La raza Criolla ha crecido sin cesar en América del Sur dando lugar a la creación de diferentes sociedades, agremiaciones y grupos de apasionados que dedican su vida, sus días y sus conocimientos a la cría, entrenamiento y cuidado de los equinos de esta raza. La Sociedad de Criadores de Caballos Criollos del Uruguay (SCCCU) cumplió 80 años de su fundación en 2021 y los números reflejan que el crecimiento no es sólo años corriendo. Anualmente a nivel país se inscriben más de 6.000 potrillos Criollos, se realizan cerca de 100 pruebas a nivel país durante el año y hay casi 500 socios activos.
Uno de los pilares de la raza y de la SCCCU es criar caballos para disfrutar, para compartir y hacer del criollo una instancia para aprender e intercambiar. Bajo estos valores e ideales es que surge la idea de apoyar a los criadores europeos en 1991. ¿Para qué? Sencillamente para difundir la raza, los valores de los criadores y los ejemplares en el viejo continente.
El origen.
Los primeros caballos Criollos que llegaron a Europa eran provenientes de Uruguay y Argentina, en su mayoría no tenían pedigree y el destino final era el matadero. Una vez que el barco arribaba al puerto se clasificaban los animales y aquellos que tenían buena doma eran vendidos para andar.
“La rusticidad” esa es la principal virtud del caballo Criollo que hace que sea el elegido por los europeos aseguró Martín Gurméndez, encargado del proyecto de Europa y gran impulsor de la tarea que se realiza año a año. “El Criollo es un caballo muy económico y fácil de mantener que soportaba muy bien los inviernos con nieve viviendo en el exterior y además muy resistente sanitariamente, ya que no es frecuente que se enfermen y por eso se convirtió en el elegido” comentó Gurméndez.
Además de la rusticidad y facilidad de adaptación del Criollo, su habilidad vaquera también lo volvió un animal competitivo a nivel deportivo al enfrentarlo con otras razas y esto terminaba maravillando a los criadores europeos que no hacían más que sumar halagos y motivos para elegir la raza.
La SCCCU jugó un rol fundamental en el proceso de regularización de pedigree, junto con ARU. Ambas instituciones trabajaron de forma mancomunada para lograr ordenar los papeles de los animales y hoy en día todos los caballos que nacen en Europa son inscriptos en Uruguay e inspeccionados por inspectores de la sociedad.
Inspecciones y eventos.
Actualmente los países que están inscribiendo nacimientos son: Alemania, Italia, Francia, Suiza y Austria, aunque ya se realizaron contactos también desde Holanda para comenzar el registro en nuestro país de igual forma. Es difícil hacer un cálculo de animales inscriptos por año aún, ya que en las últimas dos inspecciones lo que se hizo fue regularizar la situación de muchos animales y por eso hubo un total de 200 anuales para poder actualizar los registros de ARU. Gurméndez estima que en 2023 puede haber cerca de 30 animales para inspeccionar, dependiendo claro está de la voluntad y planificación de los criadores de allá.
Las instancias de inspección se dividen por área y se realizan en dos oportunidades. Un viaje que coincide con la fiesta FieraCavalli que se realiza en noviembre en Verona. Luego se realiza otro viaje para inspeccionar en Alemania y Francia que se coordina según quieran coordinar alguna capacitación u otro tipo de actividad.
La mencionada Fieracavalli en Italia y Equitana en Alemania son las dos exposiciones de caballos más grandes del mundo desde hace años y la SCCCU participa de ambas instancias buscando difundir y promover la raza a través de cursos de historia de la misma, morfología, estándar racial y de doma. Además, hace dos años, se viene realizando el Freno de Oro Europeo con buen número de animales inscriptos y el interés de los criadores por seguir sumando y por apoyar.
Gurméndez destacó cómo el buen trabajo realizado de forma conjunta por las Sociedades ha traído como resultado el conocimiento de la raza y de la cultura gaucha. “Hoy se puede ver el respeto en la vestimenta gaucha de los criadores europeos que en muchos casos la eligen para ingresar a la pista” comentó.
Exportación.
Cada vez se suman más cabañas europeas y más criadores que se inician en este mundo de los Criollos y esto hace que tanto los remates como las ventas particulares en nuestro país hayan aumentado. Una vez realizada la compra se coordina el viaje del animal que se hace coincidir con otros fletes para su llegada al viejo Continente.
El viaje de los animales, aunque puede pensarse que es una logística compleja, en realidad no lo es. En los inicios las exportaciones se hacían por barco, pero debieron suspenderse por las condiciones de bienestar animal exigidas durante el traslado. De ahí se pasó a la modalidad de exportación por vía aérea. En cada compartimento entran tres animales y si bien la burocracia es simple los costos son altísimos y por este motivo es que se limita la cantidad de animales exportados anualmente.
“El proceso de exportación es muy sencillo, requiere una cuarentena sanitaria realizada por el Ministerio de Ganadería y luego hay empresas exportadoras con mucha experiencia que realizan los trámites de forma muy ágil. El costo de exportación, más flete incluido por animal, ronda los 9.000 dólares” contó Gurméndez.
El trabajo realizado durante este tiempo ha sido arduo y requirió el esfuerzo y voluntad de muchas partes para lograr regularizar y poner al día todos los papeles necesarios para que la raza en Europa empiece con bases sólidas y los criadores tengan las garantías de qué están criando y puedan inscribirse sin problema en diferentes pruebas y competencias, en cualquier parte del mundo. Este es, sin lugar a dudas, uno de los mayores logros y así lo destacó Martín Gurméndez, encargado del proyecto.
“Para la raza hacerse presente en la exposición más importante del mundo con nuestros Criollos y nuestra tradición, que se vea la bandera de nuestro país es otra forma de acercar Uruguay a los extranjeros y es otro de los logros alcanzados” reconoció el criador uruguayo. Además de esto, otro ítem que no es menor del proyecto y lo hace aún más destacado, es que se autofinancia e incluso es una fuente de ingreso económico muy importante para la Sociedad en Uruguay.
La pasión por el Criollo no conoce de fronteras ni de idiomas, se vuelve cada vez más un caballo elegido por muchos con diversas finalidades. Uruguay continuará trabajando como hasta ahora para ser un país impulsor del desarrollo de la raza a nivel local e internacional, buscando apoyar a los nuevos criadores porque las inspecciones y actividades organizadas son prueba fehaciente del interés particular que despierta.
