a la ciudad, como desde hace 117 años, pero mejor que nunca. Es que la muestra no sólo es más grande que las pasadas exposiciones, por la mayor presencia industrial y comercial, sino que, luego de tres años, se realiza con el 100% de aforo y sin protocolos sanitarios. No es poca cosa. Expo Prado fue ejemplo y sirvió de guía de cómo hacer las cosas cuando lo peor de la pandemia acechaba el país.
Por otro lado, Valdés recordó que Expo Prado no solo es una vidriera en la que se exhibe lo mejor que tiene nuestro campo, sino que también es una importante fuente de mano de obra para el rubro, dado que emplea a unas 10 mil personas para el montaje de la Rural, reúne a unas 680 empresas que representan a 2.500 marcas y en la cual participan más de 350 cabañas que traen más de 2.000 animales.
“Por eso el Prado es la muestra más importante del país; es una exposición en donde el campo y la ciudad se dan la mano e intercambian el fruto del trabajo”, concluyó el presidente Gonzalo Valdés.
Juventud. Fue también una inauguración juvenil, como se dijo anteriormente, porque se le dio espacio a los jóvenes. La Asociación Rural de Jóvenes del Uruguay (ARJU), representada por su presidente Martín Mainardi agradeció la confianza depositada en ellos en el armado de una Expo que, como dijeron, representa el trabajo de todo un país, durante todos los días de todo el año.
Por su parte, el director de Exposiciones, Rafael Ferber, hizo referencia a que es una edición en la que “estamos muy distendidos”, sobre todo, porque no se piden requisitos, que si bien fueron muy necesarios en su momento, reconoció que “daban mucho trabajo”.
Ferber saludó a quienes se quedaron en las estancias para continuar moviendo la máquina productiva del país y agradeció el esfuerzo a quienes acompañan la muestra de manera presencial.
La edición 2022 que comenzó este viernes, y se extenderá hasta el domingo 18, genera muchas expectativas, no sólo en los organizadores, sino también en todo el país, porque además la expo se lleva a cabo en un marco fantástico para la agropecuaria nacional, lo que seguramente se verá reflejado en las pistas, de calificación y venta y en las calles de la Rural.
Participan 2.158 animales, lo que marca un crecimiento del 10% frente al año pasado, que se da en distintas razas y en todas las especies.
El campo en la capital. Federico Graña, intendente interino de Montevideo, hizo referencia a que el Prado es una nueva instancia de encuentro en donde la capital del país brinda un espacio para que “una parte importante del sector agropecuario muestre su trabajo”.
Hizo referencia a que “no es tiempo de campo vs ciudad” sino que se debe apelar a “las mejores tradiciones de los uruguayos”, como son la solidaridad, el trabajo, el respeto a la diversidad y el diálogo.
Recordó que el área de Montevideo rural abarca más del 60% del territorio del departamento, que allí desarrollan su actividad 1.360 productores, 5.000 personas trabajan y más de 60 mil viven.
“Para esta administración, Montevideo es capital de esperanza, de un futuro mejor y, por eso, abre sus puertas y los recibe para seguir construyendo ese futuro”, concluyó el intendente interino Graña.