La Sociedad de Medicina Veterinaria del Uruguay (SMVU) pidió una entrevista al Presidente de la República, Luis Lacalle Pou, con el cometido de llevarle algunas iniciativas que permitan paliar los ataques de perros con y sin dueño a las majadas y otros animales productivos. En paralelo, a partir de mañana lunes, comenzará una ronda de reuniones con las gremiales de productores para consensuar propuestas.
“Vamos a plantear al gobierno algunas iniciativas que están un poco vedes todavía, pero justamente, primero queremos evaluar si tienen viabilidad política”, afirmó a El País el presidente de la Sociedad de Medicina Veterinaria del Uruguay, Dr. Rodolfo Azaretto, sin brindar detalles de las propuestas y acciones.
El profesional explicó que desde óptica de la SMVU y la Academia de Medicina Veterinaria, lo importante es hacer foco en el problema de fondo -la superpoblación canina-, en cómo se encara y no en los “chisporroteos” que se generaron entre productores, veterinarios y el ex director ejecutivo del Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA).
La Sociedad de Medicina Veterinaria del Uruguay respalda el cambio del director ejecutivo del IMBA: “es positivo, en la medida que el anterior no tenía buena relación con el Consejo Directivo”, afirmó Azaretto a El País.
A su vez, dijo que los veterinarios son firmes partidarios de que “las políticas de bienestar animal las tiene que fijar el Consejo Directo del INBA, que es el que tiene la competencia”. El presidente de la SMVU también consideró que “hubo una serie de problemas generados por un exceso de protagonismo del anterior director ejecutivo del INBA”
En muchos países del mundo los perros de trabajo que se usan en el medio rural deben estar encerrados en caniles, bien cuidados y alimentados, pero únicamente quedan sueltos cuando salen a trabajar. La legislación es precisa y se cumple.
Superpoblación. Para el titular de la SMVU el problema clave “es la superpoblación canina que tiene Uruguay y la falta de una tenencia responsable”.
Azaretto consideró que se debe generar un debate importante en torno a este aspecto, pero insistió en que lo principal “es generar un cambio cultural en la población. Si eso no se hace, ninguna medida será efectiva, ni se mantendrá en el largo plazo”, advirtió el profesional.
Los veterinarios dicen que los ataques de perros a los animales de producción, los accidentes de tránsito que muchas veces generan en las ciudades los perros sueltos y las zoonosis que pueden transmitir, no son un problema nuevo y que el diagnóstico ya está hecho hace tiempo.
“Es un tema complejo de solucionar y las soluciones fáciles no existen en temas complejos. Si se empieza a trabajar adecuadamente tendrá resultados de mediano y largo plazo, pero habrá que plantear medidas paliativas en el corto plazo para atender la emergencia”, advirtió Azaretto.
Experiencias. Las pérdidas de ovejas y otros animales productivos causados por los perros en el medio rural, según dijo el titular de la SMVU, “afectan a todos los países de Sudamérica” y en Uruguay “se acentuaron”. Insistió en que la clave es controlar y asegurar una tenencia responsable de los perros, tanto en el medio rural, como urbano.
Azaretto reconoce que no pueden quedar los perros sueltos en el campo o en los puestos sin control alguno y argumenta que muchos de los ataques a las ovejas que se producen, son hechos por perros de establecimientos o pueblos vecinos, no tanto por los perros que quedan en el monte productos de las cacerías furtivas.
En lo que respecta a experiencias exitosas en otros países, donde la conciencia de tenencia responsable está implantada, el profesional recordó que en muchos países de la Unión Europea, “sale más caro tener un perro que mantener un auto”, porque los propietarios “deben pagar impuestos, seguros por los posibles daños que pueden causar a terceros y cumplir con una serie de reglamentaciones y obligaciones”.
Eso es lo que determina que no se vean perros sueltos en la vía pública o el medio rural y que cada animal, cuando sale con su dueño a la calle, debe salir atado con una correa.
El titular de la SMVU reconoce que en esos países europeos “hay una conciencia ciudadana de lo que es el cuidado del animal y de las responsabilidad del propietario”, pero también la población canina con relación a la humana “es mucho menor”. Para los veterinarios “la educación de los propietarios del animal y de la población en general es básica y clave para lograr esa tenencia responsable”.
Pero el crecimiento de la cantidad de perros no es sólo de Uruguay. Según los números manejados hasta el año pasado, el número de perros en Europa como animales de compañía no paró de crecer en la pasada década. Solo en el último año la población canina se incrementó en más de dos millones, aproximándose a los 90 millones a cierre de 2020. De ellos, casi una quinta parte se concentran en Rusia. En concreto, en ese país había 17,1 millones en 2020. Alemania y Reino Unido se situaron en segunda y tercera posición respectivamente. España, por su parte, registró alrededor de 6,7 millones de perros y ocupó así el séptimo lugar de la clasificación europea por delante de países como Portugal o Grecia.
