La demanda supera ampliamente a la oferta en lo que refiere a los arrendamientos de campos. Como desde hace ya varios años el negocio se hace, en su mayoría, por kilo de producto ya sea soja o novillo.
A propósito, Valor Agregado, de radio Carve, se comunicó con varios operadores de campos de diferentes zonas del país para conocer en profundidad la situación en cada caso.
Javier Taró, responsable del departamento de Campos de Megaagro, hizo referencia a que el mercado de rentas sigue demandado. Dijo que se mantiene la tónica que ha tenido en el último tiempo: mercado demandado, poca oferta y muchos pedidos por todos los rubros. “Hay muy pocos campos en oferta para arrendar. Lo que aparece, si está en valores de mercado, rápidamente se coloca”, explicó.
Por otro lado, Taró sostuvo que “lo más sano” es acordar en precio de producto. Si bien el grueso se hace en kilos de soja, y el valor va variando en base al precio de la oleaginosa, en ganadería ha pasado lo mismo, a pesar de que aún hay quien le gusta hacer en dólares por hectárea.
En tanto, si un campo de potencial ganadero, que además tiene potencial forestal, termina ganando la forestación porque es el rubro que más puede pagar. “El ganadero en lugares atractivos para la forestación no compite”, aseguró.
Un campo con aptitud forestal, con gran variación en dólares por hectárea, se mantiene arriba de los US$ 160 por ha efectiva cerca de planta, y otras con rentas más cercanas a los US$ 100. Un campo ganadero se arrienda en 40 kilos de novillo, unos US$ 90; y 35 kilos un campo más ganadero duro con menor capacidad de carga.
De cara a 2022, explicó, el mercado se va a mover en función del valor de los productos. “Así como ha subido y aumenta el valor de ingreso, han subido mucho los insumos. El margen no se ha ampliado tanto. No me imagino demasiados cambios para el año que viene”, indicó.
Centro-sur.
Nelson Rodríguez Hunter, operador de mercados del centro sur del país, comentó que ha sido un año “bastante raro” para los arrendamientos que se ha caracterizado por la escasa oferta de campos de cualquier uso (agrícolas, ganaderas y forestales) y una abultada demanda.
“Los negocios que concretamos son muy ágiles, se cierran en muy pocos días”, señaló.
Se observa un gran interés por los campos ganaderos, pero la oferta es prácticamente nula. En ese sentido, los precios han ido en aumento.
“Para el productor ganadero a futuro es difícil hacerse de tierras en régimen de arrendamiento”, dijo.
Un campo bueno de aptitud agrícola cotiza de US$ 130 a US$ 140 en el centro sur; campos ganaderos de US$ 90 a US$ 100. Además, la lechería “va seguir tomando tierra”, dado que se firman contratos por US$ 180 a US$ 200. “Con las perspectivas del sector a futuro, la lechería va a seguir tomando área en la zona centro sur”, afirmó.
“El escenario de la agropecuaria nacional en el contexto anual es de números fantásticos en las diferentes aristas de negocios: lechería, agricultura, ganadería. Las rentas, a mi criterio, van a ir en aumento”, concluyó el operador.
Norte.
Roberto Bertsch, de la firma Roberto Bertsch Servicios Agropecuarios del norte del país, informó está muy solicitada la renta de campos, pero coincidió en que no hay oferta. Un campo bueno cotiza de US$ 70 a US$ 90, dependiendo del tipo de campo y la necesidad del productor. En este caso, la mayor parte de las rentas están fijadas en dólares y los campos grandes están en carne.
“El negocio está estable, hay mucha gente que quiere meterse en la agropecuaria. Las rentas no van a bajar porque, hay mucho interés”, señaló.
En compraventa de campos el operador hizo referencia a que el negocio está más lento y hay mucho más interés. “No se ha concretado mucho por lo que se ofrece y lo que se pretende. Hay poca oferta, ronda los US$ 2.000 a US$ 2.500 la hectárea”, concluyó.