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Diego y Enrique Albanell Bensich: “Nos sentimos parte de una cadena que funciona bien”

Los directores de “Los Macachines”, de la Soc. Gan. El Yunque, elegida la Mejor Cabaña Angus del año, celebraron “el convencimiento del gobierno y de la cadena, que el sector agropecuario será el que traccione a la economía y va a sacar al país”. Dijeron que al analizar un plan de negocios las 3 variables que manejan “son: producción por há, precio de venta y costos. El que sabemos de antemano es el costo y hay que tratar de ser rentable con ello”. Auguraron una buena zafra de primavera, “porque están todas las condiciones dadas” y hasta estimaron el costo de los toros para la pista de show y la de ventas.

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Pablo D. Mestre

Hace 70 años, don Enrique Bensich y su esposa Estela González emprendieron un proyecto productivo lleno de sueños en Cerro Largo: “Los Macachines”. Con los años fue creciendo hasta llegar a este presente, cuatro generaciones después, en el cual Sociedad Ganadera El Yunque acaba de ser reconocida como la Mejor cabaña Angus del año en Uruguay.

Hoy, los hermanos Diego y Enrique Albanell Bensich, basados en esa tradición, que incluye a sus padres Jorge y Estela, disfrutan este presente y proyectan lo que vendrá. “El desafío productivo es mejorar los ingresos por hectárea. Los costos los tenemos y los precios de venta no los manejamos. Entonces, debemos ser más productivos por hectárea. Estamos en una zona donde la mayoría del campo es natural. Ahí el manejo es clave y apostamos a intensificar la producción. Trabajamos bastante en la rentabilidad del negocio”, aseguraron en una fría noche en la que tuvieron que ir hasta la ruta para tener buena señal.

Y resumieron su objetivo productivo que se basa en cuatro pilares: “sanidad, manejo, nutrición y genética”.

Realizan un ciclo completo ganadero, la cría se hace en los campos más duros en Tupambaé, y la parte de recría e invernada en la zona de Tres Islas. Es un sistema 100% pastoril, donde los novillos se terminan en la primera parte de 2 años y la segunda de 2,5 años. El negocio madre es 100% ganadero, “antes que cabañeros somos criadores”, confesaron. También con el rubro lanar, importante para la empresa, hacen un ciclo completo con cordero pesado y se produce lana fina, Dohne y Merino.

Hay un 20% de área mejorada, verdeos y pradera en base a festuca. “Se busca optimizar el uso del campo natural, la base de cría y recría y con la pastura mejorada la terminación y preparación de la cabaña”, aseguraron.

Lo que sigue es un resumen de esa conversación, por teléfono, desde su camioneta, en una fía noche invernal…

-¿Qué opinan del negocio agropecuario en este momento?

-Hay distintas realidades, pero en general, si sacamos a sectores que venían complicados desde antes de la pandemia, como la lechería y la agricultura, los sectores de exportación, como la forestación y la ganadería de carne, los vemos con buen presente, fortalezas y augurio para que, en esta nueva normalidad mundial, puedan destacarse. Este es un ejercicio muy dispar, con un primer semestre espectacular en cuanto a precios, a clima y el dólar que comenzó a valorizarse, y en el segundo lo positivo es que la agropecuaria no paró, a diferencia de otros sectores de la economía. Y además, sigue pujando, hay buenos valores: en las pantallas se vende arriba del 90% y a buenos valores, y el gordo también, porque más allá del primer semestre, hoy los US$ 3,30 para un novillo a la mayoría de los productores nos sirve. Entonces, si bien en poco tiempo pasaron muchas cosas, pero lo vemos positivo para el sector.

-Suena a conformidad.

-Es que, la coyuntura externa está dada como para que Uruguay, con su capacidad de producción de calidad y la seguridad alimentaria, ocupe un lugar privilegiado. En cuanto al sector cárnico somos optimistas que vamos por el buen camino.

-¿Y a nivel interno?

-Vemos que hay un convencimiento del gobierno y de la cadena, que el sector agropecuario será el que traccione a la economía y va a sacar al país. Y, si como país logramos convencernos que somos un sector competitivo, que tenemos fortalezas importantes a nivel mundial, nos va a ir muy bien. Porque los países que direccionan sus políticas a fomentar los rubros de la economía en los que son competitivos, muestran que son exitosos.

-¿Qué opinan del sector cárnico?

-Se han hecho las cosas muy bien durante y estamos preparados para producir lo que el mundo quiere consumir. En cuanto a calidad, a seguridad alimentaria, respetando los padrones de controles que los mercados más selectivos buscan y pagan.

-¿Cuáles son las fortalezas?

-Es un sector que, si bien siempre cuestionamos la integración, todos los que lo integramos desde las distintas partes de la cadena, somos conscientes que los otros eslabones hacen las cosas bien. Tenemos una industria que trabaja bien, que presenta bien lo que producimos, vende bien; tenemos a INAC que hace un muy buen trabajo en la promoción de las carnes uruguayas. Y en el sector primario se ha trabajado mucho en mejorar la calidad de lo que se produce, en invertir en genética. Eso da un producto que el mundo demanda y es un diferencial que tenemos como país y hay que aprovecharlo.

-Destacan la fortaleza de la cadena ¿La hay?

-Sí, hay cadena. Nos gustaría que esté más aceitada en algún eslabón, pero en la parte que nos involucra, cada vez vemos más integrada a la cría con la recría, feed lot, o la invernada. Y con una industria que muestra que funciona. Consideramos que formamos parte de una cadena que funciona bien. Trabajamos en exclusiva con algunas industrias, y nos sentimos realmente socios y parte de esa cadena. Hace años que desarrollamos una política comercial en ese sentido.

-¿Les preocupa la situación de la industria?

-Es como todo, como los productores, hay algunos con números en rojo y otros no. Habrá industrias que estén mal y otras estarán haciendo plata en esta realidad. Irá en la eficiencia de cómo manejan su negocio. Nos gustaría que toda la industria esté ganando plata porque es un reflejo que les va bien a todos.

-¿Cómo ven el pedido de sincerar los costos?

-Se habla muchas veces que los costos son una limitante, pero no los tomamos como tal. Son una realidad y es el desafío que tenemos día a día, hacer un negocio rentable con esos costos. Cuando hacemos una proyección, un proyecto o cualquier plan de negocios las 3 variables importantes que manejamos son: producción por hectárea, precio de venta y costos. De esos 3 elementos el que sabemos de antemano es el costo. En base a eso trabajamos y proyectamos lo que tenemos que producir. Lo que es claro es que, con la estructura de costos actuales, hay que ser profesional y especializado en todas las etapas del proceso, hay que producir más con los recursos que se tiene. Por ejemplo en campo natural, que sigue siendo la enorme mayoría de los campos del Uruguay, más división y más descanso, que está demostrado que se produce más, y en pasturas sembradas hay que sembrar mejores praderas, con paquetes tecnológicos de punta, lo que va a llevar a que la misma hectárea va a producir mayor cantidad de materia seca. Y, agregándole un manejo adecuado, vamos a producir más y tener mayores ingresos. Esto lo estamos viendo, las actividades de pastoreo racional en campo natural o las jornadas de pasturas son cada vez más frecuentes y concurridas, hay una avidez y una necesidad de los productores por producir más.

-¿Qué opinan de la importación de ganado en pie?

-Convencidos que el libre mercado es el camino, así como estamos a favor de la exportación de ganado en pie también, creemos que está bien que se plantee la importación. El gran tema, y no menor, es el sanitario, y ahí es donde nos genera mucha preocupación. Todo el sector ha trabajado e invertido mucho para lograr un status sanitario del cual toda la cadena se siente orgulloso. ¿Vamos a poner en riesgo estos logros porque coyunturalmente los números den para importar? Creemos que no es lo más sensato.

-¿Qué les dejó la zafra de otoño de terneros?

-Para nosotros fue una muy buena zafra. Con todo el escenario de pandemia, de corte de exportaciones y climático, ver todo ese volumen de terneros que se vendió, con buenos promedios, sin estar operando la exportación en pie de manera contundente, fue una gran señal de la ganadería y que la gente está apostando. El criador, el eslabón más sensible de la cadena, tuvo una muy buena zafra.

-¿Cómo están preparando los reproductores?

-Está siendo un poco mejor que otros años, porque a raíz de la pandemia, los niños estuvieron tres meses con todos los animales en la cabaña todo el tiempo y se facilitó el amansarlos (risas). En volumen, cantidad y preparación en sí, seguimos igual. El objetivo para septiembre es llegar al Prado con los entre 10 y 15 reproductores que llevamos siempre. En eso no ha cambiado nada. Seguimos con el mismo esquema de preparación, tanto de volumen para la cabaña como para el remate. Seguimos apostando al negocio, con más porcentaje de área mejorada. Para el remate serán 110 toros, 200 vaquillonas SA y 40 de pedigree. No nos cambió nada.

-¿Productivamente es buen año?

-Todos los años tienen algo, porque si no es una seca en primavera, es en verano, o en otoño; este año nos complicó bastante de febrero a abril sin precipitaciones, pero los toros están muy bien, con pesos acordes a la fecha y van a llegar puestos como siempre. Las vaquillonas SA y las de pedigree también. Estamos bien en preparación.

-¿Qué costo tiene poner un toro en pista?

-Es relativo. En el Prado, poner en la pista un toro de 2 años cuesta entre 2.000 y 2.500 dólares de costo, considerando alimentación, mano de obra, sanidad, genética, ARU, etc.

-¿Y en el remate?

-Depende de los sistemas de producción de cada cabaña. No es lo mismo que se produzca a base de pasturas, o con concentrados, feet lot, etc. Nuestro sistema es 90% pastura, producimos 300 toros y el 90% de su ciclo es en base a pasturas sembradas que tienen un costo, pero se maneja con alta producción por hectárea de forraje, de 2 toros por hectárea. El costo de alimentación de pastura para nosotros es relativamente bajo. En los últimos 120 días previos al remate se le da una suplementación al tercio superior. Ese sistema, sumando sanidad, fletes, marketing, con la cría del ternero, pastoreo, la vaca, no debería bajar de US$ 1.500 de costo por cabeza.

-¿Cómo es este costo respecto al año pasado?

-Tenemos bastante estabilizada la producción: la pastura nos cuesta lo mismo, la suplementación también en base a producción propia de sorgo, que cuesta más o menos lo mismo. Los costos los seguimos estos últimos años y vienen bastante estables.

-¿Qué esperan para la zafra?

-Si se suman el posicionamiento de Uruguay para vender carne, la realidad interna en cuanto al convencimiento que es uno de los sectores importantes de la economía y que va a traccionar la recuperación, el mercado de terneros que captó buenos precios, la realidad del ganado gordo que está firme y con buenas perspectivas, para la ganadería en general, todas son buenas señales. Por tanto somos optimistas que estamos en un sector que tiene mucha cosa para ofrecer y positivo por delante. Además, somos muy optimistas porque vemos que hay un interés por entrar a la ganadería, por invertir en el negocio, comprando campos. Vemos que hay otra avidez, otra efervescencia en el negocio.

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Honor a la tradición:

Mejor cabaña Angus del Año.

 

-¿Qué significa haber sido la Mejor cabaña del año?

- Mucho. Llegando a los 70 años de trayectoria de la cabaña, lograr este premio es un reconocimiento a todos los que han aportado de una manera u otra a esta causa. Los abuelos Bensich, las tías Bensich, nuestros padres, hermanos y los colaboradores que durante todos estos años han trabajado. Es un reconocimiento al trabajo en equipo y constante.

Lo logramos por primera vez y sólo compitiendo en la Expo Prado, lo que nos llena de orgullo, sobre todo, por el equipo de trabajo, que se quedaron con una alegría que contagia y es parte de la cosa.

-Y con una raza en crecimiento...

-En 2005 fuimos al Prado por primera vez, eran 40 Angus, hoy son 250 y de 70 cabañas participando. Sin dudas el crecimiento y la competencia han sido exponenciales. Lograrlo ahora, por todo eso llena de orgullo.

-Y compromete...

-Sin dudas, cuando lo comentamos con los que trabajamos en el día a día, después de alegrarse y felicitarnos mutuamente el comentario fue: hay que repetirlo este año. Que esté tan adentro de todo el equipo esa motivación es otra satisfacción importante”.

-¿Qué opinan de la actualidad del país?

-El gobierno viene capeando muy bien el temporal, le tocó una situación muy complicada, ha logrado alinear a la mayoría de la población y convencernos que se están haciendo las cosas bien. En eso, el pueblo uruguayo actuó acorde y todos asumimos la responsabilidad que nos tocó. Por eso tenemos los resultados que se han logrado. Salvo la gente que lo mira con mezquindades políticas, debemos estar todos de acuerdo que se está manejando muy bien. El gobierno se ocupó y estuvo presente en todos los temas.

En Cerro Largo tuvimos al presidente un par de veces. Una vez, estábamos con toda la familia en el campo, vimos pasar el helicóptero y fue fantástico ver a los chicos cómo se emocionaron de verlo pasar al presidente. En eso todos nos sentimos orgullosos.

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Los hermanos Albanell Bensich, en la ruta, dentro de su camioneta en una fría noche de invierno, conversando vía video llamada.

Pablo Mestre
Pablo Mestre

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