La tipificación electrónica de carcasas en la industria frigorífica uruguaya será una realidad en 2022. Hasta el momento, el sistema (SAT por sus siglas en inglés) ya está instalado en 25 frigoríficos y el Instituto Nacional de Carnes (INAC) está recibiendo desde el pasado mes de octubre las primeras imágenes de las canales que se procesan en las faenas. Con esas imágenes, el equipo técnico del INAC sigue trabajando en la calibración de los equipos planta por planta.
La Gerente de Calidad de INAC, Natalia Barsanti, aclaró que los equipos de tipificación de carcasas “están prendidos en todas las plantas” y afirmó: “estamos comenzando a rodar. Están sacando fotos a todas las reses, calibrando y dando los últimos pasos para que los equipos comiencen a trabajar como fueron pensados”.
Las metas del INAC es que el año próximo, todos los equipos de tipificación electrónica, que pretenden brindar confianza a la cadena cárnica, porque ese trabajo, hasta el momento, lo viene haciendo un operario, “estén conectados al sistema de cajas negras (el SEIIC) y que la tipificación de todas las canales (las medias reses) se pueda hacer en forma automática.
Barsanti explicó que por ahora, la tipificación oficial de las canales “la sigue haciendo el operario, pero el INAC está verificando planta a planta, que el nivel de performance de los nuevos modelos alcance el exigido a nivel contra actual con el proveedor. Hasta ahora los chequeos que hicimos están cumpliendo con los niveles exigidos”, explicó la Gerente de Calidad de INAC. El producto principal de este sistema de tipificación automática es la objetividad en la evaluación, ya que utiliza un único criterio estandarizado en todas las plantas.
Antecedentes. En septiembre de 2016, el Poder Ejecutivo aprobó un decreto, junto a la fiscalización de un dressing máximo de faena, que obliga a las plantas frigoríficas tipo I a instalar y poner en marcha sistemas automatizados de tipificación de canales vacunas, que permitirán una medición objetiva. Posteriormente otorgó un plazo máximo hasta agosto de 2018. El costo estimado, dependiendo de la tecnología para las 30 plantas frigoríficas ronda los US$ 7 millones.
Ya en 2017 había dos plantas frigoríficas, que era BPU Meat y Solís Meat que tenían instalados y funcionando los tipificadores electrónicos de carcasas, mostrando que esta herramienta generaba confianza y neutralizada las discusiones en torno a la operativa de dressing. Esa operativa de retoque de la res, retirando machucones y exceso de grasa.
Incluso, una delegación de INAC recorrió frigoríficos de Irlanda, donde entre otros países, la tipificación electrónica de la res es obligatoria. Lo valioso es que estos sistemas electrónicos aportan información objetiva sobre las carcasas. Esa información le sirve al productor y al industrial y en el balance costo-beneficio, los equipos sirven.
En una palabra, la tipificación electrónica permite que los animales bien terminados y de alta calidad, se defiendan mejor, porque rinden más.