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Crilu: el proyecto que se adelantó 20 años en premiar a las lanas finas

Se celebraron los 10 años del proyecto Consorcio Regional de Innovación en Lanas Ultrafinas del Uruguay (CRILU) bajo la consigna “Entretejiendo historias: 10 años de CRILU”

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En Uruguay es posible generar una oveja de más de 50 kilos, con casi 5 kilos de vellón (4,600 kg), 15,5 micras y más de 90% de destete, cumpliendo con los requisitos de calidad de lana sin ningún tipo de enviada a las lanas australianas y neozelandesas.

Eso quedó demostrado en las dos jornadas de celebración de los 10 años del proyecto Consorcio Regional de Innovación en Lanas Ultrafinas del Uruguay (CRILU). Bajo la consigna “Entretejiendo historias: 10 años de CRILU” se concretó una actividad de divulgación el martes 31 y el miércoles 1° de septiembre.

El Ing. Agr. Fabio Montossi, investigador principal referente del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) e integrante de la Comisión Directiva de CRILU, dijo que técnicamente llevan 20 años estudiando, dado que se suman también los 10 años del proyecto Merino Fino.

Los objetivos fueron poner sobre la mesa los avances que se han hecho en investigación, en transferencia de tecnología y la evolución del proyecto durante los 10 años de ejecución, así como presentar la estrategia a desarrollar a futuro.

Según Montossi, una de las grandes fortalezas del consorcio es el trabajo interinstitucional que realizan junto al Secretariado Uruguayo de la Lana, el Instituto Plan Agropecuario, las facultades de Veterinaria y Agronomía, Central Lanera Uruguaya, la industria textil y, entre otras, la Agencia Nacional de Desarrollo.

Este proyecto -que funciona bajo la órbita de la Sociedad de Criadores de Merino Australiano, los consorciados y el INIA- fue desde sus inicios, desarrollado por y para los productores y se adelantó 20 años prácticamente a lo que iba a correr en el mercado internacional de la lanas de hoy en términos de premiar a lanas de mayor finura.

“Por eso en el proyecto Merino Fino buscamos lanas más parecidas a 18 y 19 micras, no pensamos lanas debajo de las 16 micras”, dijo Montossi.

Por sobre todas las cosas el especialista valoró la participación conjunta del sector público y el privado. “Aquí hay que destacar que no solo fue una alianza público-privada tradicional sino que se auto gestiona y financia. Desde el principio participaron los productores”, dijo.

Y recordó: “Me acuerdo de un productor chico, de la ruta 26, que decía: ‘Este proyecto nació cuando la oveja valía menos que un pollo. Y justamente nació en el momento donde la crisis obligaba a repensarse”.

Impactos. Hizo referencia a los impactos directos e indirectos en el perfil de la lana uruguaya. En 1997 Uruguay producía 80 millones de kilos de lana; en 2019 producía 23,5 millones de kilos de lana. En esa reducción, de 71%, la lana de menos de 22,5 micras no solo aumentó en porcentaje, sino que también en cantidad. “Pasamos de 3.200 millones de kilos a 7.500 millones de kilos, un 234% de aumento”, resaltó.

Pero además, cuando en 1997 no había ninguna lana por debajo de las 20 micras, Montossi señaló que hoy hay 3.500 toneladas de lanas por debajo de las 20 micras, y aparecen lanas que en Uruguay antes no existían (las por debajo de 16,5 micras).

Por otro lado, a nivel de la industria nacional, el investigador de INIA sostuvo que “claramente” ese afinamiento generó un agregado de valor “más que importante”.

“Hicimos una evaluación, con Equipos Consultores, de impacto y el valor mínimo de impacto en conjunto con el proyecto Merino Fino de Uruguay y de CRILU es de US$ 50 millones, sin contar efectos indirectos hacia toda la masa de productores y a lo largo y ancho de la cadena textil lanera”, resaltó.

Para finalizar, Montossi señaló que el proyecto “es lo que necesitamos”: “Una empresa independiente que evaluará impactos de recursos públicos y privados que se colocaron dentro del consorcio”.

Sobre el CRILUJornada CRILU.

Actualmente CRILU está conformado por 42 productores que se integraron en dos llamados. Producen, en total, 120 mil hectáreas y manejan 180 mil animales. El 85% del suelo en el cual están trabajando es campo natural, en zonas ganaderas de suelos superficiales.El proyecto ha permitido generar un animal que, con dos vellones de este tipo de ovejas, se pueda pagar prácticamente la renta de una hectárea.Actualmente la comisión directiva del CRILU está en pleno planeamiento estratégico pensando en una segunda etapa con un concepto importante: si bien la genética es un componente clave en todo esto, la innovación incluye todo el proceso en el cual se desarrolla el producto porque estamos orientados a mercados exigentes, sofisticados y de gran poder adquisitivo.En ese sentido, se entiende que la biodiversidad, la huella de carbono, el bienestar animal, etc, van a formar parte de cómo producir la lana. “Ese va a ser nuestro segundo escalón”, concluyó.

Es Licenciada en Comunicación, egresada de la Universidad ORT en 2017. Trabaja en Rurales El País, sección a la que ingresó en agosto de 2020. Antes fue periodista agropecuaria en El Observador y productora en el programa radial Valor Agregado, de radio Carve. Escribe artículos para la revista de la Asociación Rural y se desempeña como productora del programada #HablemosdeAgro, que se emite los domingos en Canal 10.

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