Luego de escuchar el tradicional “al camino y buena suerte”, serán 67 caballos Criollos que saldrán, desde hoy domingo a la ruta, cuando comience la tradicional Marcha Funcional de la raza en su edición 51a. que lleva el nombre de “Matilde Gallinal”.
La clásica prueba de selección genética de los caballos Criollos, en la que queda de manifiesto la resistencia, poder de recuperación y rusticidad de la raza, este año se realizará en la ciudad de Florida, teniendo como base de operaciones las instalaciones de la Asociación Rural.
Todos están ansiosos por escuchar el “tacata tacata tacata” de los cascos cuando salgan por la ruta 56 y comiencen a recorrer los primeros kilómetros de los 750 que deberán completar en los próximos 15 días. Una prueba donde se demuestra la guapeza, la rusticidad y la recuperación de estos pingos que descansan unas horas y quedan listos para volver a ensillar al día siguiente.
Homenaje.
El completo catálogo elaborado por la Agremiación de Criadores de Caballos Criollos de Florida, contiene una editorial a cargo de María Iewdiukow en la cual menciona que “La Marcha es la Marcha…”.
Establece que “esta frase, común y muy usada entre los que hacemos uso de esta prueba de comportamiento para probar nuestros reproductores en las tres características básicas y fundamentales de la raza Criolla: resistencia, rusticidad y poder de recuperación, tiene un significado que va mucho más allá de su «obviedad» o sus meras palabras”. Según la autora, esto significa lo que es el camino. “Quince días que deben vivirse uno por uno. Todos tienen su importancia, su «qué» y su dificultad. En ellos están entregadas nuestra ilusión y nuestra crianza, por lo tanto, pueden estar llenos de satisfacciones, glorias o frustraciones. Esto hace de su convivencia algo más que el triunfo de nuestro propio caballo”.
En su homenaje a Matilde Gallinal, de quien dijo “nos unen muchísimas cosas que se terminan complementando con la pasión por estas características Criollas, y, por ende, con esta prueba que vivimos juntas durante muchísimos años, María Iewdiukow asegura que “podemos tener el mejor, la mejor de las preparaciones, y las más fundamentadas esperanzas, pero en ese camino, en cualquiera de sus días y por las razones que menos podemos imaginar, se pueden truncar. Porque la Marcha... es la Marcha...
Y esta será, además una competencia especial por cuanto se vuelve a la normalidad, tras el levantamiento de las restricciones sanitarias que permitirá disfrutar de la prueba como es costumbre, con los consabidos fogones, guitarreadas y la confraternización entre amigos, allegados y familia. Lo que no es poca cosa.