El presidente de la Asociación Rural del Uruguay, Gonzalo Valdés Requena, explicó a El País que Uruguay atraviesa una tercera sequía y que los efectos se van acumulando, lo que perjudica al sector en cada uno de sus rubros.
En agricultura, dijo, tenemos cultivos de maíces de primera cuyos resultados van a ser “muy malos”, pero la soja, si llueve en febrero, tiene chances de recuperarse.
En la lechería, se están consumiendo las reservas que se hicieron para el invierno.
En ganadería, muchas vacas están con un estado de anestro profundo, es decir, que no se preñan, además de una merma con una parición tardía que también tiene sus perjuicios. En ese sentido, el titular de la ARU aseguró que “lo que se ha sufrido de sequía en los últimos dos veranos, más este, genera daños irreversibles”.
Además, señaló que si bien el estado de los ganados “no es tan malo”, se va a comprometer la capacidad corporal para llegar al invierno. Por eso, aseguró que “el desafío de los productores, y la responsabilidad para mantener su producción, es aprovechar lo bueno que dejó parte del 2022 y transformarlo en inversiones pensando en el futuro.
En tanto, Valdés Requena aseguró que las inversiones se han hecho: “los resultados del ejercicio 2021/22 se han utilizado enormemente y a la vista están con los proyectos agropecuarios que se han presentado”. “Se están haciendo, pero nos agarró la seca en la mitad del camino”, explicó.
A largo plazo, comentó, “esto es reversible si los años mejoran”. A mediano, explicó que depende del sector de producción.
“Creo que el más rezagado es el ganadero con menos preñeces, menos terneros a fines de 2023 y menos animales de faena en 2026”, sostuvo.
Finalmente, en lo que refiere al corto plazo, Gozalo Valdés explicó que “estamos con menor remisión de leche y cultivos complicados”. De todas formas, el gremialista aseguró que la situación “puede revertirse”.